This Is Love Secret [TLS#1] ©

|3| xx Método avestruz: Esconde tu cabeza y disimula que eres perfecta

No escondas la cabeza
Aunque pases por la pena
No seas Una avestruz
Que esconde su cabeza lejos de la Luz

Siempre ten presente
Que los errores son evidentes
Pero la manera de corregir
Es aquella donde te haces redimir
Y con unas sonrisa sueles decir
Que te amas siendo así

Capítulo Tres
Método avestruz: Esconde tu cabeza y disimula que eres perfecta.

De nada sirvió haber discutido por una hora y media con su madre sobre la vestimenta y el supuesto vocabulario que había ofendido.

Ninguna de las dos era la persona indicada para discutir un conflicto y ambas lo sabían, se conocían tan bien que llevarse la contraria no era común entre ellas.

O al menos no para la versión que Jelly mostraba.

Pero hoy, solamente hoy la castaña se cansó de sentirse como la marioneta de su madre.

No era del todo cierto, que se jugaba al titiritero con la joven chica, una realidad que ella no iba a admitir por poseer un ego demasiado alto.

Aunque en el fondo le molestaba siempre tener que seguir un patrón que fuese ajeno al que ella creaba.

Después de lanzar almohadas y recibir varios zarandeos por parte de su progenitora ambas terminaron sentadas en el suelo de la nueva habitación chillando por su comportamiento dirigido la una a la otra.

La más dolida era la mujer, no recordaba haberse enfrentado a su hija de aquella brusca manera.

Reconoció que perdió la cordura e intentó golpearla, en ese preciso momento reaccionó y rompió en llanto.

Su hija la entendía más no la apoyaba a irse vestida de manera reveladora al nuevo instituto.

Apretó sus puños conteniéndose. Algo le afectaba de sobre manera. Y eso hacía que las grietas se hicieron más grande.

Observó a su madre envuelta en sollozos, sorbiendo sus mocos sin dejar de lamentarse por lo ocurrido.

Sin verlo venir su madre la acuñó entre sus brazos llorosa, Jelly arqueó una ceja confusa.

Hace minutos quería aventarle la lámpara de la mesita de noche y ahora le suplicaba le perdonara afianzando el agarre en la cintura de la castaña.

Suspiró rendida...

Nunca se le llegó a pasar por la cabeza que exponer lo que las grietas dejaban ver ante la mujer que le dió la vida causaría tanto sufrimiento como lo veía en su madre.

—-Está bien mamá—-la mujer levantó la mirada hacia los ojos castaños de su pequeña.
—-Iré al instituto. —-dejó asomar una pequeña sonrisa que consoló a la castaña por haber dicho semejante oración. —-Pero eso sí—-dijo sería—-No quiero que pase de mañana para que busques un uniforme de mi talla —la señora asintió repetidas veces hasta que el cuello le doliera.

Quería dejarle en claro a su pequeña que haría lo posible por verla feliz así eso significará sacrificar el dinero ahorrado para su nueva colección de carteras.