||Capítulo 03||

567 100 10
                                    

Era una noche del 23 de septiembre del 2013.

Desde la tarde hasta la madrugada no había dejado de llover, el clima era gélido y era mejor resguardarse en sus casas.

Sin embargo esa noche me sentí dividido, entre años de amistad y la razón en cuanto abrí la puerta para recibir a un empapado JungKook, este se recargaba con dificultad en el marco de la puerta y desde lejos se podía notar lo tembloroso que se encontraba.

— ¿¡JungKook!? —El estado de mi amigo era deplorable, no dudé ni un segundo más en tomarlo por los hombros para meterlo a mi casa sin importar demasiado que ensuciara el piso, cerré la puerta tras mío y el ruido hizo que mi hermana bajara de las escaleras mientras frotaba su ojo, al vernos todo rastro de sueño se fue—. Ve por una toalla, HyeJi.

Mi hermana no hizo preguntas y acató mi petición de forma rápida, manteniendo la calma para no despertar a mi padre quien seguramente seguía dormido. Hice que el menor tomara asiento en el sofá individual logrando escuchar algunos balbuceos sin sentido, agudicé mi olfato, no había rastro de alcohol además que JungKook no era alguien que bebiera hasta embrutecerse.

HyeJi llegó a mi costado estirándome una toalla pequeña y yo empecé a secar el cabello de mi mejor amigo mientras ella cubría su cuerpo con la más grande.

— ¿Quieres que ponga agua caliente?

— Por favor, princesa. —Agradecí internamente que tuviera la idea de darle algo cálido a JungKook; en ese lapso de tiempo en el que me encargué de que él no consiguiera un resfriado, no dijo palabra alguna, pero permaneció llorando.

¿Qué podría haber pasado para que mi amigo estuviese tan devastado?

No quise insistirle, suponía que si mencionaba una sola palabra al respecto terminaría por destruirlo.

Finalmente HyeJi llegó con una taza caliente, la cual se la retiré de inmediato al ver que no llevaba nada que la protegiera.

— Ten mucho cuidado Hye-ah. —Le reproché pero de igual manera le agradecí el gesto de atención que tenía, dejé la taza en la mesita de enfrente esperando a que así JungKook reaccionará pero lo único que obtuve fue que clavara su vista en la humeante taza, volviendo a perderse en sus pensamientos. Mi hermana se inclinó hacia mí para poder susurrarme.

— ¿Por qué Junggie-oppa parece un muerto viviente? —Suspiré de forma pesada mientras una de mis manos se dirigía a revolver sus cabellos.

— No lo sé pequeña, pero seguramente me dirá cuando salga de su trance, ¿Por qué no regresas a dormir? Mañana tienes clases. —La vi negar mientras tomaba la almohada del sillón de tres, acostándose en este.

— Me quedaré aquí hasta que Junggie salga de su trance.

Sabía que terminaría durmiéndose al pasar cinco minutos, pero la dejé que estuviera ahí. Yo me mantuve sentado enfrente de JungKook para tratar de descifrar cuál era la causa de esta situación, mi mente empezó a formular muchas teorías.

Últimamente no había estado en buenos términos con sus padres, si bien JungKook siempre fue liberal y abierto con respecto a su orientación sexual, todas las parejas que ha tenido fueron fuera del ojo de sus padres, pero sobre todo sus relaciones con los hombres, hace apenas unos días ellos lo encontraron besando a YoonGi mientras estaban sentados en el pasto del parque, la situación en la que pusieron a la pareja fue del todo bochornosa.

JungKook se rehusó en regresar a casa y en ese instante no tenía a donde ir, así que se quedó conmigo hasta que YoonGi le dijo que podía quedarse en su propia casa, donde solamente vivían él y sus hermanos mayores, quienes usualmente estaban fuera.

[Cuídalo Bien] ;;TaeGi/KookGi;;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora