Fate °Kit Connor°

Locamente enamorada de ti ♡

Aún no había podido decirte que mi familia vendría de visita y mi madre estaba ansiosa por conocerte. 

Cuando llegó la hora de salir de la universidad, estabas esperándome afuera de mi salón, tomé mi mochila y salí del salón.

-¿Nos vamos ya?-
-Claro, ya tengo lo necesario en mi mochila-
-Bien, entonces vámonos, tenemos un tren que tomar- 

Durante el camino a la estación traté de relajarme, compramos un café y chocolate caliente antes de subirnos al vagón, y nos sentamos juntos en los asientos vacíos que encontramos. Traté de pensar las palabras adecuadas, pero simplemente escapó de mi boca.

-Mi mamá te quiere conocer-
-¿Qué?-
-No tienes porqué aceptar, se que es muy pronto, digo, llevamos muy poco saliendo juntos y no quisiera que te sintieras presionado por mi madre o por mi, pero ha estado muy insistente porque le habló mucho de ti y...-
-Jeannie, cálmate cariño. No me molestaría conocer a tu madre, no me haces sentir presionado, porque además de que estoy saliendo contigo, eres mi amiga, la mejor-
-¿S-soy tu mejor amiga?-
-Claro que lo eres, y me alegra mucho saber que tú mamá tiene tan buena impresión de mi, es muy dulce que le hables de lo que tenemos. Así que tranquila, tu dime qué día quieres que nos veamos con ella y ahí estaré-

Tomaste mi mano y me diste la mirada más dulce del mundo, estaba por hablar pero me ví interrumpida por ti. 

-Ya dije que acepto, todo está bien, ¿Okay?-

-Okay- 

No soltaste mi mano durante todo el trayecto, recargue mi cabeza en tu hombro como solía hacer, los colores se me subieron al rostro cuando te giraste para mirarme.

-Creo que podría besarte ahora mismo, Kitkat-
-¿Y por qué no lo haces? Yo también creo que podría besarte en este instante- 

Nos acercamos lentamente el uno al otro, y cuando nuestras respiraciones empezaban a chocar, me tomaste por la nuca y juntaste nuestros labios. Sentí fuegos artificiales en el estómago, todo a nuestro alrededor desapareció y quedamos solo nosotros dos. 

No había besado a muchas personas en mis cortos 18 años de vida, pero la primera vez que te besé se sintió diferente, se sintió como el beso correcto. 

El tren casi vacío fue testigo de aquel primer beso, el lugar en el que nuestros caminos se cruzaron por primera vez.
Ahora estaba completamente segura de algo, estaba locamente enamorada de ti, Kit Connor.

-Sabes a chocolate-
-Acabas de matar el momento, Connor-
-¡Claro que no! Estoy siendo tierno contigo-
-Un día vas a matarme Kitkat-
-Pero de amor-

Apretaste mi mejilla mientras reías y yo te miraba con el ceño fruncido, pero a los pocos segundos la risa me ganó.