Fuckboy

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[Narra Steve]

-¿Ya te as despertado? (Dije nervioso)

Billy asintió sin ánimos, y se fue a la cocina.

Me agarre el pelo con fuerza nervioso y fui detrás de él, a duras penas.

Billy, estaba sacándose un vaso, granos de café y leche entre otras cosas.

Me senté en una de las sillas de la cocina mientras veía aquel cuerpo desnudo, que andaba sin vergüenza alguna por la cocina.

-¿Billy qu-que paso ayer?

-No me digas,que no te acuerdas princesa

-Si, si claro que me acuerdo, solo quería saber si... (Me corto Billy)

-Si realmente lo hiciste bien(Dijo girando se para verme la cara) - y contestando a tu pregunta (Dijo volviendo a girará la cabeza) -los he tenido mejores.

-¿Que? ¡Perdona, yo follo de puta madre!

-Si, si, si... Seguro (Dijo Billy dbuna manera sarcástica mientras se ponía la leche en el café)

-Mira puede que de activo seas la hostia, pero eso nunca lo descubriremos (Volvió a decir sarcásticamente y fingiendo una cara de tristeza)-solo te estoy diciendo que no sabes chuparla y mucho menos recibirla. (Dijo sentándose en la silla al lado mía)

-Que te den. (Dije levantándome para hacerme otro café)

-Por cierto, ¿te gustó el sabor de mi polla? (Dijo Billy sonriendo mientras sacaba la lengua)

Rodé los ojos y no conteste, aunque tengo que admitir que me gusto.

-¿Entonces...? (Dijo Billy abrazándome y poniendo su poya en mis calzones)

-Admitelo (Dijo rozandola al rededor de mi culo)

Poco a poco fui notando que a los dos se nos ponía dura.

En ese momento Billy me giro la cabeza y me beso bruscamente.

-Volvamos a la habitación. (Dijo sensual, agarrándome del brazo fuerte y llevándome a su cuarto de nuevo)

Pasamos toda la mañana dentro de su cuarto follando, aunque de vez en cuando parábamos un poco.

Se hicieron las cuatro, y pedimos una pizza, ya que los dos estábamos agotados como para cocinar.

Las pizzas llegaron como a la hora y comimos juntos en el sofá, mientras veíamos un partido de fútbol americano.

Al terminar el partido, ya eran las siete de la tarde, y Billy se empezó a prepararse para irse a una fiesta.

Cuando se fue ya eran como las ocho de la noche.

[Narra Billy]

La fiesta la organizaba un compañero del equipo de baloncesto, uno que tiene a un motón de guarras detrás de él, lo cual es suficiente para hacer que yo valla a la fiesta, y de paso hacer negocios.

Llame a la puerta, la cual detrás de esta ya se podía escuchar música desde afuera.

-Coño Billy viniste ¿que tal? (Dijo el encargado de la fiesta energético y feliz, mientras me daba la mano)

-Bien todo bien. (Dije chocandole la mano y a la vez pasaba a su piso)

-Sientete como en tu casa.

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