Capítulo 14

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Franco no dice nada durante los siguientes minutos, le prometió a su hermano que escucharía sin interrumpir y sin juzgarle, y eso es lo que ha hecho. Su hermano podría sufrir un ataque de ansiedad en cualquier momento, aunque él también podría estallar.

- ¿Piensas contárselo a Jimena?- inquiere el menor de los Reyes al ver a su hermano tan preocupado.

- ¿Cómo? ¡¿Cómo podría?! Yo...no puedo hacerle eso, me abandonará en el instante en el que se entere de todo. Mi corazón no lo soportaría.

Franco apoya una mano en el hombro de su hermano.- Cuanto más esperes para contárselo, peor será. Tu esposa se merece conocer la verdad.- Óscar observa las fotos en su móvil, Jimena sale resplandeciente en todas y siempre con una sonrisa.

- Lo mismo podría decir yo de ti, mi Flaco, sé que nos estás ocultando algo. Llevas un tiempo algo raro y distante, ¿tiene que ver con el trabajo? Sabes que puedes contarme lo que sea.

- Todo va bien, no te preocupes, demasiado tienes ya con tu hijo secreto y los mellizos, ¿cómo va ese tema?

- Sabía que ese tal Carreño era una fiera, pero a veces pienso que está todavía más loco, tienen a mis sobrinos entre ceja y ceja, nuestra querida suegra tampoco sabe qué hacer con ellos.

El móvil de Óscar comienza a sonar, aparece el nombre de Juan en la pantalla.- Mira, parece que nos está escuchando, creo que tengo que irme para su hacienda, ¿me acompañas?

- Prefiero quedarme aquí un rato, nos vemos hermano.- Óscar se aleja en su caballo, Franco se sienta junto a la orilla del lago, ese sitio parece distinto cuando Sara no está con él. Este saca su teléfono y abre los mensajes, el último que recibió le provocó escalofríos, "Más vale que aparezcas pronto, de lo contrario, tu familia sufrirás las consecuencias de tus actos, estás avisado."

¿Cuándo se volvió todo tan complicado? No puede contarle nada de esto a Sara, la conoce demasiado bien, ella intentaría resolver la situación y con ello se expondría; Franco no podría perdonarse si algo le sucediese, lo más sensato sería alejarse, distanciarse de su mujer, de sus hijos...unas lágrimas se derraman por su rostro, Sara jamás le perdonará por esto aunque tampoco sabe si regresará alguna vez. 

Tiene que asegurarse de que su familia estará bien, y para ello

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Tiene que asegurarse de que su familia estará bien, y para ello...deberá de pedirle el divorcio a Sara, sólo así le asegurará un futuro, un futuro sin él. Es consciente de que su esposa, su mejor amiga, el amor de su vida y madre de sus hijos se enfadará, se sentirá confusa, le odiará por esto.

Hace unos meses...

El día ha amanecido soleado y con una temperatura excelente, Gaby y Andrés están en clase, Sarita se encuentra sentada en un banco ubicado en el lateral de la hacienda, hay una fuente a unos pocos pasos. El día ha sido intenso, tenía que cumplir varios compromisos, Franco se acerca a ella.

Hablen de lo que hablen, Franco y Sara siempre terminan con besos, aunque esa vez...presentaron a sus alter ego, Eustaquio y Natalie, a veces son más infantiles que sus hijos.

Y ahora, esa misma noche...

Sara duerme profundamente, el día ha sido largo y ni siquiera se percata de la luz tenue, o el poco ruido que provoca su futuro ex marido.

Franco se detiene antes de salir por la puerta, el fuerte dolor que siente en el pecho se irá acrecentando conforme se aleje de su hogar, del hogar que formó con la mujer más maravillosa del mundo. Sus hermanas, sus hermanos y sus hijos le ayudarán a superar esto.

Repite lo mismo con Gaby y con Andrés, su hija es una joven increíble, ayudará a su madre en todo lo que ella necesite, y Andrés...no dudará en convertirse en el hombre de esa casa, confía en ellos, Sara y él los han criado bien.

Franco se aleja con tan sólo una bolsa llena de ropa, cuando ya lleva un buen tramo, una furgoneta se aproxima, unos hombres con el rostro cubierto lo  amarran rápidamente, Franco no ha podido reaccionar

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Franco se aleja con tan sólo una bolsa llena de ropa, cuando ya lleva un buen tramo, una furgoneta se aproxima, unos hombres con el rostro cubierto lo  amarran rápidamente, Franco no ha podido reaccionar.

Querida Sara, espero que puedas perdonarme, lo último que deseaba era hacerte daño, jamás entenderás por qué hice lo que hice, ni yo mismo sé lo que está ocurriendo. La situación se me fue de las manos, la gente que hay involucrada es muy peligrosa, no podía permitir que se acercasen a vosotros, compréndelo. Yo te amo, te amo con todo mi corazón; una vez dije que pisaría el infierno por ti y, desgraciadamente, ahí es a dónde voy. No sé si alguna vez volveré a veros, siempre contarás con la protección de la familia, ojalá pudiera decirte que me voy tranquilo, pero no es así. Si tengo que luchar, lo haré, os tendré en mi mente, sólo así podré sobrevivir a lo que venga. Yo sólo me metí en esto y yo tengo que salir. Te amo Sara Elizondo, siempre.

Y con esos pensamientos, Franco pierde la consciencia dentro de esa bolsa maloliente, su cuerpo queda tumbado en esa furgoneta pringosa.

Al día siguiente...

Sara se despierta con los primeros rayos del sol, estira su mano hacia el lado de la cama de Franco pero lo encuentra vacío. Quizás ha madrugado para dar una vuelta por los terrenos.

Pero las horas pasan y su marido no da señales de vida, Sara comienza a preocuparse de verdad, su marido tampoco ha estado en la oficina, una sensación horrible se instala en su estómago, enseguida echa a correr al baño para vomitar.

- ¿Mami?- Gaby ha llegado de las clases, una de las empleadas le informa de lo que ocurre.- ¡Mami!- La joven aparta el cabello de su madre, Sara se permite unos segundos para recomponerse.

- Gaby, ¿tú has hablado con tu papá? ¿Lo has visto?

- No, no lo he visto desde anoche, ¿por qué? ¿Le ha pasado algo?

Sara es consciente de que su hija ya no es una niña pero tampoco quiere preocuparla por nada, necesita hablar con Óscar, quizás él sepa algo.

Hacia la eternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora