IX

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Las miradas sutiles pero fulminantes eran algo pesadas para Scarlet, después de que el chocolatero mostrara atención a su persona, sentía que le lanzaban dagas. Observo de reojo a Wonka, el hombre al sentarse le sonrió a Mina terminando con un doble golpecito sobre la cabeza de su sobrina con el caramelo de su bastón. Ya llevaba rato viendo atentamente esta acción. Notaba que Willy Wonka tomo muy rápida confianza hacia su sobrina. Al principio le pareció un poco incómodo ver como la agarraba de costal para golpes pero poco a poco noto que lo hacía como para disimular algún castigo ante el resto o solo por diversión. A su sobrina no parecía incomodarle solo se sobaba su cabeza con una sonrisa. Quien lo analizara seguro sería un nuevo método de idioma entre ellos. Para cuando Wonka termino con Mina alzo su mirada dirigiéndose a Scarlet. La aludida sintió caliente sus mejillas claro signo de que estaban sonrojadas. Solo asintió rápidamente para ver al frente y evitar que el chocolatero descubriera su sonrojo. El plan era fallido ya que Willy solo bufo internamente ante infantil acción.

—¡Hacia adelante! —ordeno Wonka.

El movimiento algo brusco al comenzar a moverse la barcaza provoco que todos se aferraran a su lugar. Más Wonka había colocado su bastón sobre las piernas del dúo Viecny para evitar que se movieran demasiado. Pero él termino casi por caerse al estar pendiente del dúo. Mina reacciono de inmediato, jalando del saco al chocolatero y evitar que terminara nadando en el rio. Wonka sonrió por la diversión que estaba tomando el viaje.

—Gracias —susurro Willy, retirando su bastón.

Mina solo asintió, para después poner su vista en el trayecto. Willy noto el brillo de emoción en los ojos de Mina. Luego de verificar que disfrutaban el viaje en la barcaza, analizo al resto de niños al frente. Quedaban cuatro niños en total, estaba ansioso de ver si caería el siguiente. El avance era algo lento pero los espectadores no paraban de ver todo el prado. Wonka noto que Mina estaba con una expresión algo cansada, quizás debido a lo sucedido con su tía. Pasando uno de los regaliz que estaban sobre el río, corto una rama en forma de cucharon tomando un poco del chocolate fundido del afluente.

—Toma —dijo Wonka pasándole el cucharon a Mina—. Pruébalo, te va hacer bien. Te ves medio muerta de hambre.

Mina probo gustosa el chocolate ¡Era delicioso! El método del mezclado que había dicho el señor Wonka tenía razón. La consistencia era ligera y espumosa. Parecía un mousse en la boca y liquido al pasarlo por la garganta ¿Cómo era posible? Paso el cucharon a su tía que al igual termino fascinada.

—¡Es delicioso! —indico Mina.

—Eso se debe a que lo mezcla una cascada —respondió Wonka. Sus ojos brillaron al recordar un dato, llamando la atención del resto con ello—. La cascada es muy importante. Mezcla el chocolate, lo agita, lo vuelve ligero y espumoso. A propósito, ninguna otra fábrica en el mundo...

—Ya dijo eso —irrumpió Veruca.

Willy se quedó a media gesticulación y explicación. Bajando su mano bajo la mirada atenta del resto. Internamente Wonka estaba molesto por la interrupción, pero lo disimulo un poco. Viendo a los niños.

—Ustedes son muy listos, ¿no? —dijo, Wonka.

—Pues, sí. Somos niños —respondió, Violeta con obviedad.

Mina fulminaba con la mirada a la bola de tontos frente a ella. Aun así el adulto estaba algo errado, no era motivo para responder de manera tan irrespetuosa.

—No es pretexto. Yo nunca fui tan chiquito —respondió, Wonka.

—De niño, si —intervino, Mike.

—Que no. ¿Sabes por qué? Porque yo me ponía un sombrero sobre mi cabeza. Mira tus bracitos cortos. No alcanzarías —rebatió el chocolatero con una sonrisa de satisfacción.

WonkaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora