Corona de sangre | KOOKV

Q U I N C E

Tae recuerda que su amor por los caballos empezó cuando tenía 8 años. Su madre que a su parecer era la mejor en equitación de todo el imperio le enseñó que eran unos animales de cuidado y respeto. Vio en ellos una forma de liberar estrés y de ser uno solo con el viento.

Cuando Jungkook lo llevó a los establos reales donde se encontraba Bam no pudo aguantar la emoción y se acercó a darle un abrazo. Bam Que lo reconoció en un instante hizo un pequeño ruido y cerró los ojos ante el tacto del beta en su hocico y cabeza.

—¿Como estás grandulón? Me imagino que fatal con el bruto de dueño que tienes. —Bam como si entendiera asintió ante sus palabras.

—Sigo aquí. —Fue lo único que respondió el alfa

—Jungkook, quiero saber por qué siempre me sacas de los entrenamientos. Tienes que esperar a que termine, solo por tener privilegio el general no me dice nada pero ya es suficiente. — le molestaba que hiciese lo que quisiera siempre en frente de todos y al parecer nadie era capaz de decirle que no.

—Kim estás enojado conmigo por una razón que desconozco. Ven y sube a Bam y vamos aclarar el malentendido.

—Quiero un caballo para mi. Conociéndote no vas a dejar de tocarme en todo el camino y sigo enojado.

—Prometo comprarte un caballo pura sangre solo para ti. Ahora ven y sube a Bam.

—No. — se cruzo de brazos

—Por Lilith. Imagina lo que me debes gustar para que ande rogándote tanto — Cuando quiso parpadear Jungkook lo apresaba por detrás apretando sus brazos delante de su pecho mientras sin mínimo esfuerzo lo levantaba para ponerlo sobre Bam, el cabello traidor hasta se agachó para hacerle más fácil la tarea a su amo.

Taehyung indignado al final no hizo nada, cuando sintió el cuerpo del alfa atrás sin espacio entre sus cuerpos se recordó que era un idiota y que no pensara en el asunto.

El asunto en cuestión era como su pene al parecer siempre erecto en su presencia encajaba perfectamente entre la abertura de sus nalgas.

—Vamos — Comenzaron a galopar y esta vez Jungkook iba a toda prisa.

Tae tuvo que inclinar su cuerpo un poco hacia delante y agarrarse del pelaje de Bam. Quedando así en una posición más comprometedora con el alfa. Quien tenía una excelente vista

—Piensa en las nubes del cielo Jungkook. —se obligó a decir, Tae simplemente soltó una pequeña sonrisa

Cuando llegaron al lugar a Taehyung le pareció un lugar mágico. La diversidad de flores y colores le pareció exquisita. Había un pequeño lago en el medio que su agua era tan clara y cristalina como gotas de lágrimas. Era hermoso

Jungkook bajo primero y cuando se disponía a bajar a Taehyung este se le había adelantado y ya estaba admirando aún más el lugar. Sonrió, sabía que le gustaría tanto como a él.

A su padre siempre le encantaron las flores, como se crió con la familia de los Kim del occidente siendo estos los principales exportadores cuando se mudó al palacio imperial hizo que el emperador creara este espacio solo para él.

Para el alfa este era un lugar seguro. Porque aquí recobraba en su memoria lo hermoso y fuerte que su padre llegó a ser y mostrárselo a Taehyung era un acto de enseñarle que a pesar que era violento y un hijo de puta también tenía un punto débil que nadie más conocía. Agradeció que su padre hubiese cuidado tanto el lugar en su ausencia.

—¿Te gusta?.

—Tengo que reconocer que es muy hermoso. — dijo aún sonriendo.

Jungkook tenía la vista fija en él.