Lo único que Eddie hizo fue seguir con esa especie de relación que tenía con Hazel.
No sabía por qué había caído de tal forma ante ella. En un principio, cuando la vio por primera vez, no le prestó mucha atención. Tampoco había notado las miradas que ella le dedicaba en la escuela. Para él, todo había empezado aquella vez en el bar. Verla ahí había significado mucho para él, y mentiría si dijera que no estaba dolido porque para ella en realidad no había sido algo muy importante que digamos.
Ese tiempo que decidió permanecer junto a ella lo hirió un poco más, pero también le sirvió para poder calmarse un poco. Después de todo, no podía culparla. Apenas tenía 18, debió darse cuenta de que él sólo sería una fase.
En realidad eso se le había ocurrido poco después de empezar a pasar tiempo con ella, pero lo ignoró porque estaba casi hechizado. Y a pesar de todo, así fue cómo se sintió un día en que Hazel fue a visitarlo a su tráiler.
Se saludaron con un beso como siempre. Ella se veía molesta. A Eddie se le ocurrió que tal vez había tenido otra discusión con sus padres por su causa, y pensó que ya era hora de acabar con todo aquello. Tenía que ser responsable. Eso ya los afectaba a ambos, y no era nada bueno. Ya habían jugado suficiente.
Estaba a punto de hacerlo, pero ella lo besó de repente. Y por la forma en la que lo acariciaba, podemos adivinar que los besos ya no eran suficiente. Eddie notó eso, y no pudo evitar dejarse llevar un poco. Pero de un momento a otro, se separó abruptamente de ella.
—¿Por qué te detienes? —quiso saber Hazel.
Eddie permaneció unos instantes en silencio, recordando un momento de sus 18 años. Entonces dijo: —Porque sé lo que es follar por primera vez con alguien sólo porque sí, para que cinco minutos más tarde no puedas quitarte la sensación de que perdiste algo importante. Tienes 18, y no sé qué vayas a hacer en el futuro, pero yo... Yo no puedo hacer esto, no quiero hacerte daño... A pesar de todo.
La forma en la que Eddie la había mirado directamente a los ojos le hizo entender que era consciente de que quizás el amor que ella decía sentir por él, no era del todo real.
—Eddie, yo... Yo... —Hazel no sabía qué decir.
—No hace falta que digas nada, en serio. Después de todo, también es mi culpa, podría haber parado con todo esto antes... Por otro lado, estoy seguro de que estuviste esperando tus 18 durante mucho tiempo, así que no los arruines, no hagas estupideces. —dijo él en un susurro que disfrazaba el tono de angustia en su voz—. Ahora sí no te importa, olvidé que tenía un negocio pendiente. Debo pasar a mi oficina, la vida de adulto es muy atareada. —y ambos rieron levemente, las últimas risas que compartieron.
🎸
—So if you wanna piss off your parents, date me to scare them, show them you're all grown up... ¡Hey, damelo! —gritó el baterista en cuanto el cuaderno de Eddie le fue arrebatado.
—¡Déjame ver! —gritó otro de los amigos de Eddie—. If long hair and tattoos are what attract you, baby then you're in luck, and... ¡Oye!
—¡Yo también quiero ver!... ¿Dónde ibas? Oh sí. And I know it's just a phase, you're not in love with me, you wanna piss off your parents, that's alright with me... Eddie, ¡es muy buena! —dijo el chico devolviéndole el cuaderno a su dueño—. De hecho es raro que escribas algo, ¿cómo se llama la canción?
Una leve sonrisa se plasmó en el rostro de Eddie. Había cierta nostalgia en su expresión. Ya había pasado un tiempo desde la historia que tuvo con Hazel, pero seguía un poco triste.
Aún así estaba feliz de haber podido escribir una canción. Ahora tenía su diploma y se sentía con muchas ganas de tomarse más en serio a sí mismo, a su banda. Quería seguir el consejo que le había dado a Hazel y dejar de hacer estupideces.
Observó el cuaderno y suspiró. Luego miró a sus amigos y finalmente respondió: —La canción se llama 18.
Acabo de ver que la historia ya tiene 1K de lecturas y pasó los 100 votos, asi que quería agradecerles, estoy muy feliz. 🥺🖤✨. Hay más contenido de Eddie en mí perfil <3.
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𝟏𝟖 ; Eddie Munson
Fiksi Penggemar❝ ...El tipo tenía unos 20 años y aún no se había graduado. Bebía, fumaba, tenía varios tatuajes, estaba en una banda, y se ganaba la vida vendiendo drogas. Hazel había encontrado en una sola persona todo aquello que sus padres odiarían, tal vez más...