Capitulo 9 El aire huele a guerra

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En Esgäroth una mujer se encontraba repartiendo mantas a los sobrevivientes de la furia del dragón, para que no fallecieran de hipotermia

-Dame una manta, me estoy congelando- dijo Alfrid persiguiendo a la mujer que tenía las mantas acercándose a ella rápidamente
-No, te daré nada, insecto- dijo la mujer esquivándolo
-Que me des un manta- dijo Alfrid ce ca suyo levantando la mano para pegarle a la mujer, pero algo que le sostuvo el brazo se lo impido
-Alfrid, en estos tiempos debes estar del lado de la gente- dijo Bardo agarrándole la muñeca
-Bardo- exclamo Alfrid alejándose de allí
-Papa- gritaron Sigrid y Tilda haciendo paso entre la multitud corriendo a abrazar a su padre
-Niñas- dijo Bardo abrazándolas, colocándose a Tilda en sus brazos, mientras Bain las abrazaba también-¿Y Dömin?- dijo mirándola a las niñas
-Ya se fue con los demás- dijo Sigrid separándose unos instantes pero luego volviéndolo a abrazar con una sonrisa-pensé que no volverían- dijo con una tímida sonrisa
-El fue, yo lo vi, el mato al dragón- exclamo un aldeano, mientras que todos comenzaron a confirmar el hecho que había ocurrido hacia unas horas, el pueblo entero al saber bien los hechos ocurridos comenzaron a alagarlo colocándose a su alrededor
-Bardo, el cazador de dragones- dijo Alfrid levantando su mano- Y el rey del valle- dijo con una falsa sonrisa, pero mientras tanto Alfrid era tirado al piso por Bardo, en forma de castigo por su ignorancia
-Alfrid- dijo Bardo mirándolo desde el piso- Busquen sus cosas y provisiones nos iremos de aquí- exclamo Bardo dirigiéndose a otra dirección dejando a sus hijos con los demás aldeanos, pero en su camino topándose con Legolas, el elfo rubio
-¿A donde los llevaras?- dijo Legolas sin mirar a Bardo, dirigiendo su mirada hacia adelante
-No lo se- dijo Bardo mirando a Legolas que giraba su cabeza hacia la montaña
-Muy bien, señor- dijo Alfrid- ahí será muy seguro- dijo con una sonrisa
-Cállate- dijo Bardo a Alfrid
-¿Estas seguro?- dijo Legolas mirando a Bardo
-Tiene que darnos lo que nos prometió- dijo Bardo tomando unas armas- además iré a buscar a una integrante de mi familia- dijo retirándose de allí

Los pescadores de Esgäroth comenzaron a prepararse para llegar a Erebor, como podían juntando provisiones, armas y hierbas para los enfermos, quienes eran trasladados por los de mejor condición física, mientras tanto en Erebor las cosas no iban tan bien como se pensaba, pero algo diferente pasaba cerca de esas tiernas con una joven pareja, Dömin había bajado del bote, colocándolo en la costa, emprendiendo su rumbo hacia Erebor nuevamente, el paso continuó Bofur se encontraba adelante, Kili detrás de él, luego estaba Oin y finalmente Fili y Dömin, en ese orden, la marcha iba muy bien hasta que Dömin, comenzó a escuchar una voz en su cabeza "estas herida debes descansar" dijo la voz, Dömin paro su camino, esa voz era muy parecida a la de su madre, pero la ignoro, ya que eso no era posible, no sabia realmente lo que era, pensó que era parte de su imaginación y con aquella excusa continuo sin problema con su camino "te lastimaras, debes curarte" dijo nuevamente la misteriosa voz pero Dömin paro su camino y se negó a escucharla nuevamente reanudando su paso cerrando los ojos y negando lentamente con la cabeza "hazme caso, Dömin Leicäster" grito finalmente la voz haciendo que Dömin parara la marcha y diera un pequeño grito del repentino cambio de volumen de la voz que oyó en su mente

-¿Dömin pasa algo?- dijo Fili dándose la vuelta para ver a Dömin, quien tenía una mano en la cabeza, pero esta no emitió ningún sonido, solo toco su hombro provocándole una pequeña mueca, levantando lentamente un poco su manga dejando ver una herida no tan grave, pero que sangraba con intensidad- estas herida- dijo acercándose a ella
-¿Que?- dijo Oin dirigiéndose con Dömin para observar la herida de su brazo- debemos curarla, pero no tengo nada para hacerlo- dijo mirando hacia todos lados
-Espera- dijo Dömin agarrando su mochila, y sacando de ella una manta que Bardo le había prestado- ¿esto servirá?- dijo tendiéndole la manta a Oin, quien asintió con la cabeza y de un ligero movimiento de manos arranco la parte inferior de la manta, para colocársela a Dömin en su brazo
-No quiero incomodarte- dijo Oin terminado de dar vueltas a la manta- sigue tu- dijo dejándole un extremo de la manta hacia su mano
-Gracias- dijo Dömin con una sonrisa, mientras Oin le daba la manta y ella terminaba de enroscarla en su brazo rápidamente, una vez terminado su trabajo se bajo la manga que estaba levantada hasta el final de su brazo
-¿Estas bien?¿Tienes otra herida?- dijo Fili mirándola con una sonrisa de pies a cabezas
-No, estoy bien sigamos- dijo Dömin mirando a Fili, quien se dio la vuelta para seguir con el viaje al igual que los otros enanos

The Hobbit (Mi historia)[1era Parte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora