Recuerdo aquel día cuando comenzó todo. Me encontraba viviendo en la comunidad de Apatalajain, Flor de la Guajira, todo iba bien, no tenía mucha riqueza pero tampoco nos faltaba el sustento diario, sin embargo mi mujer nunca se conformaba con lo que yo le daba, siempre deseaba lo que tenían las otras mujeres, aunque me cueste admitirlo ella era muy materialista, al principio la complací, pero después no podía con sus caprichos:—Mi amor, la hija de Aliina tiene muchas mantas hermosas...quiero unas como esas. ¿No te gustaría verme estrenarlas en el pioi?
—Tu sabes muy bien que me encanta observar como te mueves con el Taita'chira, lo bailas mejor que todas las mujeres. Te ves tan sensual con esos movimientos. Pero hace unas semanas te compraste varias mantas.
—Ya todos vieron que me los puse , quiero unas nuevas para el festejo del sobrino ¿Entonces que me dices? Me vas a dar dinero para comprar esas hermosas mantas...—Ella se me acercó para besarme y provocarme, sabía muy bien como convencerme, era imposible decirle que no cuando me seducía de esa forma.
—Si mi amor, venderé algunos animales y podrás comprarte todo lo que quieras.
—¡Gracias mi vida! —Amaba verla feliz, su sonrisa me hipnotizaba, se veía tan hermosa con esas largas pestañas y hoyuelos en sus mejillas.
Después de comprarle lo que pedía siempre quería más. Nunca se conformaba con lo que teníamos y cuando nacieron nuestros hijos las cosas empeoraron, me exigió más cosas.
Yosusi no era como las demás mujeres wayuu, además de ser muy hermosa no hacía ningún oficio en nuestro hogar, solo pedía lo que deseaba como si tuviera una lámpara mágica para cumplir sus deseos porque era una Julemia, fue criada para ser como una princesa, tenía a una señora a su servicio que es la que hacía todo los quehaceres del hogar desde lavar hasta cocinar. Por ese pequeño detalle mi madre no gustaba de ella, siempre la vio con malos ojos.
El tiempo transcurría y las exigencias de mi mujer me arruinaban más, mi corral ya estaba casi vacío por complacerla. Quizás si le hubiera hablado claro de nuestra situación económica ella me hubiese entendido, al menos lo hubiera intentado. Me preocupaba nuestra situación, y veía que mis hermanos se daban la mejor vida y su corral seguía en aumento en vez de bajar su cantidad de animales.
Cierto día fui con mi mujer e hijos a una reunión familiar, allí me reuní con todos mis hermanos, éramos siete varones, nuestros padres nunca tuvieron hijas.
Se dio un festín sin igual, ellos estaban celebrando el cumpleaños número dieciséis del primogénito de uno de mis hermanos mayores, ese muchacho era su orgullo, salió igualito a el muy diestro en los negocios y mujeriego como sus tíos.
Hubo derroche de chirrinchi y carne asada para todo el mundo, tocaron el kaasha hasta el amanecer.
Mientras estábamos bebiendo alcohol, uno de mis hermanos me habló más de la cuenta por los efectos de la bebida:
—Entonces hermanito...¿Esa Julemia te tiene arruinado? Hay muchas mujeres en estas tierras, búscate otra que si te pueda atender como se debe y que no te exija tantas cosas materiales. Yo no soportaría comer la comida preparada por una vieja que no sea mi mujer.
—Ja ja ja...No hace los oficios de la casa pero me atiende muy bien como mujer, no te creas que no he pensado en tener otra pero Yosusi es muy celosa , no aceptaría que yo tenga otra.
—¿Porqué le das tanta libertad a tu mujer? El hombre es el que manda en su hogar. No dejes que ella te controle como un títere —exclamó otro de mis hermanos.
—Asi es hermanito...únete con nosotros. Te enseñaremos a controlar a tu yegua rebelde.
—Estoy muy ocupado pastoreando, cada vez tengo menos animales. —No pude ocultarles mi preocupación.
—Eso no será ningún problema, con nosotros sólo debes buscar a un jovenzuelo que te cuide los animales, no tendrás necesidad de vender nada.
—¿Y como hacen? —les dije intrigado, no me imaginé en qué tipo de negocios estaban metidos ya que tenían muchas posesiones.
—Lo verás si te nos unes. —En su mirada se reflejaba algo turbio.
—Esta bien. Iré con ustedes.
Sea lo que sean que estén haciendo me haría bien porque estaba casi en la bancarrota. Si seguía así muy pronto me tocaba mudarme a la casa de mis padres para no pasar hambre en nuestro hogar.
Después de dos días de celebración me fui para mi casa con mi familia, a la semana pasó por mi uno de mis hermanos.
—¡Hola hermanito!¿Estas listo?
—Claro que si...quiero formar parte del grupo.
—Asi es que me gusta. Sin miedo a nada como todo un Paüsayuu. Ves que no hay vueltas hacia atrás, disfrutaremos juntos de las ganancias, viviremos como reyes pero moriremos juntos si las cosas salen mal. ¿Entendiste?
—Si hermano...así será —No imaginé la verdad que contenían esas palabras, prácticamente era mi condena. Es como si hubiera firmado mi sentencia a muerte en ese instante. Quizás si hubiera sabido en lo que me estaba metiendo de pronto hubiera huido con mi esposa e hijos muy lejos de allí...
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Traducción de algunas palabras al español:Aliina: nombre femenino.
Pioi: pista de baile.
Taita'chira: baile de los senos, es un tipo de danza wayuu.
Yosusi: es la flor del cactus, es utilizado como nombre de mujer.
Paüsayuu: clan wayuu. Su tótem es el repelón.
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Kaashima'ana
Short StoryUn alma atormentada no puede trascender a Jepira; deambula sin consuelo en los terrenos de Kaashima'ana...¿Qué tanto hizo para pagar esta condena? Historia corta. Esta obra solo ha sido publicada en Wattpad, está prohibido copiarla, modificarla o p...