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Los caminantes los ignoraban completamente, caminaban de manera torpe y lenta para no llamar la atención, se metieron por debajo de unos camiones, arrastrándose hasta el vehículo que los llevaría a aquel campamento en las montañas.
Una de las cosas que le preocupaba ahora era el clima, no dejaban de resonar los truenos.
Sintió la temblorosa mano de su hermano aferrarse a la suya.
"Va a funcionar." Susurró el rubio.
"No puedo creerlo."
"No llamen la atención."
"¿Acaso se te encogen los...?" Gotas de lluvia fría cayeron sobre su gorra negra. "Huevos..."
La lluvia no hizo más que incrementar, en cierto punto de su vida hubiera amado por estar en la calle y empaparse, pero ahora, el olor de sus disfraces de disipaba, llamando la atención de los muertos.
"Se está yendo el olor, ¿No es así? Se está yendo."
"Cállate idiota." Gruñó Yeong a su hermano, dando pasos largos.
"No es así... Bueno, quizás..." Grimes enterró el hacha en la cabeza de uno. "Corran, ¡Corran!"
Hicieron caso, trepando la reja para llegar al camión.
Glenn buscó las llaves en una caja de metal, al encontrarlas las lanzó hacia Rick, subieron al camión y salieron del lugar.
"¡Están por todas partes!" Chilló Glenn.
"Debemos de alejarlos, diles a tus amigos que bajen a las cortinas y se preparen." Ideó Yeong.
"¿Y debemos alejarlos? ¿Cómo? Me perdí de esa parte."
Dejó un pellizco en la mejilla de su hermano. "Con ruido."
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El rubio tomó un bate, hizo este hacia atrás, impulsándolo hacia la ventana del coche rojo para romperlo, la alarma comenzó a sonar. "Cómo extrañaba esto." Susurró, abriendo por dentro el coche, con un desarmador trató de prender el coche, lográndolo. "Hey pequeño estúpido, ¿Quieres manejar por mí?" Sonrió, pasando al asiento de copiloto mientras su hermano entraba, comenzando a conducir con velocidad y de un mejor ánimo.
Los caminantes se aglomeraban sobre el coche, tratando de agarrarlos, Yeong sonrió emocionado.
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Sacó la mitad de su cuerpo por la ventana, soltando un grito de emoción, cerró sus ojos para que el aire golpeara y secara su mojado cabello.
"¡Si! ¡Ujuuu!" Glenn pisó más fuerte el acelerador, cruzando la vacía avenida de Atlanta.
"¡Hey! ¡Guapo!" Yeong le lanzó un beso al sheriff cuando pasaron al lado del camión, su hermano sacó el brazo por la ventana, moviéndolo. Regresó a su asiento cuando empezó el bosquejo, sonriente.
El Rhee menor le miró de reojo, tratando de no distraerse. "¿Te gusta?"
Se alzó de hombros, viéndolo por el retrovisor, no respondió.
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