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Léeme una historia - Shinichiro Sano

Por fin salías por la puerta después de tres meses de confinamiento, tenías una sensación agridulce estabas contenta y triste a la vez, durante esos tres meses tu vida cambió, alguien te hizo gozar hasta el punto de volverte loca y ese no fue otro más que Shinichiro, aunque sabías que como instructor era un diez, como amante era indescriptible, nunca antes nadie te había hecho sentir tanto, nunca antes nadie te había acariciado con tanta ternura y nunca antes nadie te había follado tan bien como él.

Eras una chica que es apasionada a las motocicletas, desde que tus padres se separaron hace bastante tiempo, sueles vivir con tu madre, pero pasas grandes temporadas con Shinichiro, y más ahora que estas en la universidad, tienes ahora 18 años y la historia empieza cuando desgraciadamente empezó tu pesadilla.

Shinichiro es un hombre muy guapo, con unos ojos negros y profundos, pelo negro y lacio, un cuerpo atlético con músculos definidos, Shinichiro tan solo te saca 5 años y es un instructor genial, siempre muy atento de ti, no pasaba un día sin que te llamara y hablara contigo y los fines de semana y vacaciones que te tocaba estar con él, tú eras su centro de atención.

La cuarentena llegó cuando estraste a la universidad y los primeros días discurrieron con normalidad, cada uno en su sitio él trabajando y atendiendo sus negocios y tú estudiando, veían la televisión, por la mañana te enseñaba en su taller, o a veces solían hacer ejercicio en el jardín, cocinaban y sobre todo se reían a todas horas. Una noche al verle leer en sofá mientras tú veías la televisión, bajaste el volumen de esta y le dijiste si te podía leer en alto un cuento, pues extrañabas a tu madre y eso solía hacer cuando eras pequeña, y quizás por eso que le pediste a Shinichiro, empezó a pasar lo que más tarde sucedió.

Habrían pasado ya veinte días, estaban a primeros de abril cuando esa noche te empezó a leer su libro, recuerdas que te acurrucaste junto a él y recostasté la cabeza sobre su hombro, siempre te había encantado oírle, como le ponía énfasis a la lectura, haciendo que los personajes cobraran vida en tu cabeza, era un libro de historia medieval, de caballeros y princesas, de villanos y rebeldes, una noche en un capítulo de repente el relato se tornó en un juego erótico y en la siguiente hoja en sexo, tuviste que disimular la excitación que te estaba provocando aquella lectura, tus bragas se empezaban a humedecer al contacto con tus labios, para ti era fácil, sin embargo para Shinichiro no, ya que de reojo veías como se empezaba a empalmar por debajo del pantalón.

La lectura aquella noche termino, al día siguiente, le mirabas de otra manera, quizás porque te recordaba al protagonista de la historia, te encantaba verle hacer ejercicio, le mirabas de una manera casi lasciva y empezaste una lucha en tu cabeza, seguir viéndolo como un amigo, cómo tú instructor.

Ya por la noche una nueva sesión de lectura y la cosa se calentó más, la lectura se tornó más picante, con más sexo, en tu cabeza tú eras la princesa que era poseída y amada por el fiel escudero de su tío, no hace falta decir que ese personaje era el apuesto y valiente protagonista y tú lo encarnabas en Shinichiro, esa noche apoyaste tu cabeza sobre su muslo cerca de su cadera y cuando se empalmó no lo viste, no lo sentiste, sino que lo notaste aunque Shinichiro lo intentara ocultar acomodándose enseguida, al cabo de un rato Shinichiro dejo caer su mano sobre tus mejillas, acariciándote con cariño mientras leía, tus bragas se humedecieron al instante y más tarde en la cama no pudiste más que masturbarte pensando en aquellas escenas también descritas por él.

Al día siguiente la misma rutina y por la noche repitieron la misma acción de los días anteriores pero con una salvedad, había terminado el libro y hoy empezaban uno nuevo, esta vez su mano se posó sobre tu hombro y te abrazaba por encima de tus pechos, el tema del libro muy diferente, era de misterio asesinatos en la antigua China pero en el que también había alguna que otra escena tórrida a la mitad y sobre todo al final de este, empezaron a ser las mejores horas del día, te encantaba estar allí con él escuchándole, no fue hasta casi el final del libro cuando los protagonistas tuvieron unas páginas muy subidas de tono, realmente subidas, ya que lo describían realmente todo lujo de detalles.