Parte 16

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Después del café me dirigí a casa.

Necesitaba pensar antes ir al trabajo. Estos días serán difíciles y por más que lo intente no puedo concentrarme. 

Lo acepto, estoy frustrado y según mis cuentas, la próxima semana es nuestro celo.

No tener a Tony es mucho más complicado de lo que pensaba y más sin poder encontrar las camisas de él. 

Mi Lobo está deprimido y no hay momento donde me pida que vaya y le implore a Tony que esté con nosotros. Sin embargo hay ciertos puntos que impiden nuestro encuentro.

1- Tengo una orden de restricción y no me puedo acercar a mi Omega o a la torre Stark a menos que sea por trabajo.

2- Tony está temporalmente suspendido de obligaciones físicas dentro de Shield.

3- Si quiebro alguna regla podrían quitarme la custodia compartida de mis hijos.

Busco por última vez y por toda la casa las prendas encontrando sólo la misma.

Aún más frustrado suelto un lamento. Estoy en mi límite y sé que lo que necesito no puedo obtenerlo. 

Me quedo sentado a mitad de la habitación, apretando la única prenda que tengo de mi único amor.

Respiro hondo buscando el inexistente aroma de mi Omega en la camisa y me animo mentalmente para pararme y dirigirme a Shield.

Soy un zombie viviente, mi concentración está muy lejos de lo que tenía en mis mejores días. La debilidad está presente y mi ánimo está por los suelos. 

Solo quisiera que el reloj avanzará más rápido para regresar a casa y recibir a mis pequeños rayos de luz en este día gris.

-¡Rogers!- dijo alguien, volteé a verlo y el mismísimo general Ross sonreía con una sonrisa pedante- Me alegro encontrarlo, justamente le había dicho a Fury que necesitaba a sus mejores soldados para una conferencia en Francia. Personas importantes del gobierno y sus allegados están involucrados y necesitamos el cuidado que sólo un vengador nos puede ofrecer ¿No es verdad?- codeó mi brazo esperando que siguiera su juego. 

No le seguí ni la sonrisa, mi instinto me decía que lo atacara pero mi lobo estaba demasiado cansado para hacerlo.

-Bueno, siga con su dia, le diré a Fury el día que sean requeridos- terminó para seguir bromeando con su guardia, por lo que me giro por mis talones y una inmensa ira me invade.

Ahora mi pasó es más fuerte y pesado. Mi aroma está saliendo irritado y lo noto porque todo el personal evita estar en mi camino.

-C-capitán- un subordinado trata de caminar a la par, sin embargo comienza a trotar- La agente Rovanov solicita su presencia en la oficina principal.

-Dile que en un momento voy, necesito hacer otras cosas- como calmarme por ejemplo.

Apresuré el paso dejando atrás al chico, me dirigí al elevador. Gracias a Dios mi oficina es lejana al resto de la población. 

Salgo una vez que las puertas se abren y me dirijo a una de las puertas del solitario pasillo. 

A mitad de camino mis sentidos se atrofian y un mareo llega de la nada junto con mi Lobo rasgando mi interior. Logró descifrar el leve olor que está en el ambiente y trato de concentrar todo lo que tengo para llegar a la puerta.

Cuando la abro, lo único que veo son sus enormes y hermosos ojos chocolate.

-¡Steve!- dijo Tony, mi Tony, mi esposo, mi precioso Omega.

Este levanta el brazo para intentar tocar mi rostro a pesar de dudarlo un poco. Mientras yo doy mi máximo esfuerzo por seguir parado mientras veo las facciones de mi alma gemela.

Destinados divorciadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora