III.- Bounce.

3.6K 294 18
                                    


Kara POV.

Estaba frustrada. Ese pastel no parecía querer cocinarse, o quemarse más de ser posible. Había invitado a Lena a mi apartamento, para que habláramos lo de lo que había pasado y todo lo que habíamos hecho. Tuve que pedirle ayuda a mi amigo Winn para conseguir su número de teléfono, pero al estar en el DEO, mi hermana se enteró y me puse nerviosa y empecé a balbucear, hasta que terminé por contarle todo lo que había pasado con Lena, desde mi ligero enamoramiento por ella apenas la vi, hasta mi aventura de una noche con Lena. No sé qué le sorprendió más a Alex de todo, que me hubiera vuelto una acosadora, que Lena fuera intersexual cómo yo, o que un Luthor y un Super no se odien. Alex me advirtió que debía dejar todo hasta ahí, que nada bueno podía salir de un Luthor, pero Rao, ¿Cómo iba a alejarme de ella después de lo que pasó? No podía, ni quería olvidar sus caricias en mi cuerpo, y todo lo que me hizo sentir el suyo. 

Pero hubo algo que mi hermana mencionó que quedó rondando en mi mente por muchas horas. Lena no sabía que yo era una Super. ¿Qué tal si cómo su hermano, ella me rechacé al enterarse de mi naturaleza y no quiera saber más de mí? No, ella no era como él, jamás sería cómo Lex. Pero de igual forma, Lena tenía que saber con quién se estaba metiendo y sí quería continuar con lo que sea que pasó esa noche, porqué por mi parte es un sí definitivo. Por eso quería que viniera hasta aquí, mi apartamento era territorio neutro y podríamos hablar. No podría en su oficina, porque simplemente no puedo formular una oración coherente mientras ella esté en modo CEO en su empresa. Estuve toda ésta semana pensando en cómo podría abordarla, pero me fue imposible. Más cuándo usando mi credencial de Catco, pregunté por ella ya que no la veía en su oficina o en su ático, y su asistente me informó que estaba de viaje en Irlanda. No podía simplemente buscarla allí cómo Kara Danvers, y no levantar sospechas en ella, y Supergirl no tiene nada que hablar con una Luthor, en teoría. Así que tomando valor, escribí un pequeño mensaje con mi dirección, y le pedí que se reuniera conmigo para hablar cuándo volviera a National City. No esperaba su rápida respuesta, ni mucho menos su confirmación de que estaría conmigo al día siguiente. Por eso estaba aquí, tratando de cocinar, sabiendo de antemano que no podría porque hace mucho comprendí que la cocina y yo no estamos en buenos términos, pero quería tanto hacerle algo, pero el olor a quemado y varios pasteles echados a perder, eran mucho peores que no haberle hecho nada en primer lugar. Quisiera intentar algo más, pero el constante latido de su corazón, subiendo por las escaleras de mi edificio, me hacen saber que mi tiempo se acabó. Tomo varias respiraciones tratando de tranquilizarme, sólo hablaremos, nada tiene que salir mal, ¿Verdad? 

Dos toques en mi puerta hacen que salga de mis pensamientos, y con el valor de los miembros de la Casa de El, me dirijo hasta allí, abriendo la puerta cuando alcanzó el pomo entre mis manos. Jadeo maravillada por lo hermosa que se ve con ese largo abrigo azul, su falda negra tipo lápiz y su camisa blanca metida bajo ésta, sus labios color rojo sangre y su cabello negro suelto enmarcando su lindo rostro. Parece una hermosa obra de arte y yo soy la única testigo para admirarla. Nuestras miradas se encuentran, y puedo ver en ellos un rastro de reconocimiento. - Kara.- saluda ella en su tono ligeramente ronco. - Lena, por favor pasa.- le pido en tono bajo, apartándome un poco de la puerta para que ella pase a mi hogar. - Gracias.- murmura adentrándose en el recibidor. - ¿Estabas cocinando?- pregunta mirando sobre la isla de la cocina. - No.- respondo bajo, haciéndola sonreír levemente. - Mentirosa.- bromea, y le agradezco por aligerar un poco el ambiente. - ¿Quieres algo de tomar?- pregunto detrás suyo, cerrando la puerta principal, y caminando hasta la cocina. Ella me analiza por un momento mientras recorre mi cuerpo, antes de volver a encontrar mi mirada, y sonreír ligeramente en mi dirección. Se ve aún más hermosa cuándo sonríe. - Agua estaría bien.- murmura, y yo asiento a ella. Busco en la nevera y saco una botella de agua sellada, y se le tiendo. - Deliciosa botella de agua saliendo.- bromeó cuándo ella la toma entre sus manos. - Qué amable, señorita Danvers.- dice mientras me guiña un ojo. Luego abre la botella entre sus manos y la lleva a su boca. Verla tomar agua no debería ser algo sensual, pero de sólo recordar lo bueno que son sus labios para succionar, mi entrepierna se tensa bajo mis pantalones. - ¿Querías que habláramos?- pregunta luego de beber su agua. Siento el calor abandonar mis mejillas por el cambio de tema y ni nerviosismo sobre este, pero antes de darme cuenta, ya estaba asintiendo a ella. - Sí, hay mucho de qué hablar, ¿Podemos trasladarnos hasta el sofá? Es más cómodo.- le explico y ella asiente, y luego empieza a caminar dándome la espalda hasta llegar a mi sofá, aprovecho su falta de atención en mis acciones, para acomodar mi miembro entre mis bóxers, antes de seguirla al sofá. - Siéntate, por favor.- le pido y ella hace lo que indiqué. Yo me siento a su lado y suspiro fuertemente. Rao dame fuerzas. - Soy toda oídos.- dice ella alentándome. Cierro mis ojos no queriendo ver su reacción cuándo una los puntos, y llevo mis manos hasta mi rostro, para retirar mis gafas de su lugar. Con ella en las manos, me incliné hacia un lado, dónde sé está mi mesa de café. - ¿Me pediste que viniera, solo para ver cómo te quitas tus gafas?- pregunta en tono bromista. Mis ojos se abren de par en par, encontrándola mirándome tierna. - No, claro que no.- le aclaro. - ¿Y entonces? Tienes que explicarme, Kara. No puedo decir nada sobre lo que acabas de hacer, salvo que te ves aún más hermosa sin lentes.- me dice y logra calentar mi rostro por su halago. - Soy Supergirl.- confieso con miedo. Pero su expresión no cambia, ¿Ella está bien? - Dí algo, por favor.- pido llenando el silencio que se formó. - Ya lo sabía.- murmura su respuesta. Jadeo sorprendida por su admisión. - ¿Qué?- pregunto queriendo confirmar. Ella asiente mientras sonríe. - Siempre lo supe.- dice en tono suave y calmado. Y yo no logro salir de mi estupor, ¿Por esto estaba tan nerviosa? Lena no deja de sorprenderme ni un segundo. - ¿Cómo supiste?- pregunto. Ella se encoge de hombros. - Llegaste a mi oficina, y te presentaste cómo la prima de Superman, no fue difícil unir los puntos.- explica. - ¿Cómo supiste lo de Superman?- le pregunto. Ella sonríe. - Kara, te recuerdo que mi hermano se obsesionó con Superman, pero antes de eso, él fue amigo de Clark. Por supuesto que mi hermano me diría quién era en realidad Superman.- me dice y al ver mi expresión anonadada, ella me sonríe torcida. - Espera un momento, ¿Me estás queriendo decir qué creías que no sabía quién eras?- me pregunta, y yo asiento sin ganas. - Bueno, la verdad es que sí, no tenía idea que sabias.- le aclaro. Ella se encoge de hombros divertida por mi respuesta. - Soy una Luthor, por supuesto que lo sabía. Además, no engañas a nadie con tus gafas, aunque debo decir que te ves adorable con ellas.- me dice coqueta. Me quedo en silencio asimilando toda la información, viéndola allí a mi lado. Sabiendo que todos mis miedos eran infundados, era en verdad tranquilizante. Ella no se habría acostado conmigo de molestarle quién soy, y eso me hace estallar en una gran carcajada de felicidad. Lena alza esa bendita ceja cómo interrogante. - ¿Qué es gracioso?- pregunta bajo. - Estaba muy asustada por la reacción que podrías tener al confesarte quién soy, y me río por ver que todo era infundado.- le explico con calma. - ¿En verdad creíste que cambiaría en algo mi trato por ti, el saber que eres una kryptoniana?- pregunta acercándose a mí. Yo asiento nerviosa por su cercanía. Ella sonríe ladina al ver mi expresión aturdida. - Me gustaste desde que te vi, no hay nada que pueda molestarme de ti, creí haberlo dejado claro aquella noche en mi ático.- murmura, y se sienta a horcajadas sobre mis piernas. Mis manos vuelan a su cintura, y la presiono contra mi entrepierna. Lena gime cerca de mis labios, mirándolos fijamente. Saboreo mis labios recorriéndolos con mi lengua, y sus ojos siguen cada movimiento. - Fuimos bastante claras con nuestro gusto mutuo esa noche, pero no quería que hubiera secretos entre nosotras.- digo acercando aún más nuestros rostros. Mi erección es latente bajo su cálido cuerpo. - Me gusta tú forma de pensar.- confiesa, juntando nuestros labios sin besarlos. Mis labios hormiguean bajo los suyos. - ¿Dónde nos deja eso?- preguntó intrigada, aún no habíamos hablado de lo que seguía después de esa maravillosa noche o lo que había significado para ambas. - Nos deja dónde quieras, podemos ser amigas, amantes, conocidas, o novias. Sólo tienes que decidir.- murmura sobre mi boca, y ahora sí no dejo escapar sus labios, besándola con firmeza entre los míos. Lena me responde con ganas, pidiendo paso con su hábil lengua que no tardó en conceder. Nuestros jadeos son atrapados en la boca de la otra, mientras mi pelvis empieza a empujar hacía arriba contra su firme trasero. Lena gime separándose de nuestro beso y deja caer su boca sobre mi cuello, escondiéndose allí para lamer y besar la piel sensible allí. Gruño de gusto por lo bien que se siente, y me inclinó hacía adelante, recostándola en mi sofá conmigo entre sus piernas. Bendito sea Rao por permitirme estar allí. Lena se retuerce bajo mi cuerpo, y mis manos entran en acción sobre sus torneadas piernas. Lena tararea sobre mi cuello, y mis manos cosquillean recorriendo su sedosa piel. Mis manos llevan consigo hacía arriba la tela ajustada de su falda, encontrando un tenso bulto en el camino. Gimo por la vista, atrapando su erección bajo mi mano en el camino. - Joder.- murmura Lena, saliendo de su escondite en mi cuello, y cayendo sobre su cabeza en la superficie suave de mi sofá. Sus labios ya lucen hinchados y mi boca cae sobre la suya, buscando sus llenos labios en un intenso beso. Mi pelvis empieza un lento vaivén sobre su entrepierna dura y tarareo de gusto sobre su boca, por lo excitante que es provocarla de esa forma. Intento llevar mi mano hasta su bóxer, para colar mi mano y atrapar su erección entre ellas, cuándo escucho la señal de alerta por derrumbamiento, muy lejos de aquí. - Demonios.- me quejo, sacando mi mano de su entrepierna caliente, y alejándome de su boca. Lena parpadea aturdida y su mirada deseosa cae sobre mí. - ¿Qué pasa?- pregunta jadeante. Bufo molesta, separándome de su cuerpo, buscando mis gafas para materializar mi traje frente a ella. - Eso es asombroso.- dice ella admirada por el traje. - Escuché una alerta por derrumbe, tengo que ayudar.- digo explicándole. Ahora es ella la que jadea molesta. - National City debe dejar de estar en problemas sólo cinco minutos.- se queja. - Estoy de acuerdo, ¿Lo dejamos para después?- pregunto algo nerviosa y deseosa por concluir nuestro encuentro. Lena muerde su labio inferior y asiente con ganas. - Puedes apostar a que sí. ¿Puedo tomar tú baño? Tengo que encargarme de mi problema.- explica señalando su erección. Gruño por la lujuriosa vista de su miembro tensionado por mí. La señal vuelve a llegar fuertemente a mis oídos y me hacen alejarme de su tentador cuerpo. - Sí, el baño está en la puerta que está al fondo, y puedes tomar lo que sea de mi closet, sí necesitas por supuesto.- explico dirigiéndome al balcón abierto de mi apartamento para salir. - Gracias.- escucho cuándo ya estoy volando sobre el cielo de National City, con una potente erección y frustrada por no poder continuar mientras me dirijo al sitio de la emergencia. 

Into ItDonde viven las historias. Descúbrelo ahora