Capítulo 14

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*Gahyeon Pov.*

Sentí su mano acomodar mi pelo y no me moví, me quedé igual de relajada mientras dejaba leves caricias a mi rostro. Seguí respirando y disfrutando de la comodidad hasta que la sentí moverse en la cama y acercarse a mí. Depositó un tierno beso en mi mejilla, dejando por varios segundos sus labios en mi piel y moviéndose para dejar otro unos milímetros cerca del lugar del primer beso. Ese gesto me hizo sonreír y ella se alejó.

—Lamento si te desperté. —Dijo y negué.

Abrí los ojos y cuando lo hice noté que su pelo estaba rubio, sus ojos brillaban y me veía con adoración como si no existiera nada más.

—¿Despertaste hace mucho? —Le pregunté y me miró sin decir nada.

La vi acercarse y besarme. Su beso me sorprendió ya que fue un claro intercambio de labios y un beso de esos que se dan cuando se está a solas. Y era la primera vez que experimentaba un beso así de esta magnitud, además del hecho de que estábamos aún en la cama y solo ese pensamiento me hizo avergonzar. Era un nivel de intimidad que no había experimentado antes.

Me dejé llevar por el beso de todas formas y lo devolví. Estar experimentando esto con ella me dió curiosidad y con mi corazón latiendo fuerte, la arrastré hasta que quedó bien cerca de mí y sentí su cuerpo temblar un momento mientras se acomodaba encima del mío. Cortamos l beso un momento y nos miramos a los ojos. Las dos estábamos rojas de vergüenza y sonreímos antes de seguís besándonos. Tener la vivencia de la sensación de su cuerpo so re el mío, su peso, su calor y saber que era ella, hizo que la abrazara y ese gesto la hizo acomodarse mejor.

Fue increíble sentirla de esa manera y nos dejamos llevar tanto que nos dimos caricias. Sentirla acariciar mi rostro, mis brazos y hasta mi cintura por momentos me hizo sentir en las nubes, fue alucinógeno la manera en que sus labios me acariciaban y cómo su lengua poco a poco ingresó en mi boca para acariciar la mía. Cuando cortamos el beso fue porque nos habíamos quedado sin aliento y nos miramos.

—Wow... —Le dije y sonreí—. No sabía que besabas tan increíble.

—¿Esto es demasiado para ti?

Me preguntó y negué, sonriendo y acariciando su rostro.

—Se siente muy bien estar así contigo. —Le dije y sonrió—. ¿Podemos...? ¿Podemos seguir un poco más?

Le pedí y asintió, yendo a dejar besos por mi rostro como hoy.

—¿Cuánto tiempo tenemos antes de abrir el hotel?

—Aún está el sol, tenemos un rato para disfrutar juntas sin que nos molesten.

Cerré los ojos al sentir que sus besos iban hasta mi cuello y mi piel se erizo cuando la sentí acercarse a mi oído.

—¿Gahyeon, puedo besar tu cuello?

La forma en que me lo dijo, con un susurro y su voz gruesa, hizo que en vez de decirle algo le asintiera.

Los mismos besos que me dió en el rostro, los dejó en mi cuello de forma lenta y delicada. Así que cuando subió por mi rostro de nuevo, busqué su boca con prisa y está vez el beso fue lento hasta cortarse.

—Hoy tengo que despedir a mis padres...

Dijo y noté que cerraba los ojos con fuerza y sentí en mí que luchaba contra la tristeza.

—Así que cuando me sienta triste hoy, tendré esta mañana contigo para sonreír y mantenerme feliz. —Dijo y me miró a los ojos—. Ahora mismo no quiero pensar.

—Ven aquí y sigue besándome entonces.

Volvimos a los besos y está vez las caricias aumentaron. Me aferré a su pijama y no quería que se alejara de mí. No quería que estuviera triste, así que estuvimos besándonos de esa manera hasta que notamos el sol había desaparecido y era hora de abrir el hotel.

Hotel del Luna: EclipseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora