"En la jaula infame de nuestros vicios, ¡Hay uno más feo, más malo, más inmundo!"
Hanabi Hyuga cursaba el tercer grado de secundaria, todo en su vida era realmente perfecto. Su padre la amaba, sus hermanos también y no podía pedir nada más de lo que ya tenía. Su familia no era adinerada, pero al menos nunca tuvo la necesidad de trabajar, solo dedicarse a sus estudios académicos y lo hacía con excelencia.
Era una chica de apariencia hermosa, su largo cabello negro, sus cejas finas y sus peculiares ojos blancos característicos de su familia le daban ese atractivo encantador que atraía las miradas de algunos compañeros del colegio católico al cual asistía. Cuando era pequeña, su actitud era más alegre y amable; pero conforme creció y su entorno cambió, se volvió alguien más seria y a veces apática. Sus hermanos se percataron de ello, pero lo adjudicaron a su notable inteligencia, siendo la preferida de los profesores.
A nadie le reveló nunca que en el colegio no era del todo aceptada, sobre todo por un peculiar grupo de adolescentes que encontraban fascinación al molestarla de diversas formas, algunas más crueles que otras. Nunca les prestó importancia, los consideraba personas superficiales que detestaban verla ser la mejor, ignoraban los arduos esfuerzos que ella ejercía en cada una de sus materias inclusive en la materia de religión de la cual, lo tomaba más educativo que siendo ferviente de la fe.
Hanabi Hyuga recibió el premio a la excelencia académica al cumplir los quince años de edad, fue la mejor del todo el país al aprobar el examen con el mayor puntaje. Su padre no esperaba menos de ella, ya que dicho premio también fue otorgado a su hermano mayor Neji Hyuga, siendo la única en romper esa tradición su hermana melliza Hinata Hyuga.
Con su hermana Hinata siempre fueron íntimamente unidas, tal vez se debía a que eran mellizas o simplemente a que en cierta forma, sus personalidades encajaban a la perfección. Aunque detestaba cuando eran comparadas, siempre intentaba que ella no se sintiera menos, simplemente ambas tenían diferentes aspectos de su persona en las que eran mejores. Hinata era excelente cocinando en cambio Hanabi quemaba el ramen instantáneo.
Pese a todo, su familia era unida. La muerte de su madre tras sufrir cáncer de páncreas los unió mucho más. Tenía un futuro brillante frente a ella, un camino de éxitos que comenzaría a recorrer al ingresar a la mejor universidad del país, teniendo su lugar asegurado al ser graduada de dicho colegio además de ser elogiada por su inteligencia y audacia. No podía pedir nada más a la vida, lo tenía todo, era feliz. Pronto se graduaría y dejaría en el olvido los amargos días de secundaria.
Hanabi Hyuga percibió su triunfante futuro escaparse con lentitud mientras lidiaba con el dolor de sus costillas rotas, la sangre fresca de su rostro se deslizaba lentamente hasta llegar a su cuello, el cual tenía mordidas que dolían como nunca antes imaginó. Cerró los ojos cuando tiraron con violencia de su cabello mal cortado y la pusieron de rodillas.
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Efímera como la flor de asagao
FanficSumergida en un profundo dolor y en una oscuridad que no le permitía escapar; ella sabía que no todos eran iguales, pero de una u otra forma necesitaba expiar su sufrimiento y que mejor que ocasionarlo en los demás, en los responsables de arrojarla...