Salimos del departamento y me dieron el gusto de poder dejarlos en la escuela. La nostalgia llegó una vez que llegamos a las calles que antiguamente recorríamos apresuradamente.
Fué idea mía el matricularlos en escuelas normales y adecuadas pero lo suficientemente seguras para que ellos estuvieran, no quería que nuestros hijos no supieran saber estar fuera del entorno al que está acostumbrado Tony.
Una vez que los dejé frente a la escuela, me quedé un momento observándolos. Los chicos Osborn llegaron casi a la par y se acercaron a ellos. Ví como entraban a la escuela y el chico James se acercó más de lo que debería a Tobey. Un pequeño gruñido salió de mí.
Mi único deseo en ese momento era el de volver a esos tiempos dónde como familia veníamos a eventos de los chicos. Todos los maestros hablaban maravillas de Tobey e inclusive nos felicitaban por tener un hijo como él (justo como ahora le sigue Peter), mientras que Andrew (a pesar de ser igualmente un genio), solo recibimos llamadas de atención por lo hiperactivo que es.
El sonido del teléfono interrumpió mis pensamientos.
-¿Hola?- había contestado sin ver de quién se trataba.
-En la 65 y Grand, café Waypoint- y colgó. Nath no me dejó decir algo.
Levanté la vista y ví al chico "Flash" saliendo de su carro, había algo que no me agradaba de él completamente.
De su carro salió una chica y al llegar a él lo abrazó y le dió un beso.
Tendría que hablar seriamente con mi cachorro por ello.
Me dirigí al punto que al parecer es un café con cosas de películas y series animadas. Entré y lo primero que ví fue una réplica de mi escudo.
Doy gracias a Dios por tener una gorra y lentes obscuros, sería peligroso si nos reconocen.
-¿No es malo estar aquí?- le pregunté una vez que la encontré en una mesa retirada del mostrador.
-El sol no ha salido completamente, muchos ni siquiera han espabilado completamente- Nath igualmente había tenido sus precauciones, tenía una peluca rubia y lacia, lentes ligeramente oscuros y se había vestido extrañamente diferente.
Me ofreció un café que había ordenado y tuvimos nuestro silencioso primer sorbo. Era una señal nuestra de que son malas noticias.
-Esta semana he estado investigando a algunos funcionarios y otros pescados gordos del ejército. Necesito que respires hondo- dijo bastante seria.
Hice lo pedido.
-Los acuerdos de sokovia intentaron cambiarse después de irnos antes de hacer la actual, las ideas seguían bastante cerradas y tenían varios apartados contra nosotros, pero no éramos los únicos afectados- dijo sin ningún espacio, como si ya hubiera planeado todo desde hace mucho..
Su cara que se había mantenido sin ninguna emoción, comenzó a tomar cierta molestia, inclusive al tomar el café podía observar que se contenía de hacer aún más esfuerzo. Dejé que continuara.
-Según ese informe, nuestros hijos estaban planeados para servirles obligatoriamente, sin importar que tengan otros planes, serían obligados a ser parte de Shield y servir únicamente a tareas gubernamentales- dió un largo suspiro - sin embargo, esas solo eran las buenas noticias para los hijos de quien firmaran.
-¿Cómo que para quienes firmaran?- pregunté un poco confundido.
-Los que firmaran los acuerdos acreditaban que eran los responsables de sus hijos y el peso en general caería en el vengador, pero en el caso de Kobik, caería toda la responsabilidad que nosotros dejamos, inclusive tendrían el permiso de poder hacer experimentos ó usarla como amenaza hacia nosotros.
-¿Por eso fué que regresaste antes?- pregunté horrorizado.
-Si, Tony me contactó y me mencionó este apartado, sin embargo sólo me dio la información necesaria para ir con mi hija, el resto lo investigué por mi cuenta- dijo inspeccionando mi rostro, como si evaluara mi estado-. te impresionaría lo que Tony hizo, y no sólo por mí, si no por todos.
-No es necesario estar impresionado y totalmente agradecido con Tony por ello, siempre lo he estado- dije con toda sinceridad.
-Aún no se como puedes estar lejos de él- tomó mi mano y me dio una sonrisa comprensiva-. yo no sé qué haría si Buck no estuviera a mi lado.
-Se lo diré cuando lo vea- dije para aligerar el ambiente.
-No lo hagas- dijo más calmada- le darías motivos para querer tomar riendas de la relación.
Me reí un poco, pero no duró mucho. Tenemos otro largo silencio junto con otro sorbo de café. Ella ve a la ventana, seguramente viendo cómo la gente pasa sin problema alguno, como si añorara ahora el poder tener una vida normal. Mientras yo me doy el gusto de perderme en el aroma del café.
Nath sabe que debía mantenerme tranquilo, por eso su elección de mi bebida. El café con canela y un toque de leche y miel, el olor de Tony, mi Tony.
-Hay algo que no me cuadra dentro de esos términos- comenzó sacándome de mis pensamientos- El informe tenía varias hojas salteadas y algunas lagunas sin beneficios alguno. Puede que hayan eliminado grán parte del documento pero no logro rastrearlo. Pero la pregunta es, ¿Qué es lo que tenía escrito?-
-¿Alguna idea?- pregunté, si algo no fallaba era la intuición de Nath.
-No, pero con las referencias sin duda es algo malo-
-¿Qué sabes del General Ross?- pregunté, te iba que saber si estaba inmiscuido en algo.
-Nada que pueda justificar lo que quiero hacerle- dijo aburrida-. también sospecho de él, pero necesitamos más tiempo e información.
-Investiga quienes hicieron el documento y busca pistas del resto del documento- ordené- yo hablaré con alguien que pueda tener algo de información.
-Tony no te hará caso, ya lo intenté- dijo rápidamente.
-No hablo de mi Omega- alcé un poco la voz junto con un leve gruñido, mi cuerpo pensó antes y me acerqué intimidante hacia ella- es mejor no meterlo en estos momentos.
-Adivinaré, ¿su celo?- me miró coqueta..
No dije nada, sólo regresé a mi asiento y seguí bebiendo mi café con recelo. Sería nuestro segundo celo separados y el primero casi nos desgarra. Miré a Nath que solo esperaba a que me abriera con ella.
-Estoy un poco ansioso de lo que pueda pasar, el primer celo fue horrible, no sé cómo no nos volvimos locos sin el otro- dije tratando de expresar lo terrible que fué.
-¿Cómo? ¿No lo pasaron juntos?- preguntó confundida.
-No- dije aún más confundido, ella incluso estuvo presente cuando me pusieron en esa cabina de aislamiento para pasar el celo - ¿por qué lo dices?.
-Por nada- dijo como si nada- me alegra poder tener esta conversación.
Ella sonrió y se paró terminando con la charla.
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Destinados divorciados
Подростковая литератураEl equipo Rogers regresa por fin a su casa, a su país, pero con las consecuencias que la Civil War dejó. Las condiciones fueron establecidas y los ex convictos no tuvieron de otra más que aceptarlos. Divorcios, rechazos y dolor no solo de la socied...
