XI.- Conquer.

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Lena POV.

Cuándo era una niña siempre anhele tranquilidad. Era lo único que había conocido con mi madre Elizabeth en toda mi vida y quería sentir esa sensación para siempre. Pero ella dejó de respirar ese terrible día, y así como ella, mi tranquilidad se esfumó de mi vida.

Pronto supe que no volvería a sentir tranquilidad por una larga temporada en cuánto mi padre Lionel me llevó con su familia, que ahora sería mía también. Él fue bueno conmigo y dispuso todos los medios para que creciera de buena forma y con la mejor educación que algún día pude siquiera imaginar. Logré quererlo cómo un verdadero padre desde casi el primer momento en que supe que lo tenía, pero a pesar de eso, ese sentimiento no me dió la tranquilidad que había perdido.

Por otra parte estaba mi hermano, Lex. Él fue un buen hermano en lo que recuerdo de toda mi infancia y en la primera parte de mi adultez. Me enseñó a siempre ir más allá, a buscar la razón de todo e inventar otras formas de hacer las cosas. Lex era mi héroe en todo el sentido de la palabra. Pero supongo que era cierto lo que dice el refrán, "No te acerques mucho a tus héroes, o terminarás decepcionándote de ellos", y eso fue justo lo que me pasó con él. Toda la imagen que tenía de mi hermano, se volvió nada al verlo perder la razón con tal de acabar con Clark. Ni siquiera porque él tuvo el valor para confesarle su secreto, Lex pudo perdonarle el engaño y menos aún sentirse menos ante su amigo. Lex estaba bien con su amigo granjero y estudiante de periodismo, Clark Kent, pero no estaba bien en lo absoluto con que su amigo además fuera Superman. No ayudó que estando en la cárcel creciera su odio hacía todos, al sentirse traicionado por todos los humanos al castigarlo por querer acabar con un Super. Y cuándo Supergirl salió al mundo, debió sentirlo cómo otro duro golpe a su magnánimo ego. No entendía porque le prestaba tanta atención a que fueran alienígenas o que usarán sus habilidades para salvar al mundo. Por mi parte, Clark me parecía una buena persona de todas las veces que coincidimos mientras era amigo de Lex. Nunca estuve particularmente interesada en los Supers, y cuándo supe por boca de mi hermano la naturaleza de su amigo, no cambió en lo más mínimo mi ánimo por Clark o lo que pensaba de él. Y hubiera seguido ajena a los Supers, sino hubiera sido por mí hermosa rubia, porque desde el primer día, caí enamorada de ella, a pesar de saber todo lo que implicaba una unión entre ambas. Pensar que mí hermano planeaba destruir un planeta entero, dónde estaban los sobrevivientes de Krypton y la familia de Kara, aún erizaba mi piel de miedo por completo. Aunque me duela lo que le hice, en la zona fantasma sé que no podrá hacer más daño. Lex no quería parar y estaba fuera de todos los límites, y aunque lo amo y siempre lo amaré cómo mi hermano, también sé que una parte de amar es aceptar los errores del ser a quién quieres y no dejar destruir todo a su paso, tal cómo planeaba hacer él. Había tardado varios días, pero finalmente me sentí bien con la decisión que tomé esa tarde en nuestra antigua mansión. Todo el asunto de Lex, no me dio absolutamente nada de tranquilidad, no al final, al menos.

En el otro costado estaba mi madre, Lilian. No tuve el mejor comienzo con mi madre adoptiva, pero aprendí a respetarla cómo tal y ella es mi madre en toda regla ahora después de tanto y la quiero mucho. Nuestro comienzo tampoco ayudó a recuperar mi tranquilidad. Pero a medida que crecía empecé a dejar de lado ese aspecto, pensando en que tal vez era la inocencia de niña que me hacía sentir esa sensación. Crecer con personas tan ilustradas cómo lo éramos todos en la familia Luthor, siempre me hizo cuestionar de más cada pequeña cosa. A pesar de nuestros primeros años juntas, la relación entre mamá Lilian y yo, ciertamente se volvió más cercana cuándo Lex simplemente enloqueció y quería llevarnos a todos al abismo con él. Me alegro ver que aceptó a Kara cómo mi pareja, aunque dijera que no lo hacía e incluso la amenazará con lastimarla, si llegaba hacerme daño. Me gustó que mamá mostrará esa preocupación por mí y me hizo ver que íbamos por buen camino. Recuerdo los nervios y balbuceos en mi chica de acero y mi corazón se llena de dicha al saberla tan mía.

Into ItDonde viven las historias. Descúbrelo ahora