𝐶𝑎𝑝í𝑡𝑢𝑙𝑜 33

1.5K 96 59
                                    

Elena Jones

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Elena Jones

1 SEMANA DESPUÉS...

Una semana entera ha transcurrido desde aquélla noche que Masky y Hoodie llegaron borrachos y agresivos a casa.

Masky y Hoodie saben que detesto y que me dán miedo los hombres borrachos y agresivos. Así que desde esa última noche no volvieron a tomar ni una sóla gota de alcohol, dijeron que lo que menos quieren es provocarme ansiedad, angustia y miedo.

«Eso no reparará el daño que me hicieron».

El otro día, Masky me trajo flores frescas del bosque, pero de manera fría se las rechacé y se las aventé en la cara. Hoodie se carcajeó por mi hostilidad y mi rechazo hacia Masky.

«¿Qué pretende? ¿Cree que con unas simples flores lo voy a aceptar? Está pero si bien equivocado».

Ahora mismo estoy lavando los trastes del desayuno. Pero desde que amaneció no he visto a ninguno de esos dos.

«Siempre desaparecen misteriosamente».

Espero no verlos en todo el día.

Mientras lavaba los trastes, una fuerte punzada vino a mi cabeza, lo que me hizo cerrar con fuerza mis ojos. Al cerrar mis ojos siempre veo la silueta de un hombre sobre mí, más nunca logro ver su rostro, hasta en sueños lo veo. Últimamente, siento y sueño cosas muy raras.

«Creo que iré a bañarme. Me siento sucia».

La puerta principal se abrió de golpe y de manera apresurada sacándome de mis pensamientos. Me giré rápidamente y respirando agitada por el miedo, es Masky quién llegó y azotó la puerta detrás suyo.

De inmediato, empecé a temblar porque estoy sola con él.

Lo veo un poco nervioso y agitado, como si hubiese venido corriendo. Lo ví quitarse su máscara y limpió el sudor de su cara con ambas manos como si pareciera frustrado o preocupado. Parece que aún no se ha percatado de mi presencia.

—¡Elena!—Brinqué asustada por su repentino llamado.—¿¡Dónde estás!? ¡Contesta!—

«¿Para qué me quiere? Tengo miedo de contestarle».

De repente, miró a la cocina dónde estoy yo y reparó sorprendido al verme, asustándose seguramente.

Hasta yo me asusté cuando su mirada me ubicó y mi miedo aumentó. Me asusté tanto que hasta el vaso de vidrio que estaba enjabonado en mis manos se me resbaló y se estrelló en el piso haciéndose añicos.

—Elena, ¿Qué te pasa? ¿No te lastimaste? Déjame ayudarte con eso.—Caminó tan rápido hasta mí, se le notaba demasiado preocupado.—¿Te sientes bien?—

—S-Sí... Es sólo que... Me asusté al verte llegar. L-La puerta se escuchó tan fuerte...—Susurré nerviosa.—Deja eso, lo recogeré yo misma—.

𝐊𝐈𝐃𝐍𝐀𝐏𝐏𝐄𝐃 𝐁𝐘 𝐏𝐒𝐘𝐂𝐇𝐎𝐏𝐀𝐓𝐇𝐒┃Masky, HoodieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora