Destinados divorciados

Parte 23

¡Hola!

Tardé un poco para poder darle un sentido a todo mi desvergue en la historia 🤔🤔

Aún tengo que esclarecer algunas cosas pero ahí la llevamos.

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Me levanté y me sentía mareado y adolorido.
Me tapo un poco más pero mi mente ya no quiere descansar, así que me levanto pero comienzo a sentir un dolor en mis caderas y otras zonas.
Me siento sumamente raro.
Me inclino hacia la esquina de la cama y ... oh no.

Estoy desnudo.

A ver, a ver, esto no está pasando... recuerda, vamooos ¡recuerda!.
Lo que sucedió en la fiesta es que comenzaba a tomar... no recuerdo porqué.
¿Será porque MJ me rechazó?

No. No era eso.

James se molestó conmigo por beber cualquier cosa que tenía en la mano... pero eso no explica cómo llegué aquí en el cuarto de... ¿James?

¡Los chicos!

Había tomado con otros chicos, tomé con unos que me dieron una cerveza extraña... y recuerdo un chico y una chica.... Oh no.

James me matará

De repente se abre la puerta y James viene con una charola con comida. Mi estómago gruñe en cuanto percibo las donas en el plato.

-¿Cómo amaneciste?- preguntó.

-Bien- dije.

Yo tomé felizmente la bandeja y comencé a comer mi dona favorita. Me siento extrañamente consentido y James sonríe al verme comer.

Terminé mi desayuno y James se acerca, se pone a mi lado y me toma del hombro para acariciarlo.

No hay otra palabra que pueda describir como me siento más que felicidad.

Pero... James me besa el cuello y me quedé helado.

Volteé a verlo y me dió un pequeño beso en los labios.

-¿Pasa algo?- James se comienza a alejar lentamente - no lo recuerdas ¿Verdad?.

-¿Recordar?- pregunté en shock pero la sensación de sus labios en los míos...

-¡Díos! Sabía que pasaría esto... perdóname Tobey- comenzó a temblar y sus ojos comenzaron a brillar.

-Tu y yo... ¿Qué pasó?- unas inmensas ganas de abrazarlo me invadieron y una voz dentro de mí gritaba por calmarlo.

Me acerqué y lo abracé. Solté un poco de mi aroma y sentí cómo comenzó a relajarse poco a poco.

-Todo está bien- le dije. Él me abrazó y caímos a la cama.

Duramos un rato acostados, James estaba pegado a mi cuello hasta que él comenzó a acariciar mi espalda.
Se sentía extraño pero no quería que dejara de hacerlo. Hice lo mismo pero con su cabello y levantó la cabeza.

Cuando nuestras miradas se encontraron no sé porqué pero tuve un impulso, así que lo hice.

Lo besé, me acerqué, profundicé el beso y sus manos comenzaban a bajar por mi espalda.

Llegó a mis glúteos y los tomó con fuerza mientras se posicionaba sobre mí.

Comenzó con los roces y los besos hacia el cuello hasta que llegó a mi glándula.

Todo mi cuerpo vibró con el roce de sus labios y su lengua pasando por toda esa zona.

Inmediatamente lo volteé, rompí su camisa y solté demasiadas feromonas.