11. Sin alcohol

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Si tuviera que describirse en una frase seria la siguiente: que es el mayor hijo de puta de la historia. Porque es la verdad, sin dudarlo la diría, y es que cuando lqs personas comenzaban a conocer al verdadero Bart, estas se alejaban por voluntad propia, porque la actitud, su forma de hablar y actuar tan egocéntrica, ninfómana e hipócrita que poseía el Darcy los repelia, era algo sorprendente como aun así, los que permanecían a su lado escarbaban la superficie, dándose cuenta de que bajo toda esa fachada cliché de niño rico egocéntrico, habia una buena persona que tenia salir a la luz. Y era todavia mucho mas sorprendente como es que alguien sabiendo todo eso, no dejaba de quererle, o al menos eso era lo que interpretaba de la insistencia de Harry por seguirlo a todas partes como un acosador, ademas fe dejarle pequeños paquetes con chuches en el, y no lo kegaria, le gustaba ser el foco de atencion de alcuien, wue lo traten bonito, ¿a quien no le gusta ser vien tratado a pesar de ser una mierda de persona? Se sentía increíble con cada detalle que hacia Harry por él, y claro que intento devolverle el favor, pero ese hombre era escurridizo cuando se lo proponía y nunca lo encontraba, y creyó que lo encontraría en esa tinta fiesta de San Valentin, peor ni al caso, no veia a su gigantesco ser por ningun lado. Se aburría y lo unico que deseaba en esos momentos era ver a Harry.

Más de una vez lo habian invitado a bailar, pero él se negaba rotundamente, no pensaba en hacerlo, mucho menos beberia algo de alcohol, pasaría el esto de la velada con un vaso de agua en mano, quería estar sobrio lo que restaba de la noche. Llamarlo un simple capricho de su parte, pero no pensaba bailar con nadie que no fuera Harry, ni siquiera con su hermano Jade que no paraba de insistir en hacerlo, su hermano tampoco paraba de recriminarle aquello, que se comportaba como un antisocial, tal como lo hacia Liz en las fiestas, pero me importaba un comino lo que pensara o dijera la gente sobre él.

Soltó un suspiro frustrado.

Se habia arreglado exclusivamente para Harry, sonaba tonto, pero asi era ¿y que hacia él? Ni se aparecía por la maldita fiesta, quiza era igual a él, que no le gustaba asistir a estas cosas y habia preferido estae en casa... Como desearía saber en donde vive para ir hacerle una visita sorpresa. JA. Quien diría que ahora era él quien se interesaba por su acosador personal, era en verdad un idiota. Aunque pensándolo bien, capaz si estaba en la fiesta, solo que no vestía ese traje de minero y él no recordaba muy bien como era su rostro, en verdad que odiaba en ocasiones tener memoria de pez.

Abandonando el gran salón, encendió un cigarrillo, comenzando a fumar al aire libre, dejando a sus pies llevarlo a quien sabe donde, concentrado en nada y a la vez en todo, un alma afortunada que había salido justo a tiempo de aquel lugar, cuando el minero apareció y comenzo a matar a uno por uno a escondidas, procurando que no se armase el pánico, viendo por una de las ventanas al joven Darcy alejándose sumido en sus pensamientos. Colocando un auricular en cada oreja, dio al boton de aleatorio, sonando como canción predeterminada a Let's Groove de Earth, Wind & Fire, sin duda una cancion bastante movida para una noche tan gélida como lo era esta. Aprovechando que no había ningún alma a la vista, comenzo a moverse a la son de la musica, sin importarle nada, cantando como coro la susodicha canción, sintiéndose como esos personajes de pelicula que se ponían a bailar de pronto con una canción inexistente, pero el no era ningun personaje, o si, quien sabe... Todo ese peculiar baile era observado por el minero, quien habia salido de donde se auticiaba el baile de San Valentin, lo venia siguiendo desde hacia varios minutos,  sintiendo una gran curiosidad de saber la razon por la que se movia como loco, haciendo extraños bailes, que no contenían nada de sexy en ellos, solo eran extraños, como si estuviera tomado demás, aunque bien sabía de que no era así, porque de ser así sabría que el chico estaría acompañado de alguien. Lo escuchaba cantar en un tono bastante desafinado, y las risas del joven no faltaban, como si se estuviera burlando de la forma en la que cantaba, seguramente si estuviera en su lugar haria lo mismo.

Dando repentinas piruetas igual a un payaso de circo, y dando vueltas en los postes de luz como lo hacen las bailarinas exóticas, pero ese accionar de su parte le causaba leves sonrisas, escapando de entre labios una pequeña risilla.

De repente el de mechas azules se dio la vuelta como si sintiera que alguien lo siguiera, ¿como es que se daba siempre xuenta de su presencia? No podía jamas tomarlo desprevenido proque siemore lo descubría, la primera vez fue la mas memorable, porque alguien normal correría aterrado de él (tal como siempre hacen sus víctimas), pero Bart era diferente, lo saludo con una sonrisa agradable, justo como lo estaba haciendo ahora mismo mientras corría en su dirección, que raro, casi siempre es al revés- ¡Harry! -exclamo. Y sintio una extraña calidez en su pecho por la forma en la que el joven lo saludaba, nunca antes alguien al verlo se mostraba tan alegre, todos le temían, peor no Bart, ¿sera acaso producto deñ exceso de confianza que el muchacho poseía? En verdad eso no le importaba mucho ahora al tenerlo entre sus brazos, esye lo abrazaba con necesidad, en busca del calor y afecto del mayor- ¡Me da mucho gusto verte, Harry! -y por primera vez, deseó que las circunstancias fueran otras, si tan solo él no fuera un asesino buscado por la ley, quiza podria haber disfrutado mas tiempo del dulce contacto con el muchacho, en vez de uir de allí, dejando una sensación de vacío en el pecho del joven Darcy, un vacío que solo sería llenado con aquel minero que acababa de salir huyendo.

Chocolate ᴴᵃʳʳʸ ᵂᵃʳᵈᵉⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora