𝑩𝒓𝒆𝒂𝒌𝒖𝒑 𝒂𝒏𝒅 𝑪𝒐𝒎𝒆𝒃𝒂𝒄𝒌 - 𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒏𝒊𝒆

Capítulo 2

Seúl - Corea, Hace siete años.

—Vamos Jennie, corre más rápido —gritó una Roseanne con alegría, habían ido a una exposición de arte por petición de la castaña pero la menor parecía estar más emocionada.

—Llegaremos a tiempo, no te preocupes tanto —dijo divertida al ver como la rubia daba todo de sí para llegar hasta el museo. En un momento de torpeza Roseanne tropezó con una piedra y ambas cayeron rendidas en el césped, una encima de otra— Te dije que no te preocuparas tanto— Jennie rio y a cambio recibió un torpe beso de la contraria.

—¿Y si nos quedamos aquí? —preguntó inocentemente y esta vez fue Jennie quien la besó.

—Nop —la castaña se levantó y continuó con su camino hacia al museo seguida de una rubia sonriente.

—Luego de hacer tu cosa favorita haremos mi...

—Cosa favorita, lo tengo claro, ahora entremos antes de que sea tarde y no nos dejen pasar —Jennie tomó su mano y la guio dentro de la galería de arte.

A la castaña le encantaban ese tipo de lugares así que a Roseanne también le encantaba porque eso significaba la felicidad de su novia y si ella era feliz Roseanne también.

—Mira Roseanne, es una pintura preciosa —murmuró señalando uno de los tantos cuadros que adornaban a las blancas paredes.

-Sí, es muy... Expresivo —dijo sin comprender todos los trazos de colores que llenaban la pintura. luego de admirarla por unos minutos continuaron caminando hasta que se toparon con un lienzo que llamó la atención de Roseanne.

—¿Por qué la miras tanto? —preguntó Jennie con los brazos cruzados ya que Roseanne ya llevaba unos minutos admirado a la mujer de la pintura que estaba cubierta levemente con una tela casi transparente.

—Por nada, sólo pensaba que cuando entremos a la universidad seguramente te pedirán ser modelo para sus pinturas por lo hermosa que eres, pero la verdad es que realmente no podría permitir que te vieran, ya sabes, desnuda —dijo algo avergonzada por su pensamiento y Jennie le dio un leve empujón en el hombro.

—No me digas que estás celosa por algo que todavía no sucede —dijo enarcando una ceja.

—No lo estoy, es que ni siquiera yo podría imaginarme verte así, eres demasiado preciosa para mis ojos Jen —dijo con sinceridad logrando que la nombrada se sonrojara poco a poco.

—Será mejor que continuemos caminando —abrazó el brazo derecho de la contraria y continuaron con su camino— Aunque debo decir que yo no me atrevería a ser modelo para ese tipo de cosas —murmuró haciendo un gesto de negación con sus manos.

—Mira esto —señaló Roseanne— Se parece demasiado al gato de Nayeon, ¿No crees? —en el lienzo había un gato algo obeso de pelaje anaranjado devorando una lata de atún, el momento parecía plasmado como si fuera una fotografía.

—Tienes razón —respondió emocionada— Le sacaré una foto y se la enviaré para que lo vea— Dicho y hecho, cuando Nayeon vio la fotografía no lo podía creer, era la réplica exacta, al final llegaron a la conclusión de que su gato se escapaba de casa a comer latas de atún porque Nayeon lo estaba manteniendo en dieta pero él solo engordaba más y más.

Así fue como pasaron el resto de la mañana, admirando pinturas y figuras hasta que llegó la hora de irse y decidieron ir a comer algo antes de hacer lo que Roseanne tanto quería.