-¿Ya decidieron que van a pedir?-les pregunto con una sonrisa cuando me acerco a su mesa.
-Unos rollos de canela y un capuchino para mí-dice Dimitri, anoto y miro al señor Leandro.
-Un trozo de pastel de coco y una tasa de chocolate-tomo su pedido.
-¿Eso es todo?-pregunto y ellos asiente, me giro para irme pero me detengo cuando veo a los gemelos correr hacia mí-no corran que se van a caer-les regaño, miro a Lisa y veo que se puso las zapatillas nuevas que le regalo Rick, mientras que Max lleva la sudadera que le regalo Alina-parece que les gusto los regalos de santa-digo sonriendo.
-A que son bonitas-Lisa se pone de puntillas y da una vuelta-gracias por la cajita mamá-sonrió, yo le regale una cajita de música para que no tenga que estar obligadamente en la sala cuando entrene.
-No debiste cómpranos esas cosas mamá-me regaña Max, a él le regale un teléfono, no es de última generación pero para él es más que útil.
-Debía, a ver si así dejan de tomar tanto mi pobre laptop-digo en broma, ellos ríen y miran hacia la mesa, al instante veo como abren los ojos-que sucede-les pregunto girándome para poder verlos a ellos y a los dos hombres, Max sacude la cabeza y me dice que me agache-que sucede-digo agachada.
-Que hacen eso dos multimillonarios aquí mamá-me pregunta en un susurro y abro los ojos, claro Leandro Sargoni, el otro no sé quién es pero si mis hijos dicen que es rico es porque es, aunque ya me había dado cuenta.
-Me los encontré-le devuelvo el susurro-ahora dejen el chisme-digo levantándome-vallan a sentarse con Alina hasta que una mesa se desocupe- les sonrió.
-No hace falta pueden sentarse con nosotros-me giro para ver al señor Sargoni, voy a negarme pero los niños pasan por mi lado y se sientan frente a ellos, Dimitri se movió para sentarse junto al señor Sargoni-¿son tus hijos?-más confirma que pregunta, pero termino asintiendo.
-Les traeré su pedido en unos minutos-me dirijo a los señores multimillonarios, me rio yo misma de mis ocurrencias-¿ya le dijeron a Rick que van a comer?-pregunto a mis traidores hijos.
-El abuelo nos está preparando una sopa navideña-sonrió, ese fue un invento del año pasado-dijo que no le faltaba mucho-me sonríe Lisa.
-Está bien, con su permiso-me alejo de la mesa y le doy el pedido a Alina que me mira con interrogantes en la cara- después te cuento.
Max
Miro bien al hombre frente a mí, tiene los mismos ojos azules que mamá y yo tenemos. Sin duda mi hipótesis de que él es el verdadero padre de nuestra madre se está confirmando, solo necesito confirmarlo.
-No hemos terminado de investigar, así que no es prudente-me susurra Lisa antes de que diga algo, esa conexión entre nosotros a veces es muy molesto-soy Lisa-mi hermana se presenta poniendo una sonrisa-este es mi hermano gemelo Maxim..
-Max-le interrumpo antes de que diga mi nombre completo, me saca la lengua y escucho reír a señor Dimitri.
-Yo soy Dimi..
-Sabemos quiénes son-le interrumpo y mi hermana me da un golpe en la cabeza-oye porque hiciste eso.
-No es educado interrumpir a un adulto cuando habla-se cruza de brazos con esa mirada tan parecida a la de mamá, que me es imposible decir algo-lo que quería decir mi hermano es que sabemos quiénes son, nos gusta mucho leer las noticias-mi hermana les sonríe.
-Ya veo-dice el señor Sargoni-que edad tienen que ya pueden meterse en internet sin la presencia de su madre-habla como si estuviera regañándonos-su madre no sabía quiénes éramos, así que no ha estado presente.
-Mamá confía en nuestro juicio-digo cruzándome de brazos-somos muy maduros para nuestra edad.
-Eso yo lo puedo ver-habla Dimitri-¿tienen cuanto?-pregunta.
-Seis, lo cumplimos hace poco-responde mi hermana, miro al señor Sargoni y veo en sus ojos que tiene una pregunta, lo sé porque los ojos de mi hermana se ponen así cuando quiere preguntar algo, sin duda tenemos su sangre.
-Qué tal si hacemos algo señor Sargoni-el me mira interrogante por mi tono-usted puede hacer su pregunta, si nos responde con sinceridad la nuestra-el me mira.
-Como sabes que tengo una pregunta-me dice y sonrió.
-Sus ojos-el parpadea sin entender y decido arriesgarme
Miro hacia el mostrador y veo que falta bastante para que mamá venga, mi hermana me pellizca para que no hable, pero no me callare.
-Puso la misma mirada que ponen tanto mi hermana como mi madre cuando quiere preguntar sobre algo-veo como los dos quedan en blanco cuando digo eso, mi hermana se tapa la cara- y de eso trata mi pregunta, no hemos terminado de averiguar por eso quiero que usted nos evite hacer ese trabajo-hablo-nos quedamos cuando leímos que tendrían gemelas, pero en las noticias recientes no aparece nada sobre su otra hija, sobre nuestra madre-respiro y suelto la pregunta-¿que fue lo que paso para que nuestra madre fuera criada en un orfanato donde a...?-mi hermana me tapa la boca antes de que sigue hablando.
-Te estás pasando-me dice.
-¿Donde que?-me pregunta y en sus ojos puedo ver furia.
-Nada, mi hermana tiene razón, no deberíamos decir nada sobre eso-respiro y me calmo-nuestra madre no sabe que sabemos algo sobre eso, la escuchamos hablar hace tiempo con los abuelos, aunque no fue mucho-digo sabiendo que lo que escuchamos no es ni la mitad de lo que nuestra madre sufrió.
-¿Nos respondería?-pregunta mi hermana, parece que a ella se le fue el nervio, lo veo cerrar los ojos y cuando los abre veo la tristeza en ellos, lo veo mirar hacia la barra, donde nuestra madre está tomando una bandeja.
-Esperemos a que Verónica nos de el pedido-dice el señor Dimitri poniendo una sonrisa.
-Aquí tiene-nuestra madre nos pone un plato de sopa delante que huele delicioso-y aquí-les pone dos paltos con un dulce a cada uno y dos tasa, a nosotros nos deja una soda-mis hijos no le han molestado, a veces pueden ser muy molestos-nos hacemos los ofendidos.
-Para nada-responde el señor Sargoni poniendo una sonrisa, le veo y miro como sus ojos brillan viendo a mi madre.
-Entonces les dejare-sonríe-pórtense bien-nos advierte y se aleja hacia otra mesa.
-Esto esta delicioso-habla Dimitri dándole una mordida al rollo de canela, reímos.
-No has probado los panecillos o las galletas navideñas-dice Lisa sonriendo-nuestra madre hace magia con la harina.
-Tendré que llevarme unos para que Victoria los pruebe, es adicta al dulce-nos dice como si fuera un secreto, va a decir algo mas pero su teléfono suena, él lo saca de su chaqueta- es Victoria, ahora vengo-él se levanta, miro hacia el señor Sargoni que está comiéndose un pedazo de pastel de coco, sin duda le encanta, el siente nuestra mirada y suspira.
-Cuando tienes dinero, tienes enemigo-empieza a hablar como si fuera un cuento-cuando las gemelas cumplieron tres años, celebramos una fiesta para la familia, en la noche Victoria se puso inquieta y no quiso dormir, así que la bajamos con nosotros, cuando se durmió y subimos a dejarla en la cuna, su madre había desaparecido- cuenta-la buscamos por todos lados, pero se la habían llevado -veo como se pone triste-no perdimos la esperanza, pasamos un año buscando, pero nada, tuvimos que irnos, mi esposa no aguantaba estar aquí, así que nos fuimos y no volvimos hasta hace poco-termina.
-¿Hay mas en esa historia verdad?-pregunto, sabiendo que falta algo.
-Ustedes son niños, hay cosas que no se les puede decir—no dice y continua hablando antes de que digamos algo-hace dos días Dimitri llego a mi despacho diciendo que había visto a alguien idéntica a Victoria, al principio le dije que debió haber visto mal, pero terminó convenciéndome de venir a ver-sonríe-y fue lo mejor que pude haber hecho-mira hacia donde se encuentra nuestra madre-puedo preguntarles ahora-sonreímos y asentimos-¿donde esta vuestro padre?-pregunta, mi sonrisa se borra.
-No lo sabemos-responde Lisa antes de que yo hable.
ESTÁS LEYENDO
Segunda Dulce Oportunidad #PGP2023
Roman d'amourVerónica Adams tuvo una infancia terrible, una adolescencia problemática y una adultez que iba por el mismo camino; pero los tiene a ellos, sus dos hijos. Un par de gemelos muy inteligentes y divertidos. Sin embargo, no pensó que él llegaría a poner...