Aᴍʙᴏs Pʀᴏxʏ's ǫᴜɪᴇʀᴇɴ ᴀ ʟᴀ ᴍɪsᴍᴀ ᴄʜɪᴄᴀ, ᴘᴇʀᴏ sᴏ́ʟᴏ ᴜɴᴏ ʟᴀ ᴛᴇɴᴅʀᴀ́.
Nunca sabes quién te observa.
Nunca sabes quién te sigue los pasos.
Nunca sabes quién te piensa.
Y cuando te dés cuenta, puede ser demasiado tarde. Ya eres su objetivo, su obsesió...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Elena Jones
No hay ningún lugar a dónde corra, estoy atrapada en un callejón sin salida con un maldito psicópata que le dán unos extraños tics en el cuerpo.
—Shh... Tranquila... Por fín estámos solos, muñeca.—Se acercó lentamente a mí, tambaleándose un poco.
—¡AYÚDENME, POR FAVOR!—Intenté correr, pero él me atrapó en sus brazos, cubrió mi boca poniendo una pequeña navaja en mi garganta.
—¡Cállate, estúpida! ¡No te muevas!—Solté gemidos desgarrados con la esperanza de ser escuchada por alguien.—¡O dejas de gritar o terminarás como ese bastardo!—Se refirió al cadáver del policía.
Hice caso y dejé de poner resistencia.
Me giró bruscamente y me empotró contra la pared. Puedo ver mi reflejo atemorizado a través de sus gafas, pude notar que él sonrió bajo ese extraño bozal.
Acercó demasiado su cara a la mía, acarició mi mejilla y comenzó a olfatearme.
—Que c-cálido...—Susurró con su cara en mi cuello.
Su voz es áspera y fría.
—¿Por qué puedo sentirte?—Jaló un mechón de mi cabello y me hizo mirarlo.—¿¡Qué demonios eres, maldita!? ¿¡Por qué puedo sentirte!?—
«No entiendo a qué se refiere».
—Suéltame, por favor.—Susurré atemorizada.
Soltó suavemente mi cabello, pero su mano rodeó mi garganta. Inmediatamente, empecé a temer por mi vida.
—¿Tienes miedo?—Preguntó entre risas.
Asentí temblando y él se apegó más a mí, cerré fuertemente mis ojos y apreté mi boca cuando ese asesino posó sus labios sobre los míos, casi no sentí el tacto de sus labios por su bozal. Sus ásperas manos dejaron en paz mi cuello y tomaron mi rostro.
—Has crecido tanto. Te extrañé mucho, mi amor.—Dice con cierta nostalgia y tristeza.
Lo miré perpleja.
«¿Nos conocemos?»
Éste hombre me confunde con otra chica, lo que más me aterra es que me acaricia y me mira como si fuese algo muy preciado para él. Creo que él no me mira a mí, sino a otra persona a través de mí. No lo sé, es difícil explicarlo.