Capitulo 12(Editando)

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-No fue tu culpa-dice Max interrumpiéndome cuando iba a discutir con Bruno.

No pensé que le vería y menos con mis hijos. Cuando me baje de ese elevador y le vi, no sabia que hacer, quería gritar y llorar, pero primero estaba mi hija por lo que puse mi mejor cara de a mi no me importa y camine hacia donde se encontraban, sabiendo que ya Bruno debe estar sacando cuentas para saber que son sus hijos. Eso si el cree que son de él, despues de todo para el soy una puta, pienso y me encajo las uñas en la palma de la mano para evitar gritar.

-Trisha la empujo-eso llama mi atención.

-¡Como!-miro a mi hijo esperando respuestas-¿porque haría eso?-pregunto preocupada.

-No le caemos bien-habla nervioso, le miro.

-¿Porque?-pregunto esta vez con un tono más fuerte, es muy pocas las veces que lo uso pero hoy mis nervios están en la nubes-Max-le llamo pero parece no querer hablar-Maximiliano habla de una buena vez-digo ya perdiendo la paciencia, por el rabillo del ojo veo a Bruno abrir la boca asombrado, son muy pocas las veces que le vi así.

-Nunca nos llevamos bien, ella siempre se mete con todos pero se excede con nosotros y con Matías-el padre de Matías está preso por asaltar un banco, me agacho y le atraigo hacia mí, dándole un abrazo, ellos no deberían pasar por eso.

-Entiendo-digo, me aprieta más-por eso no me lo dijeron-digo más para mí misma, la última vez que me preguntaron por su padre yo me puse muy mal y sé que ellos me vieron.

-Se lo dijimos al abuelo-dice todavía con la cara enterrada en mis pechos.

-Por eso se pelearon Rick y Tobías-digo refiriéndome al padre de Trisha, él se separa y asiente, vuelvo a levantarme-esta vez me encargare yo, los hombres se dejan llevar por los puños-le digo guiñándole el ojo y el ríe.

-Son los familiares de la niña-me giro para encontrarme con dos enfermeras.

-Soy su madre, ya la trasladaron-la que hablo asiente.

-Habitación seis-dice la de atrás-pero antes de ir tiene que llegar unos papeles-asiento.

-¿Yo puedo ir con mi hermana?-pregunta Max a la otra enfermera, esta le sonríe.

-Ven te llevare-el asiente y le veo irse, suspiro.

-¿Que tengo que llenar?-digo ignorando a Bruno, la seguimos hacia un escritorio, me pasa unos papeles.

-Su hijo me dio varios datos, pero faltan cosas por llenar-me explica, empiezo leer y a escribir-también tiene que ir a recepción a pagar el pago de los estudios.

-Yo seré quien se encargue de eso-habla Bruno detrás de mí, termino de llenar todo.

-Termine-le entrego los papeles y me giro para decirle a Bruno que no necesito nada de él, pero cuando me giro él ya está en el ascensor, maldigo por lo bajo-¿donde se encuentra la habitación de mi hija?-le pregunto a la enfermera.

-Tercer piso, cuarta habitación a la derecha-me dice, asiento y me retiro.

Max

Me siento viendo a mi hermana, se ve tan magullada. Trisha se pasó esta vez, no pienso perdonarla, me cruzo de brazos y sigo esperando a que mi madre llegue.

-Cariño-miro hacia la puerta cuando la veo entrar cinco minutos despues, me sonríe y despues mira hacia la cama, veo como empieza a llorar, me levanto y la abrazo.

-Ella estará bien, yo lo sé-mi madre me sonríe, la suelto y dejo que se acerque, veo como se sienta y observa el yeso que tiene en casi todo el brazo derecho, desde el hombro hasta la muñeca.

-Oh mi princesa-habla, con cuidado salgo de la habitación dejándolas solas, sé que a mi madre no le gusta que la veamos derrotada.

-¿Como esta?-levanto la vista para ver al señor Bruno frente a mí.

-Estará bien-digo, le observo tratando de ver si me es conocido aunque no parece que mi madre y él se lleven bien, abro la boca para preguntarle cuando veo aparecer a los abuelos.

-¿Max donde está tu madre?-me pregunta la abuela Alina.

-¿Y como está tu hermana?-pregunta esta vez el abuelo.

-Mi madre está dentro-empiezo a responder-hasta que no despierte mi hermana no sabremos si tenga alguna secuela del golpe que se dio en la cabeza aunque yo sé que no tendrá nada-los dos me miran y asienten-lo otro son raspones y tendrá que llevar un yeso por unas semanas.

-Me alegra que no haiga sido algo grave, a tu madre casi le da un infarto cuando Jorge nos dijo que Lisa había tenido un accidente-habla el abuelo-nos explicó lo que paso, pero Verónica no espero para escuchar, salió como alma que lleva el diablo por las puertas, nosotros le seguimos nada más dejamos todo cerrado-le veo mirar la puerta.

-Dejémosla sola-le dice la abuela tocándole el hombre, el abuelo suspira y mira hacia Bruno.

-Tú debes ser el que trajo a Lisa al hospital-confirma el abuelo-soy Rick Sánchez-se presenta.

-Bruno Bonneti-se presenta, abro los ojos al escuchar el apellido, heredo la empresa inmobiliaria a los 18 años, al morir su abuelo, es uno de los empresario más jóvenes que ha habido, por lo que leí tiene también varios hoteles.

-El dueño de la Inmobiliaria Bonneti-digo para confirmar, ya que nunca me dio por ver una foto de él, veo como los tres me miran asombrados-¡que! saben que me encantan las noticias.

-No soy el único dueño-responde, toma lo sabía, me digo.

-Lo se tienes un hermano, entre los dos son dueños-el asiente.

-Eres muy inteligente-me elogia.

-Gracias-le sonrió, giro la cabeza al escuchar la puerta abrirse-¿mamá ya despertó?-pregunto y ella niega, suspiro.

-No tenías que salir-me dice y me encojo de hombros-Rick, Alina no tenían que venir, ahora mismo iba a llamarlos.

-Sabes muy bien que no íbamos a dejarte sola-dice Rick acercándose para darle un abrazo, Alina le sigue-¿podemos entrar?-pregunta.

-Claro-les sonríe dejándoles la puerta libre.

Ellos entran y al instante ciento el peso en el ambiente, sin duda a mamá no parece agradarle el señor Bonneti.

-Max porque no entras con tus abuelos-sin duda la forma en que me lo pide no me deja otra opción más que entrar.

Entro pero como soy tan curioso, me quedo detrás de la puerta dejándola medio abierta para poder escuchar algo, aprovecho que los abuelos están ocupados viendo a Lisa para que no me cachen.

-¿Cuando piensas irte?-me quedo frio al oír el tono de voz con el que habla, confirmado mamá no aprecia al señor Bruno.

-Ya te lo dije-responde el con la voz bastante calmada-no me iré hasta saber si está completamente bien.

-No fue tu culpa que mi hija este aquí, así que no tienes por qué quedarte-le gruñe y prácticamente puedo sentir la forma posesiva en el que dijo mi hija.

-Sé que no fue mi culpa, sino de esa odiosa mocosa-habla-pero no me iré, también es mi hija-eso me deja en blanco.

-Déjame corregirte, no es tu hija es mía-dice cada palabra con un toque de furia.

Miro hacia la cama y veo el momento justo en el que mi hermana abre los ojos, los abuelos no se dan cuenta, ya que el abuelo está abrazando a la abuela que llora.

-Y pareces muy seguro, no fuiste tú quien dijo que era una sinvergüenza-eso hace que actué sin medir las consecuencias, abro la puerta sorprendiéndoles a los dos.

Segunda Dulce Oportunidad #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora