Capitulo 3

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A la mañana siguiente

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A la mañana siguiente.

Tarareo, mientras preparo el desayuno y la merienda de los niños, ellos no deben tardar en bajar, solo espero que no hayan decidido volver a dormir.

-Niños vengan de una vez -les grito.

-Ya vamos -grita Lisa, en unos segundos, los dos están aquí ya listos, bueno, casi listos.

-Ven Lisa te peinaré -ella se sonroja y se acerca a donde estoy -sabes que no hace falta, que quieres aprender a peinarte verdad -asiente -yo amo peinar a mi princesa -le doy un beso en la frente cuando termino de peinarla.

-Lo sé mami, pero es que quiero ayudarte -habla con un puchero.

-Ustedes me ayudan siendo buenos niños y estudiando -sonrío y les pongo dos tostadas a cada uno y vaso de leche -vamos desayunen para que no lleguen tarde -asiente y empieza a comer, mientras yo me tomo mi café.

-¿Eso es lo único que vas a tomar? -pregunta Max preocupado, él siempre se preocupa por nada.

-Cariño, me la paso en la cocina, crees que no picoteo algo de vez en cuando -digo y tomo el último sorbo de mi café -terminaron -asienten dándome los vasos -yo friego, vayan por sus mochilas -corren en busca de sus mochilas mientras yo friego los trastos.

-Ya estamos listos -sonríen dejando ver esos hoyuelos que me encantan, asiento tomando los merenderos.

Caminando hacia la puerta, la abro y dejo que salgan primero, los dos bajan casi corriendo.

-Que les he dicho de correr en las escaleras -les regaño cuando los alcanzo en la cocina -. Hola Rick, Alina -saludo.

-Hola querida -me saluda Rick, dándole un beso a los gemelos.

-Buenos días -dice Alina dándome un abrazo.

Siempre me alegra que me salude así, nunca tuve abrazos y amo cuando ella me abraza, me hace sentir como en casa.

-No les regañes, ya sabes que tienen mucha energía por las mañanas -sonríe y pongo los ojos en blanco.

-Lo sé -niego con la cabeza cuando les escucho reír -vamos llegaran tarde -los gemelos se despiden -vuelvo pronto -menciono antes de alcanzar a los gemelos en la puerta del restaurante.

El camino hacia la escuela fue alegre como siempre. Mis ángeles son queridos por todos los de la colonia. Todos los días por las mañanas reciben saludos de todos, eso me alegra, ya que yo no tuve nada de esto y me hace saber que estoy haciendo las cosas bien para ellos, son felices, no importa que no tengamos dinero, somos felices los tres.

-Buenos días Lau -saludo al encontrármela en la puerta -¿hoy no le tocaba a Melinda? -pregunto viendo como los niños le dan un beso, le doy sus merenderos y ellos me dan un beso antes de entrar.

-Buenos días, Vero -me devuelve el saludo -Melinda, tomo unos días de descanso, tiene tres meses de embarazo y recién se dio cuenta, tiene muchos exámenes que hacerse -dice, asiento, yo fui quien le dijo que se hicieran las pruebas -le pregunte quién era el padre, pero no me quiso decir -suspira.

Segunda Dulce Oportunidad #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora