<<Capítulo Tres || Lucielle>>(SPECIAL)

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 (Pequeño capítulo para que sepan como conocieron Nahir, Marie y Jadiel a Lucielle)

— ¡Morgan y Gómez, con el director ahora! —Grita furiosa la profesora.

— No vuelve a pasar —Dice inocente, mi querida amiga, pero aún nos reíamos.

— Lo... lo... sient... —Tartamudeo de la risa—. Lo siento, prof...

— ¡Fuera! —Grita con furia.

 Río fuertemente sin poder aguantar y salgo por la puerta con Mare a mi lado.

 En todo el pasillo retumbaba nuestra risa, pero luego de recobrar la seriedad Mare me ataca con su actitud de mierda que solo ella tiene.

— Otro castigo —Resopla con molestia.

Y sí que lo es. Los castigos que aplica Berry, la profesora de arte, son aburridísimos; nunca hacemos nada y, si llegamos a hacer algo, es totalmente ridículo. Odio los castigos.

Y sin mencionar que en casa nos espera otro castigo por recibir un castigo en la escuela, simplemente genial ¡Hurra!... nótese el sarcasmo.

— ¿Que haremos ahora?

Me encogo de hombros.

— Hagamos algo malo —Me burlo.

— ¡Seamos malas! —Ríe.

Al verla tan emocionada, le pregunto si tiene alguna idea.

— Oh, claro que se me ocurre algo —Pausa dramáticamente

(...)

— ¿Las chicas malas usan negro o fucsia?

— Yo amo el fucsia —Digo sin importancia esparciendo el barniz.

Me fijo en mi bolsito, que saque del casillero, si tenía el color azul metálico que me pidio Mare.

— ¿Y turquesa? —Insiste.

Y le paso lo más parecido que encontré.

— Sip —Me río—, somos muy muy malas.

Ella carcajea y pinta sus uñas.

Las chicas malas se pintan las uñas en el baño. Uff si, somos la reencarnación del Diablo.
Poco después esperamos que las uñas se sequen.

— ¿Tenemos alguna otra clase, Mare?

— Juntas, sí.

Entonces la campana suena como final de hora.

— Química —Responde ella dejándome con la palabra en la boca, sabiendo que iba a preguntar eso.

 Juntas salimos del baño y nos dirigimos a nuestra siguiente clase. Caminando por los pasillos, como unas totales diosas -nótese el sarcasmo-, buscamos a nuestro gnomo rubio. Pero parecía que los lockers se la habían tragado, y cuando por un momento creímos verla estaba cargando libros.

¿En serio, libros? De Nahir me sorprende.

 Nos acercamos a ella y le golpeo el hombro bruscamente, porque nos tratábamos así.

— Oye, rubia ¿Dónde estaba... —Me callo cuando veo sus ojos.

— Fucking —Dice Mare del mismo modo, yo me sorprendí un poco también.

 La chica es algo parecida a nuestra rubia, nada más que ésta era teñida y su look era que las raíces oscuras se notaran, sus ojos eran dos esferas oscuras y su nariz era pequeña, sus pómulos bastante abundantes y su complexión pequeña: flaca, curvilínea y un poco más baja que yo.

Niñas Mal (I) EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora