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Voy a soplar vida a estos labios inexpresivos, los cuales ya no hablan.

Esta noche te resucitaré a ti, mi querido, como solías ser.

El valle del fin estaba completamente destruido, sin nadie alrededor que socorra a estas pobres almas en desgracia.

El viento es un poco clemente con ellos para sentir un poco de pena y no comenzar a llover como siempre acostumbra en momentos así, en cambio, les da a los amantes un momento para rememorarse.

Un cuerpo sin vida y un hombre enamorado que se lamenta entre gritos momentos después. Sus sollozos se escuchan tan lejanos, sus lágrimas bañan la cara de su amado mientras lo abraza posesivamente contra su pecho con una mano, sin importarle nada más.

Sasuke repite muchas frases inexactas, nadie puede oírlo así que está bien. Puede decir tantas palabras que estaban atoradas en su garganta y que no salieron hace minutos cuando las intentaba soplar en dirección a este hombre entre sus brazos.

—Me amas ¿verdad? Naruto ¿eso es lo que querías decir? —Sasuke sonríe, tan rendidamente como puede, su humor actual es entre risas, alivio y alegría—. Lo sé, tus recuerdos y sentimientos lo dicen. Gracias por amarme. ¡Yo también te amo!

Sasuke solo se ríe, llora y se enamora al mismo tiempo.

Se encuentra a si mismo besando la acara de Naruto, apretujándolo contra su cuerpo para darle calor, arrullándolo suavemente.

No sabe que hacer exactamente, pero lo intenta.

Sasuke se ríe contra su propia voluntad, contándole chistes rotos a Naruto que seguramente por más tontos que fueran sabía que lo harían reír.

Le cuenta sus experiencias mientras estaba en el grupo Taka, de sus compañeros de equipo o del asqueroso de Orochimaru que sabe lo hará enfadar.

De la tan horrible comida que tenía que saborear cuando estaba de viaje en viaje, su voz esta emocionada y exaltada, habla tan rápido que le falta el aire.

Y cuando ve que Naruto no se mueve o reacciona se rinde un momento. Se recompone a si mismo con una sonrisa y de nuevo está llamándolo una y otra vez por su nombre, incluso espera en silencio minutos enteros para escuchar algo.

Espera, espera, espera pacientemente y nada.

No pudo hacer nada más que juntar a Naruto contra su cuerpo y abrazarlo con fuerza, suplicando para que esos ojos se abrieran de nuevo, para que esos labios se abrieran y soltara una risa, burlándose de él por entrar tanto en pánico y dijera que era una broma. Pero él ya no lo haría. Ya no, nunca más.

Sasuke alza la cara al cielo, aun con Naruto en sus brazos, ve que el sol comienza a ocultarse.

El manguekyo y rinnegan están activos, sus cuencas vacían líneas de sangre que bajan por su barbilla en gotas pesadas, no hay ninguna sonrisa en sus labios.

Mira hacia abajo cuando se cansa de la vista. Naruto sigue allí, inmóvil.

Su mano derecha esta entumecida así que gentilmente baja y recuesta con cuidado a su amado en el piso sucio.

Limpia con el pulgar el rastro de sangre de sus labios, sus piernas están temblorosas cuando se levanta, tropieza con sus propios pies y busca con la mirada cualquier rastro de chakra cercano.

Cuando ve que no hay nadie por los alrededores se pone de cuclillas aun lado de Naruto y aparta su cabello rubio de su rostro. Es una caricia tan suave y gentil que incluso él está un poco sorprendido de lo bien que esta acción hace sentir a su corazón marchito.

—Oye, Naruto, ¿te gustaría venir conmigo a un lugar? —pregunta débilmente, su brazo está sangrando mucho y no sabe cómo detenerlo. 

No puede dejar a Naruto para buscar ayuda ni tampoco llevarlo consigo sin morir en el camino.

Naruto en aquel silencio podría morir de verdad. Es un sol que no debe extinguirse.

Sabe que Karin está viva y decide llamarla con ayuda de alguna serpiente, solo tenía que marcharse a un lugar más lejano.

Con ayuda de su halcón invocado y el poquísimo chakra que le queda toma a Naruto y huye, notando a Kakashi y Sakura venir en su socorro demasiado rápido para su gusto.

Desde el cielo, no se sorprende cuando ve a Kakashi alejarse mientras Sakura busca por todo el Valle a ambos, su compañera de equipo está gritando sus nombres hasta el cansancio y su antiguo maestro esta alterado corriendo hacia los demás.

No le toma más de algunos pocos minutos ser encontrado por Karin en una aldea destruida, Suiguetsu y Jugo están allí también. Karin al verlo malherido y casi moribundo se apresura a darle su brazo. Él muerde por largos minutos hasta que puede sentirse mejor.

Ver a su compañera más cerca de la muerte por ayudarlo no hace alguna mella en su corazón. Que desechable es su vida.

Suiguetsu se altera al ver el cuerpo de Naruto a su lado y Jugo estaba pensando seriamente en ayudarlo con lo que sea que tenga de buena fe, pero rápidamente es interceptado y amenazado por su amigo herido.

Karin, jadeante y mareada, se empeña en curar sus heridas y vendarlo cuidadosamente con lo poco que tiene la casa ajena donde se instalaron.

Nadie dice nada ni cuestiona a Sasuke, demasiado cansados y asustados para hacerlo, y solo lo dejan descansar por unas horas hasta que el hombre decide que es hora de marcharse.

Sasuke se despide de su equipo y les pide que no digan nada, miente descaradamente al decir que vivirá lejos y que jamás lo volverán a ver.

Aunque... no es una mentira completa.

Necro Sacrament [SasuNaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora