Capítulo Especial

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N/A: Hoy me siento generosa, por lo que os voy a regalar este capítulo a tod@s los que estáis siguiendo este fanfic. Creo que veréis escenas que nos hacían falta, porque no sé si llegaremos a verlas en las escenas cortadas. Espero que os guste. El próximo capítulo será ya la gran noticia del embarazo, así que estad atent@s.

Sara, con las manos entrelazadas por los nervios, echa un último vistazo a su esposo antes de bajar; Gaby ha decidido quedarse con él, no es conveniente que se quede solo, no después del ataque ha sufrido hace apenas unos minutos.

- ¡Juan!- Su cuñado se despide de Norma por el móvil, alguien tenía que llevar a Doña Gabriela de nuevo a su casa tras la marcha de los policías y de que se llevasen a Demetrio en la ambulancia.- ¿Podemos hablar antes de que te vayas?

- Por supuesto, es evidente que tendrás mil preguntas rondando por tu cabeza. ¿Quieres que hablemos aquí?- Sara ladea su cabeza hacia las escaleras.- No.- responde ella todavía en shock.- Mejor salimos fuera, no quiero que mi hija nos escuche.

Sara camina de un lado para el otro, supo que algo no estaba bien, lo notó en la mirada de Franco, vio el dolor en esos hermosos ojos azules; lo conoce a la perfección. Sólo Juan y Óscar pueden aclararle todas las dudas.

- ¿Cuánto tiempo lleva aquí en San Marcos?- Juan piensa las palabras antes de que salgan por su boca, su cuñada podría explotar en cualquier momento y sería una reacción completamente lógica después de todo lo ocurrido.

- Un par de días, te lo prometo. Mi hermano.- Juan traga saliva.- regresó en un estado lamentable, perdió unos cuantos kilos y tiene el cuerpo lleno de cicatrices, le torturaron, Sara.

- ¿Cómo, cómo que le torturaron? Juan, explícate porque no te estoy entendiendo, ¿Dónde ha estado Franco?

El hermano mayor de los Reyes coloca sus manos en los hombros de su cuñada.- Sara, prométeme que no vas a perder la cabeza con lo que te voy a decir, podrías asustar a mi sobrina.- la mujer se pone más nerviosa con esas palabras pero asiente con la cabeza.

Juan suspira.- Mi hermano ha estado en una cárcel estos cuatro años, en África. Ese socio que conocisteis, aquel que no nos inspiraba confianza.- Sara lo recuerda perfectamente, un hombre que aseguraba ser bueno en los negocios internacionales, sobre todo en lo que se refiere a la compra/venta de caballos.- Bueno pues cuando le pillaron por una venta fraudulenta, no dudó en mostrar unos papeles que llevaban la firma de Franco.

- Yo le advertí varias veces de que ese tipo no me gustaba, perdimos mucho dinero por su culpa, ¿Cómo acabó la firma de mi esposo en esos papeles?

- El contrato estaba en otro idioma y ese hombre le aseguró que ganaría una fortuna si cerraba el negocio, fue entonces cuando todo se desmoronó. Franco recibió varias amenazas, si no se presentaba en el extranjero, irían a por él y su familia.

- Por eso no nos dijo nada, ese es el motivo de que se marchase sin dar ninguna explicación.- Sara tiene un revoltijo de emociones en su interior, por una parte quiere enfadarse con Franco, pero fue tal la sorpresa de verlo y en ese estado, sólo quiso abrazarlo.

- Sara, tienes todo el derecho a exigirle explicaciones, a enfadarte con él, pero tienes que tener paciencia, ya se desmayó en nuestra casa, físicamente...se recuperará con el tiempo pero en lo que respecta a lo emocional, nos va a necesitar más que nunca. Necesita a su familia, te necesita a ti.

 Necesita a su familia, te necesita a ti

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Hacia la eternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora