Mi Vida Entera

Capitulo 8

Me pregunto que sera, solo puedo notar que es una caja y un poco pesada.

- ¡Mil gracias Eu! ¿que es?

- Averigualo tu misma, abrelo luego. Sólo puedo decir que te gustara mucho y me llamarás para darme las gracias - me guiña un ojo.

- Esto no es justo - hago un puchero.

- Si que lo es. Pero bueno, solo pase para darte tu regalo y desearte un feliz cumpleaños y que cumplas muchos más.

- Que mal, de verdad me alegra verte y mil gracias por acordarte de mi y traerme este regalo, eres genial y te extraño - me inclinó un poco para abrazarla y le doy un beso en la mejilla.

- Mierda Tara, ¿Porque tienes que ser tan alta?

- Jaja no lo se, tal vez porque soy genial - me enconjo de hombros y sonrió orgullosa.

- Era una pregunta retórica tonta - me dice y se cruza de brazos.

- Lo se, en realidad no soy alta, solo mido uno uno sesenta y ocho, tu eres la enana. Por cierto... ¿Traes auto o quieres que te lleve?

- Traigo auto, de hecho... voy para el aeropuerto - me dice y baja su cabeza.

- ¿Acaso te vas? - le pregunto asombrada - ¿Y no pensabas decírmelo?

- Si, mis padres me mandan a un internado en Francia. No quería decirle a nadie, pienso llamar a todos mis amigos asta que ya este allá, soy mala para las despedidas. - Sus ojos se empiezan a llenar de lágrimas y a correr por sus mejillas.

«Nooo, por favor no llores, no sirvo para consolar a nadie. ¿Y ahora que se supone que diga?»

- Eunice...

- ¿Eunice, que sucede? - Interrumpe Joss - ¿Esta todo bien? - pregunta. Pone una mano en su hombro y me mira a mi sin entender lo que sucede pero yo solo me encojo de hombros

«Gracias Joss por salvarme de esta.»

- Esta todo bien chicas, no importa. Las llamo luego - nos abraza a las dos y luego solo se va.

- ¿Qué le sucede? Jamas la había visto llorar.

- No lo se, me menciono que se ira lejos de aquí y luego empezó a llorar, pero gracias por llegar. De verdad no tenia idea de que decirle.

- ¿Y eso? ¿Te lo ha traído ella? - Señala el regalo que tengo en mis manos.

- Si. Escucha, me tengo ir, se me hace tarde y quede de ir a almorzar con Xiomara desde hace dos semanas.

- ¿Almorzar? ¿A las dos de la tarde? - levanta su muñeca y mira su reloj.

- Es a la única hora que ambas podemos - Explico entrando en mi auto y lo enciendo - Nos vemos en la noche Joss.

- Si amiga. También te quiero - me grita mientras me alejo en mi auto.

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Llego a mi casa para cambiarme de ropa, ya voy tarde para almorzar con Xiomara, mi mejor amiga desde hace 5 años. Mientras elijo que ponerme suena mi celular y lo contesto.

- Tara, apresurste mujer, tendrás que pasar por mi, le tuve que prestar  mi auto a mi hermano de emergencia.- Reconozco su voz de inmediato, es Xiomara.

- ¿Otra vez fue tras su novia? - Pregunto divertida

- Si, volvieron a discutir, se esta volviendo rutina Jaja. En fin te espero en mi casa ¿vale?

- Si, paso por ti en 20 minutos.- digo y cuelgo.

Veinte minutos después paso por Xiomara, pasamos el resto de la tarde en mi restaurante favorito, charlamos y nos contamos todo lo que ha pasado desde que no nos veíamos. En verdad disfruto pasar tiempo con ella, es la mejor amiga que he podido conocer y cada vez que estamos juntas solo hablamos sin notar el tiempo y como casi todas las amigas nos reímos de estupideces que solo nosotras comprendemos.

- ¿Tara, no dijiste que tenias que salir con Joss esta noche? - Me pregunta viendo la hora del celular.

-¡Mierda! Es cierto - se me había olvidado por completo, perdimos la noción del tiempo otra vez. - Me tengo que ir.

- Lo se, no te preocupes, nos vemos luego. - me dice. Nos despedimos y me voy a mi casa a cambiarme de ropa otra vez.

Mientras conduzco hacia mi casa veo la hora. Son más de las siete de la noche y hay un trafico terrible.

- Por favor contesta... Contesta - suplico llamándole a Joss para explicarle que llegaré tarde.

- Hola, ¿Tara donde estas?, estoy estacionandome frente a tu casa, mas te vale estar lista.

- De hecho para eso te llamo... aun voy de camino, llegare un poco tarde - digo esperando a escuchar sus gritos de furia, ya es la cuarta vez que planeamos una salida juntas y llego tarde.

- Tenemos un itinerario bien organizado para esta noche, tienes suerte de que aun sea temprano, hemos planeado todo a partir de las ocho en punto, así que tienes treinta minutos para traer tu trasero a tu casa. - Habla de una manera autoritaria.

- Are lo que pueda, lo prometo - cuelgo antes recibir mas regalos de su parte.

Llego cinco minutos antes de lo que me advirtió Joss, me bajo corriendo del auto y en cuanto entro a mi habitación la veo centrada en mi cama junto a un conjunto de ropa que definitivamente no lo elegí yo.

- Ni loca me pondré eso - señalo el corto vestido dorado y los tacones de aguja negros extremadamente altos que tiene junto a ella.

- Me imagine que te opondrías s usarlos, pero de verdad te verías genial con esto puesto - me mira con una cara suplicante.

- Sabes que no, puedo usar el vestido pero no esos tacones enormes.

- Si no los usas ¿para que los compraste entonces?

- Por que mi mamá me obligo. Y ya dije que no.

- Esta bien, usa lo que quieras - toma su celular y sale de mi habitación sin decir más.

Mientras me visto veo por el espejo la ropa que Joss dejo sobre mi cama, debo admitir que no esta nada mal, así que me lo pongo solo para ver como me vería con eso.

Noto que alguien abre la puerta - Tara apresurate, solo tenem.... - no dice nada, solo se queda parada en la puerta mirándome de pies a cabeza. -¡ Te dije que te verías genial!

- Es incomodo, me sentiré observada.

- Si y ese es el punto. Ahora solo hacen falta unos arreglos - me dice acercándose a mi tocador.

Joss me ayuda con el maquillaje y accesorios y en menos de diez minutos salimos de mi casa.

Estamos a punto de subirnos a mi auto cuando suena el celular de Joss.

- Hola ¿quien habla? - la veo y se queda unos cinco segundos sin decir nada.

- ¿Pero como...? No es posible - me mira y logro observar una inmensa angustia en su rostro.

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