Capítulo 10

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Como siempre su casa esta impecable, de noche se ve muy... Triste.

- ¿No te sientes sólo viviendo en esta enorme casa y sin compañía? - Pregunto viendo todo a mi alrededor.

- Absolutamente no, yo disfruto vivir solo. ¿Tu te sentirías sola aquí?

- Para nada - digo negando con la cabeza.

Sonríe, parece una sonrisa satisfactoria, pero no dice nada mas del tema.

- Se nos acaba el tiempo, ven conmigo. - Me toma de la mano para subir las escaleras porque están muy oscuras.

- ¿Porqué no enciendes las luces? - Pregunto mientras caminamos.

- Porque si los perros ven luces dentro de la casa a esta hora empezaran a ladrar.

Subimos las escaleras aun tomados de las manos, me guía hacia una habitación, abre una puerta y enciende la luz.

¡Es su cuarto! ¡Es su cuarto!

Me suelta la mano y camina hacia el enorme closet de madera que esta frente a su también enorme cama, saca un par de zapatillas converse blancos y me los ofrece.

- ¿Estas son tuyas? - pregunto extrañada, el no puede usar zapatos tan pequeños.

- Son de mi hermana - niega con la cabeza - ella las dejo aquí la ultima vez que vino.

- Ha bueno...

- Sientate - Me dice amablemente señalando su cama. - Iré por algo de beber ¿tu quieres algo?

- Un poco de agua esta bien, gracias - le dedico una sonrisa.

Sale de la habitación mientras me cambio los zapatos, suspiro cuando siento la comodidad de las converse, los tacones me estaban matando.

Me paro frente al espejo que tiene junto a su closet, cubre todo el alto de la pared. Me observo de pies a cabeza, llevo puesto un vestido sin mangas, me queda ajustado de todas partes, deja ver totalmente mis piernas, y tiene un escote no muy atrevido pero sexi, llevo mi cabello ondulado suelto y las converse blancas. Es definitivamente un estilo muy peculiar.

Caulder entra con el agua que le pedí, yo sigo viéndome en el espejo, el esta justo detrás de mi así que lo observo por el espejo.

Noto como me mira de pies a cabeza sin desir una palabra ni moverse, sonrió por dentro cuando lo veo.

- Me gusta este estilo - le digo con una sonrisa y señalo mi vestido. Me doy la vuelta y camino hacia el.

- Estoy de acuerdo - me dice.

Me paro a un metro de el, me ofrece el vaso con agua y bebo. No había notado que tenia tanta sed, hasta que el agua estuvo en mi boca, no bebía nada desde el mediodía.

- Muchas gracias - le digo, me quita delicadamente el baso de las manos y lo pone en una pequeña mesa de noche que esta junto a la puerta.

- ¿Y bien? - pregunto esperado alguna otra reacción suya.

Sigue sin decir nada, solo me mira, se cruza de brazos y recuesta su hombro derecho en el marco de la puerta.

« ¿pero qué esta haciendo? »

El ambiente empieza a ponerce un poco tenso, no se que espera y yo no se como reaccionar ante su extraño comportamiento.

- Te ves hermosa - dice por fin.

Me sonrojo al escuchar sus palabras y el sonríe de lado.

Y aquí estamos ambos, en la misma habitación, sin saber que decir ni que hacer.

Empieza a caminar hacia mi y se para tan cerca que se escuchan nuestras fuertes respiraciones, todo esta en cilencio, pero casi puedo jurar que tambien escucho mi corazón latir fuertemente. Levanta su brazo derecho y me toca suavemente la mejilla, se me pone toda la piel de gallina al sentir contacto con su piel.

- Tienes una pestaña aquí - me dice pasandome su pulgar por debajo del ojo, muy suave y lento. Podría jurar que lo hizo a propósito.

- Hu, gracias - digo suspirando de alivio, empezaba a poonerme muy nerviosa.

- ¿Nos vamos? - pregunta con una enorme sonrisa en su rostro.

- Si, claro - asiento con la cabeza y salgo de su habitación, cuando paso por la puerta el se hace a un lado para dejarme pasar y luego cierra detrás de mi.

- ¿Y qué planeas? - pregunto mientras bajamos las escaleras de su casa.

- Dime Tara... ¿Confias en mi?

- Yo supongo que si... - contesto extrañada por su pregunta, ni idea de que tendrá en mente.

- Te llevare a un lugar que jamas vas a olvidar, y se que te gustara porque tengo un gran sentido de la intuición.

Llegamos al auto y subimos.

- Caulder, necesito saber, me matas de la curiosidad - Digo mientras me abrocho el cinturón.

- Es sorpresa - me dice divertido - Pero si puedo darte una pista, si eso quieres...

- ¡Claro! - contesto con entusiasmo.

- Piensa en el tipo de lugares que mas te gusta estar...

- ¿Hablas enserio? Pero si tu no sabes nada de mi - me cruzo de brazos.

- Intuición... Pero dime ¿tienes una idea?

- El tipo de lugares donde más me gusta estar es en lugares pasificos, rodeada de la naturaleza, lugares con temperatura baja, en especial cuando el cielo esta gris, lugares que estén en lo alto, desde donde pueda ver hacia abajo y sentir que estoy en la sima del mundo. Si es de noche amo ver las estrellas y las luces de la ciudad, si es de día amo ver paisajes impresionantes que la naturaleza se presta para mostrar. Amo admirar la naturaleza. Así que dime Caulder... - Digo imitando su comentario - ¿El lugar al que me llevas tiene algo que ver con lo que te acabo de describir?

Noto que sonríe satisfactoriamente pero su vista sigue al frente y no me responde

Narra Caulder
Esta chica es mejor de lo que pensé, definitivamente tenemos mucho en común.

No tenia planeado ir a ese lugar hoy, pero cuando la vi sola en el parque contemplando ese paisaje pude ver como lo disfrutaba, se le notaba en el rostro, fue como si estuviera escapando de la realidad y se miraba realmente tranquila estando allí.

Me pareció linda desde que la vi por primera vez. El día en que me mude solo quería volver a mi antigua casa pero las circunstancias me lo impedían totalmente. Estaba del peor humor del mundo y simplemente no quería ni ver ni hablar con nadie, por suerte pague para que desempacaran todo y mi hermana se encargo del resto.

Ese día llegue en mi auto, me estacione y me quede adentro unos minutos intentando asimilar todos los cambios que estaban pasando en mi vida, aun parecía imposible que yo estuviera viviendo todo eso, no eran los planes que yo quería para mi en lo absoluto y simplemente aun no lo aceptaba. Seguía sumergido en mis pensamientos, cuando note que un BMW gris se estaba estacionando frente a la casa de al lado, no preste atención pero unos minutos después observe a una bella mujer salir del auto, llevaba su cabello castaño en un moño despeinado y unos mechones caían por su rostro, unos jeans ajustados que dejaban ver sus largas piernas, traía puesta una blusa blanca con un cuello en "v", tenia un escote que dejaba mas fácil admirar sus hermosos pechos, se inclino para sacar algo del otro asiento, lo que me hizo observarla mas atentamente, sacó una mochila y unos libros, llevaba sus manos ocupadas así que cerro la puerta del auto con un movimiento de cadera. Yo simplemente estaba atónito, tenia que conocerla, hubiera ido a saludarla en ese momento pero entró muy rápido a su casa. los siguientes tres días no la volví a ver así que creí que tan vez ella solo había estado de visita y no vivía ahí, asta el día en que por casualidad me la encontré en el parque y tuvimos un pequeño accidente, ahí supe que ella si vive en esa casa y por fin nos conocimos.

Y ahora, cuando la pude ver vestida así... Me gusto más que antes y cuando le pregunte los lugares donde mas le gusta estar y la escuche decir todo eso fue como escucharme a mi diciéndolo y de inmediato supe que llevarla a ese lugar que tengo pensado es muy buena idea.

- Bien, ya casi llegamos - le digo...

Mi Vida EnteraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora