Mi Vida Entera

Capítulo 7

Pasamos la siguiente hora hablando de nosotros, lo que nos gusta, lo que no, nuestras películas y libros favoritos, empezamos una pequeña discusión sobre porque los libros de Harry Potter son mejores que las peliculas y otras cosas sobre las carreras que nos gustan, se la pasa dandome una charla sobre el diseño grafico y lo genial que es, me habla de sus amigos y yo de los mios, también de nuestros programas de televisión favoritos, resulta que a ambos nos gustan los animes, películas de terror, acción, ciencia ficción y suspenso, obviamente a ambos nos gusta mucho dibujar, y lo mejor de todo: le gusta leer y es otro fan de J.K Rowling.

- Ya es tarde, tengo tarea de física y química. Me encantaría seguir charlando con trigo pero tengo que irme - Le digo. En verdad quisiera no tener que irme y hablar con el el resto de la noche.

- ¿No te gustan la química y la física verdad?

- Para nada, siempre he sido mala en eso - hago una expresión de desagrado.

- Si un día necesitas ayuda puedes decirme y con gusto te ayudare. Sabes donde vivo.

- Muchas gracias, te lo diré - Me levanto del asiento y el me sigue.

Nos vamos caminando hasta llegar a casa y nos despedimos.

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Me pase toda la noche haciendo tareas gracias a que estuve toda la tarde en el parque.
Esta mañana mi mama y mis hermanos me despertaron muy temprano para cantarme feliz cumpleaños y me compraron un pastel de chocolate solo para mi porque soy la única en mi casa a la que le gusta el chocolate.

Llego más que cansada a la escuela y para colmo tarde. En la entrada me encuentro al director, su nombre es Vinicio, todos en la escuela le llaman por su nombre porque detesta que le llamen de cualquier otra forma. Al pasar frente a el lo saludo y sigo caminando como si no me diera cuenta que ya voy 10 minutos tarde.

- Señorita O'mara - me dice con su usual tono intimidante.

Me detengo y vuelvo a verlo.

«Por favor que no me regañe, por favor que no me regañe»

- ¿Se da cuenta de la hora que es? - señala el reloj que lleva puesto en su muñeca.

No se que responder, si le digo que si estoy muy consciente de lo tarde que es, me va a regañar por no ser responsable de mis actos e intentar entrar como si nada pasara y si le digo que no tengo idea de que hora es, me regañara por ser irresponsable y no estar al pendiente de mis obligaciones como estudiante.

- Vinicio, lo estuve buscando por todas partes - escucho una voz muy masculina detrás de mi. Conozco a casi todos los docentes de esta institución y definitivamente esta voz jamas la he escuchado en mi vida, quiero ver quien es pero estoy demasiado pensativa en la excusa que le voy a dar a Vinicio para que no me envíe a detención después de clases, es mi cumpleaños y ya estoy empezando con un día del asco.

Vinicio me deja por unos segundos sola para hablar con el hombre desconocido que esta atrás de mi, ni siquiera presto atención a lo que hablan entre ellos dos y sigo viendo a la nada pensando en que diré cuando me vuelva a preguntar.

- Tengo que ir a una reunión, puede ir a su salón de clases pero a la próxima no la dejare entrar, reglas son reglas señorita O'mara. - Me mira con una expresión de total decepción.

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Por fin entro a mi clase de poesía y el señor Alex ya esta ahí.

«¡Mierda! Olvide que Alex es quien nos dará poesía, ahora tengo menos probabilidades de entrar»

Abro la puerta y toda la clase vuelve a verme, incluyendo al señor Alex, esto es muy incomodo.

- Tara, sabes que en mi clase nadie entra, ni siquiera después de un minuto.

- Ahora es su cumpleaños Alex, haz una excepción solo por ahora - Dice Joss. Por suerte ella y el señor Alex se llevan muy bien, ellos se conocen desde antes que el fuera su maestro. Así que normalmente Joss de aprovecha de la amistad que tiene con el y el siempre le hace caso.

- ¿Eso es verdad Tara? - me pregunta sorprendido.

- Si

- Esta bien. Toma asiento, pero solo por esta vez. Y feliz cumpleaños por cierto.

Me siento junto a Bonnie, se acerca a mi y me susurra al oído - ¡feliz cumpleaños!

- Gracias - le contesto y le dedico una pequeña sonrisa.

Al final de la clase salgo y afuera están Joss y Carlos esperandome con cajas de chocolate y 2 globos de helio enormes. Uno dice feliz cumpleaños y el otro dice mi nombre. Son amigos geniales.

- ¡Feliz cumpleaños! - gritan los dos.

- Es de parte nuestra y de Bonnie y Eddi también - me dice Carlos.

- ¡Gracias! - Tengo una sonrisa de oreja a oreja. Me acompañan a mi casillero para guardar las cajas de chocolate y mientras vamos de regreso a nuestras clases me cuentan que tienen planes para mi esta noche y nos iremos de fiesta.

- ¡Y tienes que ir Tara! No aceptaremos un no por respuesta. - dice Joss.

- Pero claro que iré, jamas diria que no a eso.

Paso el resto de la mañana paseando los globos que me regalaron de salón en salon y recibiendo deseos de feliz cumpleaños y unos cuantos regalos más.

Por suerte ahora salgo mas temprano que el resto de la semana, me despido de mis amigos y me vuelven a recordar que saldremos esta noche a celebrar mi cumpleaños.

Me dirijo a mi coche cuando escucho una voz a lo lejos, vuelvo a ver y para mi sorpresa es Eunice. La conocí el año pasado en la escuela pero la expulsaron por sus calificaciones, a pesar de todo es una gran persona y sobre todo gran lectora, es de las pocas amigas que tengo que me comprende con mi adicción a los libros.

- ¡Tara! - me grita aún como a diez metros de distancia.

- Jaja hola Eu. - respondo calmada. Ella siempre ha sido una melodramática con todo así que yo tengo que ser su equilibrio cuando esta conmigo, además detesto gritar y sobre todo los escándalos

- ¿Qué no puedes estar alegre de verme por una vez en tu vida? - me pregunta acercándose.

- Lo estoy, solo soy poco expresiva y lo sabes - le digo aclarándole.

- Si, lo se. ¡Feliz cumpleañooooooos! - me dice y me abraza.

Me suelta y extiende su mano con algo que parece una caja, con un envoltorio azul marino y una chonga negra, la tomo muy curiosa.