Epílogo

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Todos corrían en el Palacio de Cristal. Ese día era muy especial. Era el día de la boda de Mina y Yaten y la rubia cantante era un manojo de nervios.

- Dios, esto no puede ser verdad,  estoy tan emocionada que me voy a desmayar - decía la chica saltando en el salón privado de la reina

- Calma, Mina. No te puedes infartar antes de la ceremonia - dice Lita riendo

- Estoy muy nerviosa - dice la novia

- Lo sabemos, pero debes intentar calmar tus emociones dice Rei intentando que la novia se sentara y bebiera algo de agua

- ¿Seiya y Serena no han llegado aún? - Pregunta nerviosa Mina

- No tardan en llegar - dice Amy ya sabes que Serena viene desde lejos y Seiya jamás se perdería la boda de su hermano -

- Es verdad - dice Mina

A los pocos minutos la puerta se abrió, las cuatro chicas se giraron para ver como Serena llegaba junto a Granate su hijo mayor de ocho años y la pequeña Jade de tres.

- ¡Serena! - Grita la novia feliz - Viniste -

- Claro que vendría, eres una amiga muy preciada para mí,  además Granate debe llevar las alianzas matrimoniales  -

Estaban en eso cuando la puerta nuevamente fue abierta, era Seiya con una de sus hijas.

- ¡Seiya! - Gritó nuevamente Mina  - Pensaba que no vendrías  -

- Que locura es esa, es la boda de mi hermano y de una excelente amiga. Además Rini llevará las alianzas junto al pequeño Granate, no podía faltar -

Serena miraba con algo de nostalgia a esa niña, Rini, la misma que la profecía decía seria hija de ella y Darien, pero el destino había decidido algo distinto. Rini estaba destinada a ser hija de Darien, por ello al elegir a Seiya, ella pasó a ser su madre.

- Rápido,  Serena y Seiya deben cambiarse para la boda - apresura Rei

Las cinco mujeres serían las damas de honor de Mina. Al igual que las parejas de ellas, serían los padrinos de Yaten. Sin duda sería una boda espectacular.

Los recuerdos de ambas vinieron a sus mentes, era un día que ninguna olvidaría.

- ¡Serena! - Grita Diamante al ver a su amada reina desmayarse en sus brazos y ver la sangre correr por sus piernas - Ayuda, necesito ayuda -

Mercury corrió a ver que pasaba.

- Lo está perdiendo, necesitamos una ambulancia - dice Amy - Aquí no tengo como ayudarla -

En menos de cinco minutos los servicios médicos llegaron y se la llevaron al hospital.  En tanto Seiya se quejaba por los dolores del parto. Darien intentaba calmarla y Andrew se ofreció a llevarlos al hospital donde horas después nacería una hermosa niña de cabellos rosa y ojos rojizos.

- Es hermosa - dice Darien besando a la morena

- No he pensado en un nombre aún - cuenta la mujer

- Rini, ese es su nombre - dice Darien

- Pero ese es el nombre de la hija que tendrías con Serena -

- No, ese el nombre que tendría la primera hija con mi verdadero amor -

- ¿Yo soy tu verdadero amor? -

- Por supuesto,  eres tú,  mi dulce Seiya -

- Serena ¿Cómo está ella? ¿Su bebé? -

- Tranquila, Serena está bien y su bebé sigue con ella, Amy dice que será un embarazo de cuidado, pero Diamante no la dejará sola, él será su apoyo -

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