Drawbbles for you [Hyunho/Minjin]

Fin de semana juntos

— ¿Se te olvidó algo?— preguntó Hyunjin al teléfono. Estaba enfadado.

— ¿En tu casa?— preguntó Minho mientras regresaba del supermercado.

—Aja. En mi casa.

— ¿Una sudadera?, ¿mi cargador?, ¿el pijama?— intentó adivinar.

—Vaya, veo que en realidad sí lo olvidaste— volvió a decir Hyunjin ligeramente herido.

— ¿Qué olvidé?— Minho estaba tratando de abrir la puerta, sin embargo, las bolsas le estorbaban— ¿Me das un minuto?, vengo llegando del super. Deja abro la puerta y enseguida vuelvo contigo.

Minho siguió maniobrando hasta que estuvo dentro de su casa con todas las compras que su madre le había encargado. Cuando retomó la llamada Hyunjin ya había colgado.

— ¿Minho eres tú?— preguntó su madre.

—Sí mamá, ya volvió allí están las bolsas. La lista de compras era enorme, me tomó más tiempo de lo habitual.

—Gracias por hacer la compra cariño ¿A qué hora verás a Jinnie hoy?— preguntó la señora Lee.

Minho abrió los ojos como platos y revisó la fecha en su celular. Ese fin de semana lo iban a pasar juntos, era su plan mensual de aniversario. Se deshizo de todo lo que traía encima para correr a su habitación y hacer su maleta. Salió disparado de allí y se detuvo en una tienda de dulces a elegir un amplio surtido de caramelos, necesitaba rogar por el perdón de Hyunjin.

Llegó más de dos horas tarde a su cita y aunque se sentía horrible, aun así junto todo el valor que le quedaba para tocar la puerta. La señora Hwan abrió y le dedicó una mirada compasiva.

— ¿Está muy enojado?— preguntó Minho.

—Quizá si te das prisa llegues antes de que lance tus fotos por la ventana.

Minho asintió con la cabeza y corrió hasta la habitación de su novio, entró silenciosamente y observó a Hyunjin sentado sobre su cama abrazando una almohada. Cuando vio a Minho puso su mirada furiosa y se recostó de medio lado hecho un ovillo.

—Creo que sabes que me siento fatal por haberlo olvidado, en serio te ofrezco una disculpa— le dijo Minho recostándose a su lado.

Hyunjin permaneció en silencio.

—En mi defensa diré que mamá me mandó a comprar comestibles al super y tardé más de lo esperado.

Hyunjin seguía ignorándolo.

—Sé que estás enfadado y puedes molestarte todo lo que quieras conmigo, pero por favor dime algo.

— ¿Trajiste dulces?— preguntó Hyunjin con la voz llena de molestia y tristeza.

—Todos los que te gustan.

—No estás perdonado. Sigo enojado

—Puedes estarlo tanto como quieras, sólo no me hagas la ley del hielo, por favor— suplicó Minho, pues odiaba cuando había silencios de ese tipo entre ellos.

Hyunjin le quitó la bolsa de dulces de las manos y se acurrucó a su lado. Sabía que Minho no lo había hecho a propósito, sin embargo eso no minimizaba el hecho de que él se sintiera ansioso cuando no lo veía llegar al pasar los minutos, ni lo triste que se sintió cuando confirmó que a su novio se le había olvidado su cita. Tenía derecho a sentirse herido y estaba dejándose ser.

Pasaron una hora así, acostados, hablando lo mínimo, con Minho haciendo pequeños mimos y con Hyunjin buscando una manera de tranquilizarse. La tristeza comenzaba a irse, así que no tardarían en comenzar a bromear como siempre. Hyunjin se levantó al baño y así fue como terminó la pelea. Salió de allí mucho más tranquilo y procedieron a llevar a cabo sus planes de fin de semana: viendo películas, comiendo más chatarra que nada y dándose besos, caricias y cosquillas de vez en cuando.

Cuando Minho se fue a casa, al finalizar el fin de semana, Hyunjin vio un pedazo de papel doblado sobre su buró. Era un autorretrato de Minho rogando por su perdón con un objeto extraño en la mano del dibujo. Hyunjin se atrevió a pensar que se trataba de una flor. 

Ésta es una historia realmente corta, así que publicaré 3 veces a la semana hasta que llegue al final. ¡Gracias por los comentarios y lo votos! No leemos pronto :3