El retumbar en su cabeza le hizo jadear de dolor haciéndose cada vez más agudo, sentía como martillazos incesantes se incrustaban en la parte frontal de su cráneo, era insoportable. Se removió con dificultad sintiendo su cuerpo pesado y sus músculos sin alientos, estaba cansado y aun tenia mucho sueño.
Su garganta estaba seca y rasposa, necesitaba con urgencia tomar agua. El sudor en su frente se estaba acumulando con pequeñas gotas que allí nacían, el calor en ese lugar era desesperante.
Se sentía mareado, desubicado y con un poco de nauseas. La confusión le ataco de repente, no entendía porque estaba así pues no recordaba haber tomado licor la noche anterior. Realmente no recordaba absolutamente nada de la noche anterior.
Recordó cuando el chofer de Jimin lo recogió en su lugar de trabajo llevándolo hasta una preciosa cabaña cerca del lago, cuando llegó el más bajo lo recibió alegremente y lo invito a pasar. Posterior a eso le enseño la habitación donde podría estar cómodamente y desde eso...no tiene ningún recuerdo más.
Se removió con mas fuerza de la cama que sabia no era suya, no tenía percepción de donde estaba para ser exactos, todo se sentía muy diferente. Nuevamente el dolor punzante se instalo en su frente haciéndole jadear de dolor llevando su mano a ella siendo detenido bruscamente por la sensación de que algo quemaba su muñeca.
Abrió sus ojos con lentitud en dirección a su extremidad llevándose por sorpresa una soga envuelta en ella y atada a la cama. Abrió aun mas sus ojos sintiendo su corazón acelerarse y las náuseas incrementado más y más. Se sentó rápidamente como pudo observando todo en su campo de visión sin comprender absolutamente nada.
Estaba sin ropa y encima una cobija que le llegaba hasta la cintura, manos y pies atados con una soga a la cama sintiendose completamente expuesto.
-¿Qué mierda...? - susurró abriendo sus ojos en amplitud, su respiración se volvió agitada y las nauseas en su estomago eran mas insoportables.
Se movió con brusquedad tirando con fuerza de las sogas causando heridas en sus muñecas y tobillos que le hacían jadear por el ardor. Observo el lugar, todo estaba un poco oscuro, la puerta cerrada y el ruido del reloj que colgaba en la pared le acompañaba.
Mordió con fuerza su labio inferior tirando de nuevo de su mano derecha intentado aflojar la soga, pero aquel material era fino y cada movimiento brusco que hacia hería mas su piel pálida.
-¿Qué es esto? ¿Qué esta pasando? - susurró para sí mismo sintiendo su corazón acelerarse y el pánico abrigarle de a poco.
Su mente se nublo por un momento al llegarle lagunas de recuerdos como en el momento que todo se torno oscuro para el rubio y como sintió que alguien lo ayudaba a sentarse en la cama, cerro sus ojos con fuerza en un intento de ver algo más allá consiguiendo así la imagen borrosa de Jimin.
-Jimin... - recordó al menor y se tenso al imaginar que el chico estaría en las mismas condiciones que él o peor. Teniendo en cuenta que Jimin era hijo de alguien apoderado y con mucho dinero no descartaba que esto fuera una especie de secuestro en contra del chico. El menor seguramente estaría asustado, desconcertado y sintiendose muy solo.
¿Dónde carajos estaba el chofer cuando se le necesitaba? Bufó ante su pensamiento rindiéndose fácilmente a seguir forcejeando por soltarse de esas sogas que no quería aflojar, debía conservar su energía, en caso de que se requiriese debía defenderse a como diera lugar. Se recostó en el espaldar de la cama percatándose de sombras que se filtraban debajo de la puerta, en el otro lado había alguien caminando de lado a lado repetitivas veces.
El ruido de una llave introduciéndose en la puerta le alerto irguiéndose en su lugar lo mas posible expectante a quien entraría, estaba ansioso, asustado, con ira. Quería saber que carajos estaba sucediendo.
ESTÁS LEYENDO
OBSESSION [Yoonmin]+18
FanfictionMin Yoongi un chico universitario que debido a sus buenas notas obtuvo una beca en una de las mejores universidades del país para estudiar lo que más amaba y ser un gran productor musical. No obstante los gastos de su diario vivir era algo que debía...