Veo a Nahir frente a mí, gritándome y tironeando mi brazo para levantarme e irnos, pero en su intento se cae.
Luce esta de cuclillas en el piso con otra chica, mientras sus manos se apretan en sus orejas.Estoy aturdida.
Es entonces que veo la puerta, de la habitación donde me encuentro, ser derribada por muchos policías. Nahir tironea una vez más de mí y mi cuerpo por fin reacciona, intento correr hacia una ventana rota, pero entre que me levanto demasiado rápido del reposo y contando con el hecho de que estoy drogada y alcoholizada, me mareo y casi caigo al piso. Un golpe que es evitado por un policía que me atrapa por la cintura, más él me tira al piso boca abajo con mis manos detrás de mi espalda.
Una alarma incesante dentro de mí, hace que me retuerza y logre golpearlo de alguna forma y liberarme, sin dudar, corro hacía la ventana. Pero tengo medio cuerpo afuera y un hombro sangrante por un vidrio roto, cuando caigo en cuenta se es una ventana de un segundo piso. Si me lanzo serían más las posibilidades de morir que de escapar.
El policía me empuja hacia dentro de nuevo, y ahí estoy de nuevo, boca abajo y con las muñecas en la espalda siendo esposadas por aquellos brazaletes tan molestos y dolorosos.
No sé cuantas veces me quejo y suelto insultos, solo sé que ninguno se entiende. Y, aparte de mí, muchas personas más son esposadas.
Levanto mi vista, aturdida, y encuentro a Nahir boca abajo en una cama con un policía tras ella esposando sus muñecas. A Lucielle por otro lado la están sacando a la fuerza de la habitación.
Dos hombres tironean de mí para hacerme poner de pie a la fuerza, pero no tengo la misma fuerza que ellos y me terminan por sacar de la habitación con forcejeos.Muchos chicos están en la misma situación. Aunque al final solo se llevan a unos gemelos, un grupo de tres chicos con cabello de colores, un par de chicas inconscientes y a nosotras.
¿Dónde está Marie?
Automáticamente al cruzar la puerta, una luz me cega de mi visión y choco contra el capó duro de un vehículo policial. Más mi pregunta se auto-responde cuando veo a Mare recargada igual sobre éste, también esposada.
Cuando el oficial nos deja en el móvil, no adentro si no que afuera, más de mil veces se me ocurre hacer una estupidez. Como, por ejemplo, correr y golpear a un policía; simplemente correr lejos hacia el hotel; o zafarme de las esposas, algo que en todas mis visitas a la estación e Manhattan aprendí.
Pero sería estúpido, hay más de cinco vehículos policiales rodeándonos e incontables policías, sin mencionar las personas que viven en los alrededores y que observan el espectáculo, al igual que los reporteros.
Más allá de todo eso, lo único que me impide hacer algo así, es la droga. No puedo siquiera moverme sin caer.
Mi cuerpo pasa factura y por fin me permito sentir cansancio, y no solo yo, lo puedo notar por el rostro de mis amigas.
Luego de una media hora, vuelven dos policías con un bloc de notas y nos hacen bastantes preguntas que, obviamente no podemos responder de tan "aturdidas" que estamos. Ellos deciden dejarnos un rato ahí hasta terminar de tomar una corta declaración a las personas que estan ahí, pero luego nos meten a un móvil policial.
Y la cosa se pone fea.
Como el auto aún no se mueve, recuesto mi cabeza en la ventana y observo por el vidrio rejado la situación. Justo al lado hay otro coche con dos chicos dentro, quienes reconozco como los gemelos -aquellos que me regalaron nieve-, estos al vernos, pegan sus bocas al vidrio tirándonos besos y haciendo que el vidrio se empañe, con sus dientes de oro resaltando en la oscuridad. Una vista realmente asquerosa.
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Niñas Mal (I) EN EDICIÓN
Humor"No es que no aprenden, es que no quieren" --------------------------------------------------------------------- Todos mis créditos a @AstraLaRikolina por las portadas ¡me encantan! y la más reciente echa por mí. Esta historia participa del concur...