Chocolate ᴴᵃʳʳʸ ᵂᵃʳᵈᵉⁿ

14. Galletas

Siempre, pero siempre cuando su familia completa se reunia era porque algo malo habia sucedió o sucedería, mas que nada por coaas como un funeral o una boda, un ejemplo de esto era el último casamiento al que habia asistido fue cuando su tía Estefanía se caso con quien era ahora su tío Earl, fue una bella boda, aunque tiempo después de esta la familia se volvio a reunir pese a que la monarca de la familia habia muerto, su abuela Dory, no recordaba nada de ella a excepción de esos recuerdos impuestos por su familia. En fin, si la familia se reunia era por que algo había sucedido, y Bart con toda el alma que este caso fuerq una excepción. Se vistió formal y arreglo su cabello, viéndose presentable, se había puesto sus jordans con la esperanza de que le trajeran suerte.

Primero llegaron sus tíos Earl y Estefanía, como si vinieran apaciguar toda la situación o a tranquilizarlo antes de que la noticia fuera dada y luego llegaron sus hermanos a darle un avance de lo que seria toda la charla que tendría con su padre, conocía ya esta rutina, habian hecho igual cuando su padre lo envío a este pueblo. Liz le había dicho algo asi como que sus actos tenían consecuencias tarde o temprano, y Jade, él tan solo le dirigio una frívola mirada y apretó su hombro, como confortandolo, ¿pero de que? No comprendía que era lo que pasaba y su familia no hacia nada al respecto, siempre dejaban a su padre a cargo oara que diera la noticia y no habia peor decisión que esa, todos lo sabían y aún asi lo dejaban a ese hombre darle las malas noticias, porque eso era, solo una mala noticia, y una muy jodida a juzgar por la mirada tan extraña que todos tenían.

Cuando su padre llegó al fin todos callaron, Bart sintió un escalofrío, lo habian dejado sólo a merced del lobo feroz, la mirada de au padre era dura y severa, esto sin dudas no era bueno, y lo hacia pensar en las miles de posibiles cosas que si padre pueda decir que lo perjudique y le sume a su actual castigo-Barry...-comenzamos mal, penso el joven- ¿Qué le hiciste a tu cabello? -exclamo horrorizado el hombre, pero no le dio tiempo a responder cuando volvio hablar-No importa eso ahora, hijo, tu sabes que ho siempre eh querido lo mejor para tu y tus hermanos.

- ¿En que universo paralelo vives? -inquirio, no estaba de humor y su padre no hacia mas que empeorar la situación.

El hombre suspiro pesadamente antes de continuar-No te hagas el tonto, todo lo que eh hecho a sido por el vien de ustedes-setencio el mayor. El chico bufo, se mantuvo callado sabia que su padre no le tomaría importancia s lo que dijera-, y como mi hijo siempre busco lo mejor para ti. Así que, Barry, te voy a liberar de tu castigo, ademas de que podrás manejar vos las próximas sucursales que pongamos por Canadá-el chico celebro en silencio y supo predecir que alli venia un jodido pero así que su celebración duro muy poco-Pero, con una sola condición que espero que cumplas al pie de la letra-allí estaba el jodido pero.

- ¿De que se trata la porquería esa? -dijo, restando importancia al tema.

-Deberás contraer matrimonio con la hija de Chevalier, Brigitte Chevalier-setencio firme, su padre.

Se levanto de golpe sobresaltado, esto no se lo esperaba ni loco, jamas de los jamases se le cruzo esa idea poe la cabeza por que es descabellada siquiera pensar en ella, nego repentinas veces, haciendo toda seña de negación con todo su cuerpo,  a la vez que exclamaba con gram hastío-¡No, no, no, no y no! ¡Me niego rotundamente a ser parte de algo como eso! ¡Literalmente me estas pidiendo que acepte una condena perpetúa!

-No seas exagerado, Bart-le rogó su tía, pero no le importaba un comino la opinión de ella.

-No exagero-bramo con severidad-solo es la mera verdad, el matrimonio es semejante a ina cafeína perpetua la cual tienes qie pesar el resto de tu vida con una misma persona y yo no quiero eso.

-Pero te va encantar Brigitte, es una gran chica-dijo Liz, en un intento de apaciguar las aguas.

-Haber, por si a nadie le a quedado en claro-declara- ¡Soy gay la puta que los parió! ¡¡Soy un puto, mariposon, marica, homosexual o como quieran decirlo, pero entiendan que a mi me gusta la banana y no la empanada como a otros!!

Un golpe en seco, pero duro y precisó a la vez fue el que Bart recibió, lo hizo callar al instante. A pesar de haber sifo cacheteado por su padre, no cambiaría nunca de opinión y gritar todo aquello se habia sentido tan liberador, como si un peso se quitará de sus hombros al decir aquello. Una sonrisa triunfal permanecía latente en sus labios tras decir aquello sin ser borrada pese al golpe recibido, se arreglo el cabello, haciendo ina mueca de desagrado a su padre antes de retirarse de la habitación, pero la severa voz de su padre lo detuvo no mas puso un pie fuera-Si te niegas al matrimonio, vete despidiendo de esta vida de rico, porque pienso quitarte cada centavo. Solo debés considerarlo, Barry-no objeto nada al respecto, retirándose de allí de una buena vez por todas, Jade iba a salir en su busca pero fue detenido por su padre-quiza es mejor dejarlo pensar-le dijo su padre, ero ese joven sabia que lo terco y obstinado que era su hermano, Bart jamás aceptaría algo como esto así por así.

Cuando Bart salio del hotel se dirigio a un bar no muh lejos de allí, no tardo mas de media hora en llegar. Nesesitaba desahogarse, era mucha información para procesar, aun asi no era nesesario pensarlo mucho, aqjel joven de cabellos azules ya habai dado su opinión respecto a eso del matrimonio, además de dejar mas qje calro su sexualidad. Y no comprendía porque ellos se sorprendían por su actitud con respecto al tema si desde que tiene memoria jamás le han gustado los compromisos de ningún tipo, y mucho menos uno como ese. Ademas, los matrimonios por conveniencia como el que su padre le ofrecía, nunca terminaban bien, y es que Chevalier era la primera marca más famosa en toda norte america, no de dulces ni chocolates, mas bien de galletas de todo tipo, incluso postres y cupcakes, ni recordaba muy bien si sus productos tenían o no chocolate y quiza esa sea la razon por la que ellos aceptaba el trato del matrimonio, ya que si lo hacia beneficiaría a ambas partes.

Pero jura por su difunta madre que jamás de los jamases aceptaría esa condena perpetua, porque seguramente si acepta, nunca lo dejarán divorciarse. Él era un alma libre y no seria justo que este sujeto a alguien por un jodido anillo, le encantaba su soltería, la disfrutaba bastante, podia ir o hacer lo que se le plazca sin estar sujeto a una persona, porque Bart se conocía demaciado para su gusto y sabia que si algun día esta de pareja al principio todo estaría bien, pero bien sabe que tarde o temprano se aburrira y corria el riesgo de engañar a su pareja, y si llega a tener pareja seria porque ese alguien le importa y se sentiría fatal por hacer algo como aquello a alguien que le importa. Por eso era mejor seguir con su soltería con aventuras de una noche.

Además estaba el asunto de la extraña, pero bonita atracción que comenzaba a tener por Harry. Porque por primera vez en su vidq alguien atrajo su atención, y es que le gusta de alguna manera ese hombre vestido de minero, no decía mucho y eso le daba un aire de misterio, simplemente irresistible, y am menos Bart podia sentir que tenían una rara química entre ambos. Y en serio, si él tuviera que pasar el resto de su vida junto a alguien, ese alguien especial sería Harry Warden, un posible asesino, que mata a sus victimas de una forma brutal y sangrienta, ¿y quien dice que se debe esperar a un príncipe azul en esta vida? Porque a él ahorita mismo le habia llegado a Barba Azul con la apariencia del príncipe azul.

Las opciones eran simples, era casarse con esa tal Brigitte y poder controlar todas las sucursales que sean puestas en canada y vivir como rey el rwsto de su vida... O no casarse, seguir soltero y quiza algun día llegar tener una relación con Harry, pero ser pobre, una vida sin lujos, ¡¡¡PERO PODRÍA ESTAR SOLTERO!!! Y es que ya lo eh dicho antes, él no quiere estar atado a unq persona por el retso de su miserable vida. Aun asi, era una decisión difícil. Y al ver de reojo por la ventana, al otro lado de la calle, oculto en un callejón se hallaba él, y supo exactamente lo que debía escoger.

Tomándose de un trago el vaso de cerveza que había pedido, se limpio la comisura de los labios y salio en la búsqueda del minero.