La oscuridad y el silencio que abrigaba el cuarto se habían convertido en la única compañía de Yoongi, haciendo que perdiera un poco mas la esperanza de ser liberado. No tenía percepción alguna de cuantos minutos, horas o días habían pasado, el seguía en ese lugar y para ser honesto, no sabía cuando Jimin lo dejaría ir. podria ser pronto o muy lejano aquel día.
La imagen de lo sucedido en aquella tina le golpeo una vez más en su mente, la mano pequeña del peli rosa tocando su intimidad con tanto morbo mientras el se deleitaba con esas caricias ¿En que mierda estaba pensando? Cerro sus ojos con fuerza, quería borrar aquel recuerdo, quería olvidarlo, quería irse de ese lugar y hacer su vida de nuevo lejos. Quería alejarse por completo de ese chico.
La luz de la habitación se encendió encegueciéndolo al instante, no supo en que momento Jimin entro al lugar y ahora estaba cerca a la cama mirándolo fijamente con sus pequeños ojos avellana. Su mirada parecía perdida pero fija sobre él, parecía querer estudiar cada acto y comportamiento por parte del rubio.
Yoongi sin apartar su mirada se irguió en la cama sentándose de nuevo con sus rodillas cerca de su pecho, observando con detenimiento cada acción que cometía el menor. Este se dirigió a la repisa donde se quedo por un momento estático, la comida que había dejado allí hace un rato seguía igual.
—Vas a enfermarte si sigues así — dijo en voz baja — tienes que comer. — se giró sobre sus talones para mirarlo fijamente. Yoongi rehuyó de su mirada. — Tenemos un trato ¿lo recuerdas? — inquirió acercándose a la cama con cautela. Yoongi asintió.
—N-no tengo hambre. — se sentía asqueado.
—Por lo menos deberías tomar agua — dijo Jimin caminando hasta la repisa nuevamente para llenar un vaso de este líquido, luego volvió donde el rubio y se lo ofreció. —Toma. — ordeno.
El rubio tomo aquel vaso entre sus manos temblorosas y bebió un poco, su cuerpo le agradeció en el instante que el líquido ingreso a su sistema, estaba cansado, débil, agotado. Dio un gran sorbo de nuevo y se deleito cerrando sus ojos no sabia cuando fue su ultima comida o la última vez que bebio algo.
Jimin a su lado sonrió ladino al ver la imagen tan tierna que le brindaba el rubio, llevo una de sus pequeñas manos a su mejilla y la acaricio con el dedo pulgar con extremada sutileza, Yoongi abrió los ojos en cuanto sintió el tacto en su piel, dejo de beber del vaso y conecto sus ojos con los que por ahora ya no eran avellana. Tenían un color diferente esta vez, su pupila estaba muy dilatada, parecía un animal a punto de casar su presa. Así se veía Jimin, a punto de lanzarse sobre él.
—Ji-Jimin — le llamo, el otro asintió sin emitir sonido alguno — Podrías... ¿podrías no hacer eso? — pidió con miedo.
El menor ladeo la cabeza y frunció lentamente el ceño.
—Yoongi, ¿tienes idea de lo lindo que eres? — cuestiono sin dejar de acariciar su mejilla — De lo bien que bailas, lo sexy y pervertido que puedes llegar a ser.
—Jimin...
—Eso es lo que mas me gusta de ti. — el mayor aparto su rostro rompiendo el contacto de la mano de Jimin con su piel, su cuerpo nuevamente comenzaba a generar esa sensación de nauseas por el rechazo que sentía al escuchar aquellas palabras.
—Lo que paso hace un rato...eso...no debiste hacerlo, Jimin — dijo casi en susurro sintiéndose avergonzado.
—¿A que te refieres?
—Lo de la tina.
—Oh...— el menor guardo silencio permitiéndose observar con detenimiento a Yoongi, sus mejillas estaban rojas por la vergüenza que sentía, seguro estuvo pensando mucho en ese suceso y no lo culpaba, Jimin también lo hacía. Se relamió sus regordetes labios y trago con fuerza, los labios del rubio tenían un ligero tono rosa que moría por probar, pero debía controlarse un poco, por ahora. — ¿De verdad? Me pareció que lo disfrutaste.
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OBSESSION [Yoonmin]+18
Hayran KurguMin Yoongi un chico universitario que debido a sus buenas notas obtuvo una beca en una de las mejores universidades del país para estudiar lo que más amaba y ser un gran productor musical. No obstante los gastos de su diario vivir era algo que debía...