Las Personas.

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Ranpo y Fukuzawa llegaron agotados a la posada en donde estaban hospedándose, no pudieron evitar fruncir el seño cuando escucharon las sirenas de las patrullas policiales, estaban hartos de escuchar aquel sonido todo el día, la investigación había estado avanzado a pasos agigantados, Ranpo solo seguía trabajando con la esperanza de terminar rápidamente el caso y volver a casa.

-Ranpo están tocando la puerta ve y abre— la voz de Fukuzawa resonó por la habitación sacando a Ranpo de sus pensamientos, claro que Ranpo iba a refutar pero se dio cuenta que su mentor tenía la voz rasposa y bastante somnolienta, Fukuzawa había estado todo el día dando órdenes y organizando a las autoridades, es normal que este tan cansado— Ranpo te dije que—

-si si, ya te oí, ahora voy— Fukuzawa se sorprendió de que Ranpo acatara la orden pero eso solo le dio la oportunidad de recostarse mejor en la cama y tal vez tratar de dormir.

Cuando Ranpo abrió la puerta vio que la persona que había tocado la puerta insistentemente era un oficial con un reporte en la mano, Ranpo no pudo evitar rodar los ojos en señal de fastidio, ahora sabe que después de esta misión el tomaría una larga vacación para despejar su mente.

-buenas noches detective Ranpo EdogawaEl oficial realizó un ademán del típico saludo policial hacia un alto rango— lamento haber interrumpido su descanso, pero el mayor Soseki ha llegado a la comisaría— ok eso había puesto nervioso a Ranpo, ¿qué hacia el jefe en aquel lugar?— requerimos su presencia en este momento, tanto de usted como del señor Fukuzawa.

Ranpo solo hizo un ademán de mano para indicarle al oficial que se retirara y así cerro la puerta.

Fukuzawa!— al ver que no tenía ninguna respuesta Ranpo decidió acercarse sin hacer ruido a la habitación y ahí vio a Fukuzawa profundamente dormido, lo pensó dos veces y decidió no despertarlo.

Ranpo tomó su placa de policía, sabía que el señor Soseki era muy estricto en cuanto al uniforme, aunque esto a Ranpo no le importara tanto en realidad, el solo quería resolver casos que nadie más podría y comer dulces.

Eso era vivir bien para él.

-Ranpo, veo que solo tu viniste— Soseki se puso de pie al ver a Ranpo cruzar por la puerta, se detuvo a analizar al joven detective y noto que este cargaba con grandes ojeras, algo muy inusual.

-Fukuzawa esta muy cansado, dejé que duerma por favor— Ranpo no quería sonar tan frío pero estar ahí era un fastidio para el, no había podido dormir por mucho tiempo y ahora debía hablar con su superior, sin duda nada salía como el quería.

-seré breve Soseki hizo un ademán para invitar a Ranpo a sentarse, invitación que aceptó rápido y recargo su cabeza en la mesa— Tu y Fukuzawa irán a Marsella, según Dazai, el criminal que estas buscando puede estar conectado al otro caso.

Ranpo tuvo que morderse la lengua, ya estaba harto de esta misión, aparte de eso, cada día recordaba que Chuuya estaba al lado de Dazai, ese maldito mujeriego.

Dazai esto, Dazai lo otro, ya estaba enojado de siquiera pensar en lo que podría estarle haciendo a Chuuya.

-¿y si Dazai se equivoca?

-confía el el— Ranpo estaba dispuesto a negarse, pero Soseki fue más rápido y siguió hablando— además él, Yosano, Koyo y Chuuya estarán allí también.

Soseki hizo énfasis al momento de nombrar a Chuuya, pensó que eso animaría a Ranpo, y vaya que no se equívoco.

Los ojos de Ranpo se encendieron cual luces, toda la energía que creyó pérdida volvió a él.

-alistare mi equipaje y el de Fukuzawa ahora mismo, como siempre es todo un placer señor Soseki.

Ranpo se fue rápidamente a su habitación y empezó a empacar, se sintió muy feliz de saber que vería a Chuuya.

Entre todas las cosas que estaba guardando se le cayó un portafolios, y así las hojas dentro se regaron por todo el piso. Ranpo chasqueo la lengua fastidiado, pero eso no iba a detener su buen humor.

Se agachó de mala gana y empezó a recoger las hojas que cayeron, es ahí cuando se detuvo a ver una de las hojas, el cual contenía el informe que hasta ahora había echo.

Lo que más le perturbada y le dejaba un nudo en la garganta era ver otra vez las fotografías que Fukuzawa y él tuvieron que colocar en el informe. Fotografías de aquellas instalaciones donde ese monstruo, llamado Shiro Ishii, había experimentado con todo tipo de personas, desde bebés hasta ancianos.

Nadie, ni siquiera las mujeres embarazadas se libraron de las atrocidades que aquel hombre cometió, todo en nombre de la ciencia. Entre todas las fotografías del antes y del después de todas esas victimas, figuraba la foto de Chuuya.

Sí, hace días atrás Ranpo logró averiguar el pasado de Chuuya, un pasado que le dejó mal sabor de boca, no pudo contener su rabia al saber que Chuuya tan solo tenía 10 años cuando fue utilizado como rata de experimentación, con el fin de lograr darle alas al ser humano.

No logró averiguar nada más sobre su pasado, pero no es difícil deducirlo, aquellos que eran huérfanos a causa de las guerras eran secuestrados y exportados como si fueran objetos, así de simple y así de cruel.

Cuando vea a Chuuya estaba seguro de que hacer, darle un gran abrazo y estar a su lado en todo el proceso de recuperación.

Quien sabe, tal vez un día logre escuchar a Chuuya hablar fluidamente, con aquella imagen mental Ranpo sonrió alegre, le llenó de calidez solo pensar en ello.

Cuando término de ordenar todo y empacar, empezó a sentir un dolor de cabeza y sintió como los ojos le ardían. Su cuerpo le exigía descansar.

Se tumbo de manera pesada y para nada delicada en la cama, no le importó cubrirse con una manta, ya que no estaba preocupado por resfriarse, el clima era muy cálido, es así como cayó profundamente dormido y su último pensamiento fue aquel pelirrojo que había captado su atención desde el primer momento.

Ángel Sangriento (RanChuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora