Capítulo 16

898 45 8
                                    

N/A: Habréis podido comprobar que existen dos reencuentros en esta historia, el que yo me imaginé y el que realmente obtuvimos (por el cual sigo enamorada, todo sea dicho). Espero que en Netflix nos den todo lo que deseamos desde que nos enteramos de que Franco aparecería en la novela, nos merecemos escenas familiares, dudo que con lo que quedan de capítulos, nos regalen eso que tanto anhelamos, entonces...Yo, como fan de esta hermosa pareja desde sus inicios...os quiero regalar momentos hermosos, que es lo que todas queremos, ¿me equivoco?

Franco camina por las caballerizas, para él es como si jamás se hubiese marchado y sin embargo, se encuentra con caballos nuevos, todos son majestuosos pero sólo uno capta su atención.

- Hola Sexto.- el animal mueve su cabeza, dando a entender que conoce perfectamente a la persona que no deja de acariciarlo.- Sigues igual de hermoso, veo que Sara te ha cuidado bien.

- Nunca dejó de amarlo.- Gonzalo entra en ese momento, le agrada volver a ver a su patrón, un hombre honorable y que se hace respetar.- Aun cuando se marchó, Don Franco, Sarita no escogía otro caballo, nunca se separó de Sexto.

Franco jamás olvidará la expresión de su esposa cuando lo vio por primera vez, en el primer cumpleaños de Gaby, la sigue amando como aquel día incluso un poco más.

- Todavía no he podido darte las gracias, Gonzalo.- el hombre no sabe qué responder ante esas palabras.- Mi hija me ha contado todo lo que has hecho por ellos, eres un buen hombre, los protegiste siempre.

- Don Franco, yo estoy aquí para servir y proteger, su esposa y sus hijos me han tratado como un miembro más de la familia, daría mi vida por protegerlos.

- Espero que eso no pase nunca, esta hacienda no funcionaría sin ti ni los demás trabajadores.

- Gracias Franco, significa mucho viniendo de usted, es un buen patrón, al igual que Doña Sara, no podríamos sentirnos más afortunados

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Gracias Franco, significa mucho viniendo de usted, es un buen patrón, al igual que Doña Sara, no podríamos sentirnos más afortunados.

Sarita aparece en ese momento, Franco le sonríe, ella le devuelve la sonrisa.- Bueno, ¿estás listo para esa vuelta?- inquiere ella mientras abre la puerta de Sexto.

- Por supuesto, lo estoy deseando.- Gonzalo prepara otro caballo para Franco, la pareja sale hacia los terrenos, el día no puede ser más espléndido para dar una vuelta por los alrededores, aunque ellos ya tienen un destino.

Un poco más tarde...

Gaby regresa de las clases, Irene enseguida le informa de que sus padres han ido a dar una vuelta con los caballos.

- Les vendrá bien tomar el aire, me alegra que hayan decidido salir, voy a dejar esto en mi cuarto.

- ¿Le sirvo la comida Señorita Gaby?

- Sí por favor, y prepara dos platos más, Andrés y Albin me acompañarán.

No muy lejos de allí...

Los caballos descansan tras el intenso paseo, menos mal que pueden pastar bajo unos árboles, Sara y Franco están sentados de espaldas al estanque, es uno de sus lugares favoritos.

- Creo que tendríamos que subirle el sueldo a Gonzalo.- comenta Franco mientras arranca la hierba del suelo.- Ha estado haciendo un buen trabajo en mi ausencia.

- Después de ti, es el segundo hombre en el que más confío, Gaby y Andrés también lo aprecian mucho.

- No le he preguntado cómo se sintió él cuando me marché.- Franco permanece en silencio durante unos largos segundos.

- Se limitó a hacer su trabajo, lleva muchos años con nosotros, no dejó de velar por nuestra seguridad ni un solo instante, él me llamó cuando...ya sabes.

- Cuando salvé a nuestra hija de ese tipo, dime, ¿Qué viste en él?- Sara, al ver la mirada de su esposo, sabe perfectamente qué responder.

- No me vengas ahora con esas, Franco Reyes, además, no pasó nada entre nosotros, a pesar de su amabilidad y de la insistencia de mi mamá, jamás quise ir más allá con él.

- Por cierto, hablando de relaciones turbias, ayer fui a ver a Andrés a su trabajo. Vi a Rosario, ¿cuándo decidió nuestro hijo trabajar para ella?

- Lleva tiempo en el Alcalá, me opuse al principio pero Andrés ya tiene edad suficiente como para tomar sus propias decisiones, y no le va mal, adora la música.

- Claro, tuvo un gran maestro.- Sara le asesta un pequeño empujón.- Rosario me abrazó.- el rostro de Sarita se endurece.- Tranquila, para mí fue raro e incómodo, después de cómo quedaron las cosas entre nosotros, no sé por qué hizo eso.

- No sé qué puedo contarte respecto a esa mujer, ya sabes lo que pienso y siento hacia ella, no me inspira confianza.

- Regresó a San Marcos para reabrir el Alcalá, ¿Qué pensó la familia respecto a eso?

- Nadie estuvo de acuerdo, y con nadie me refiero a mis hermanas, tus hermanos y mi mamá pero claro, nuestros hijos y sobrinos desconocen toda la historia.

- Es por eso que Andrés sigue allí, ¿Nunca le has contado la verdad?

- ¿Serviría de algo?- Sara agarra la chaqueta de Franco para besarlo.- No quiero seguir hablando de esa mujer, mientras nuestro hijo sea feliz, lo demás no importa.

- Quiero hablar con él, todavía no hemos tenido tiempo para reunirnos a solas, seguro que tiene muchas preguntas, ¿verdad?

- Ay Franco, dejaste un vació enorme en nuestras vidas, Andrés tenía dieciocho y Gaby quince, tú mismo dijiste que fueron años importantes.

- Y nunca me perdonaré por habérmelos perdido, ¿crees que nuestro hijo lo entenderá? Tiene todo el derecho a estar enfadado.

- Mi amor.- Sarita se aferra a las manos de Franco.- Andrés vino dispuesto a recriminarte, pero cuando te vio inconsciente en la cama, supo que algo iba mal, que sufriste mucho al estar alejado de tu familia, es todo un hombre, si se lo explicas bien, lo entenderá, confía en él.

Franco observa el paisaje que le rodea, durante cuatro años estuvo recluido en una cárcel de mala muerte, nadie hablaba su idioma, le torturaron sin motivo, obligado a realizar trabajos realmente duros.

- De no haber sido por vosotros...Sólo el teneros en mi cabeza y mi corazón me ayudaba a sobrevivir cada día, necesitaré tiempo para recuperarme de ese trauma, ¿tendrás paciencia?

- Franco, hace unos veinte años, delante de nuestros familiares, prometí que estaría a tu lado, no importa el tiempo que transcurra, lo superaremos juntos.

- Necesito recuperar el tiempo perdido, al parecer, me he perdido muchas cosas. Óscar con un hijo secreto y ahora dos adoptivos, Juan David está saliendo con la hija de Rosario, Gaby perdió a su mejor amigo, Andrés tiene novio, los mellizos son sospechosos en un asesinato...Y creía que yo iba a ser el único con problemas.

- Sí, estos meses no han sido nada fáciles para nadie.

- Bueno Natalie.- Franco se levanta y ofrece su mano a su esposa.- Será mejor que regresemos, ¿no te parece?

- Estoy de acuerdo, Eustaquio.

Hacia la eternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora