El demonio necesita un angel #compas

capitulo 9.

"El pasado de sparta parte 2"

Los días pasaban y el pequeño castaño solo encontraba refugio en aquella pradera donde casi siempre se encontraba al castaño oscuro. Musik se volvió rápidamente su mentor y mejor amigo, le enseño a cazar, a cocinar y algunas técnicas de defensa personal, se preocupaba mucho por los golpes que siempre traía consigo sparta, pero sabía que no podría hacer nada ya que su palabra no valdría nada en una aldea enemiga.

- sparta...

-si?

- no has pensado en huir de tu casa?

- (se asusta un poco) pues...s-si lo he pensado.

- y?

- jamás lo haría

- que? Porque no?

- recuerdas al conejo que trataste de cazar cuando nos conocimos?

- oh cierto! Ya debe estar listo para comerse

- pues ...mi papá lo encontró y hace mucho que se hizo estofado con el...

- rayos! Se veía bueno

- si ..quisas lo era pero en fin, el punto es que en ese tiempo me sentí útil, estaba cuidando de alguien, alguien me necesitaba....yo tenía un propósito

- ahora entiendo, sigues aquí por qué yo soy tu propósito, ay pequeño (suspira) eres tan dulce

- que? Jaja no no no jaja musik, si tú fueras mi propósito podría irme por que iría contigo jaja

- cierto QwQ pero...entonces de quién estás cuidando?

- mi pequeña hermana....ella es diferente a mi familia, es una Omega dulce que me habla con respeto y me pide las cosas amablemente

- vaya, la única manzana que no fue podrida por la mentalidad putrefacta de tu tribu

- así es y aré todo por ella, me aseguraré de que sea feliz y así...tendré un propósito

Y así, el joven sparta de ya 15 años lo hacía, cuidaba de su hermana pequeña todo el tiempo. Era como su dama de compañía ya que ambos eran omegas y por eso congeniaban, incluso le había hecho un bello conejo tejido para su cumpleaños, todo parecía estar bien mientras ambos se tuvieran pero....

El día de el ataque a la tribu  semi animal

- vamos mi niña! Corre y no mires atrás!

Sparta corría tomando de la mano a su hermanita, la semi animal estaba aturdida por los gritos de desesperación y miedo, además de los empujones bruscos que los aldeanos le daban pues todos querían resguardarse ante tal matansa que proporcionaba el ejército imperial.

La Omega estaba en blanco y callo de rodillas apenas lograron entrar al templo que los protegería. Seguía en shock ya que hace solo unos minutos su hermana mayor había sido masacrada por un soldado de aquel ejército.

El joven castaño jadeaba aún de el cansancio que fue arrastrar a su hermana hasta darle seguridad, se sentía exausto pero inmensamente feliz de tenerla a salvo.

Antes de preguntarle sobre su estado una mano lo empujó haciéndolo caer.

- mi princesa!!! Que bueno que estás bien, donde están tus hermanos?

Era su padre, el cual estaba repartiendo productos en la tribu a la hora de el ataque.

- mu....murieron...