Sí, daddy - Wakasa Imaushi

3K 83 13
                                    

Habías salido a correr un rato, después de un rato te sentaste para tomar aliento en aquel banco donde los pájaros se arremolinaban por las migajas de pan que la gente había tirado al suelo, te quedaste como ida con mi mente en otro sitio, en otro tiempo, te sentías presionada por las tareas, los torneos escolares y demás, pero entre todo eso, tu mente se centró en lo que empezó a pasar más o menos hace unas cuatro semanas, algo que al principio parecía como una tontería, luego un juego y ahora no te dejaba casi dormir.

Tenias 17 años y un pretendiente de tu clase, al igual que Wakasa o "daddy" como le comenzaste a llamar de pequeña, un hombre al que tu padre le pagó para seguirte a todos lados, vaya, algo así como guardaespaldas, pero a final de cuentas termino siendo más tu niñero. Hasta ahí todo bien, pero la cosa se enredó cuando por circunstancias tuvieron que rentar una habitación, ya que en tu casa estaban teniendo problemas debido a los negocios turbios de tu padre, sus cuentas de habían congelado y recibía constantes amenazas, sacandote del colegio y dejandote así al cuidado de Wakasa, solo tenía una cama, un sofá, y lo escencial como refrigerador, estufa, etc. Eran solo ustedes dos ahí.

Al principio no te dabas cuenta de cómo te miraba Wakasa, estaban a comienzos del verano, un verano de esos calurosos, por las noches se sentaban en un pequeño futón donde veían y reían con los programas de televisión, solías llevar un pequeño pantalón de tela fina por encima de tus bragas, parecido a un bóxer, en casa no te gustaba llevar sujetador con lo que tus senos jugaban libremente por debajo de tus camisetas, a veces de manga corta, a veces de tirantes, tu no te comportabas de forma diferente a como lo hacías en tu otra casa, pero Wakasa por el contrario sí.

En casa siempre llevaba sus peculiares prendas, aquel como haori y su pantalón un poco corto y sin embargo ahí con el calor que estaba haciendo solo llevaba puesto un short y nada más, Wakasa es un hombre delgado, pero al que le gusta ir al gym o entrenar para pelear, por eso no tiene ni un gramo de grasa y es todo músculo bien definido, la verdad que nunca te habías fijado en él hasta entonces, aparte del cuerpo de Wakasa es un hombre tremendamente atractivo, guapo y con una mirada que enganchaba.

Los dos se comenzaron a sentir atraídos con las miradas, notabas como mi Wakasa te miraba las piernas y como de vez en cuando intentaba ver tus pechos cuando la camiseta te quedabaa grande, era algo que te excitaba a tu corta edad, aunque tu no te dieras cuenta y al igual que él, tú le mirabas e incluso mirabas su bóxer intuyendo el lado por donde él tenía su pene, en ocasiones al ir al baño notabas como tus bragas se habían humedecido, entonces pasabas los dedos por tus pliegues hasta la vagina y estabas húmeda y mojada y no entendías el porqué o quizás si, pero no lo querías reconocer.

La cosa fue a más hace dos semanas cuando descubriste a Wakasa espiándote mientras te duchabas, pensabas que estabas sola y no habías cerrado la puerta y al salir te lo encontrabas ahí en la pequeña sala, no te decía nada solo te miraba cuando saliste con la toalla cubriéndote el cuerpo, sabías que te había estado mirando, se lo notabas por la erección que intentaba esconder y que tu no podías dejar de mirar disimuladamente, algo te estaba pasando, mirabas a Wakasa, no como aquel que siempre cuido de ti desde pequeña, sino como a un hombre, además un hombre muy atractivo, al día siguiente fue Wakasa el que con disimulo dejo la puerta abierta dejándote ver y muy bien lo que escondía debajo de sus pantalones todo el día, un pene bastante grande que fue de menos a más terminando en una erección tremenda, supusiste que pasó porque él sabía que tú lo mirabas.

Esa noche en aquella cama no podías dormir hasta tarde, continuamente se te aparecía como un fantasma el pene de Wakasa, grande y duro, suave y gordo con un glande realmente apetitoso.

-Pero que estoy haciendo? en qué estoy pensando?- pensabas tapándote la cara con la almohada

Era algo que te enfadaba y a la vez te excitaba, sabías, notabas y sentías que a Wakasa le estaba pasando algo parecido, te miraba de reojo continuamente de arriba abajo, disfrutando de tu cuerpo, recorriendo todas tus curvas con su mirada, él, tu "niñero" sabia muy bien que a tí aquello te excitaba y te dejaba ver sus erecciones que últimamente ya ni escondía, de pronto Wakasa entraba al baño y volvía más relajado.

Tokyo Revengers One Shots - 🔥🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora