Drawbbles for you [Hyunho/Minjin]

Café Doppio

Minho y Hyunjin habían ido a un café que solían frecuentar mucho, pues el ambiente siempre resultaba acogedor. El lugar era pequeño y no muchas personas se quedaban a degustar las bebidas que solicitaban, por lo tanto se disfrutaba de una tranquilidad que no era fácil de conseguir en otras circunstancias. Sin embargo, ese día estaba cerrado por una extraña razón, así que nos les quedó de otra que buscar un nuevo lugar. No tardaron en encontrar un sitio con una pinta decente unas cuadras más adelante.

Ambos miraban el menú con curiosidad pues no conocían mucho acerca de aquel sitio.

—Hay una promoción. La voy a pedir, mira— dijo Hyunjin mientras le acercaba la carta a Minho.

— ¿Estás seguro?— preguntó Minho con una mueca

—Sí. Quiero un Waffle con un café Doppio.

El mesero no tardó en llegar y escuchó atentamente el pedido de ambos, tomó las ordenen con bastante normalidad y se retiró. Unos varios minutos después volvió con un Mocca y un pastel de frutos rojos, un waffle con jalea de arándanos y un café en un vasito demasiado pequeño para el gusto de Hyunjin. Les soltó un rápido "provecho" y los dejó solos.

Minho miraba detenidamente a su novio y guardaba en el fondo de su garganta una carcajada por su reacción.

—Ya veo por qué es tan barato—musitó Hyunjin.

— ¿Estás seguro que quieres eso?— volvió a preguntar Minho.

Hyunjin le dedicó una mirada irritada, partió un trozo del Waffle y se deleitó con el sabor dulce de este, posteriormente probó el café y la cara de disgusto fue tal que Minho no pudo evitar reír.

—No sabías que era un espresso, ¿verdad?— le dijo, una vez que el disgusto había pasado.

Hyunjin entornó los ojos y lo miró acusadoramente.

— ¿Tú sí lo sabías y aun así me dejaste ordenarlo?

—Pensé que tú también lo sabías.

— ¿Cómo diablos voy a saber que un Doppio es un maldito café que sabe a petróleo? Además pudiste haberlo mencionado, incluso si pensabas que lo sabía— le reclamó enfurruñado.

—Es un café espresso que es muy útil cuando no has dormido y si lo echas en agua caliente puedes rebajarlo y convertirlo en un americano.

—Mimiminininini— dijo Hyunjin mirando con odio el pequeño vaso de café.

Minho se levantó de la mesa por unos minutos en los que Hyunjin creyó había ido al baño, cuando regresó le besó la cabeza y le dijo

—No estés molesto, comete el waffle y disfrutemos de la tarde. Puedes beber mi café, si te apetece.

Hyunjin negó con la cabeza y continuó comiendo gustosamente el postre, hasta que el mesero de antes depositó un chocolate con malvaviscos en su mesa. El de cabello largo lo miró con duda.

—Gracias— dijo Minho y el mesero se fue.

— ¿Tú lo ordenaste?

—Sé cuál es tu bebida favorita. No tienes que ser aventurero si no lo quieres.

Hyunjin le sonrió y pasaron el resto de la tarde platicando sobre temas diversos, mientras Minho rayaba las servilletas que sobraban sobre la mesa. En una de ellas había un Hyunjin llorando al lado de una taza humeante. O eso interpretó él.

Basado en hechos reales, jajaja. Ojalá Minho hubiera salvado también a aquella persona desafortunada.