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El chico con blanca piel se pudrió, abandonado por todo el mundo.

El adolescente de ropa blanca durmió a su lado en un algún lugar que era desconocido.

Después de tanta caminata y vuelo sin fin, esa misma noche, Sasuke encuentra y acampa en una de las guaridas abandonadas de Orochimaru.

Esta tan cansado cuando llega que simplemente vomita sobre Naruto, regurgitando todo hasta que está vacío, dejando al chico tan pegajoso y sucio en el suelo y su halcón desaparece como una nube de humo.

Sasuke se apresura levantar a Naruto como puede con su brazo aun útil y una mano fantasma de Susanoo y lo recuesta en la cama que encuentra a su derecha. Es lo mejor que puede ofrecerle.

Busca entre las gavetas y muebles comida que llevarse al estómago, cena sin entusiasmo y al mismo tiempo su cabeza está vacía de cualquier cosa o emoción. En ningún momento deja de mirar a Naruto, echándole fugaces vistazos. Teme que no despierte o se marche de su lado.

Entra al baño y se asea a profundidad, mira simplemente el agua que se lleva la sangre y la suciedad de su cuerpo a algún lugar.

Termina y vuelve con Naruto, es de madrugada y sabe que debe dormir. Solo lo hace por unas pocas horas en el suelo, lo suficiente para recargar sus energías.

Un nuevo amanecer. Despierta y sabe lo que debe hacer.

El cuarto en el que esta se ha llenado de objetos quirúrgicos, un montón de pergaminos están regados en una esquina, fuertes olores de químicos y bálsamos están en una mesa a su izquierda y en medio de todo esto esta Naruto, recostado completamente desnudo en una mesa grande e higiénica.

Sasuke es diligente y cuidadoso en cada paso gracias a las instrucciones en los pergaminos, por primera vez esta agradecido de que su asqueroso maestro Orochimaru tenga información útil en sus cuevas y que sus reportes de experimentación humana sirvan de algo.

Sasuke asea con delicadeza a Naruto en una gran tina de baño llena de hielo y agua fría, aunque su mano se entumezca y se ponga más pálida de lo que ya es.

Con trapos y toallas limpias saca a Naruto de la tina y lo lleva de vuelta a la mesa. Seca cada parte del cuerpo de Naruto, desde la punta de sus pies hasta el último mechón de su cabello dorado.

Es extraño, se siente familiar.

Sasuke siente felicidad y una especie de éxtasis diligente por el cuidado. Nunca había cuidado una vida, nunca había sido confiado de cuidar a alguien.

Grandes cuencos están llenos de líquido amarillezco, blanco y rojo, el olor lo marea, pero no se queja y no huye de la habitación como cualquiera lo haría.

Limpia a Naruto con germicidas, han pasado casi tan solo 2 días y cree firmemente que puede todavía ser posible ayudarlo.

Una vez hecho esto, Sasuke limpia el resto de heridas, como cortes o laceraciones en el rostro de su amado amigo con dedicación, sonriendo a la nada cuando completa una pequeña parte de su labor.

Limpiar los orificios corporales como la nariz y la boca cuidadosamente. Coloca algodones en las cavidades evitando la salida de fluidos y sutura las heridas grandes y pequeñas para prevenir posibles contaminaciones.

Las instrucciones dicen que debe coserle la boca, pero no puede. Es doloroso e infame. ¿Como podría hacerlo? Cuando es lo que más le gusta de Naruto.

Es lo único que no puede hacer, por eso en su lugar solo la rellena con algodones olorosos y la cierra con una cantidad generosa de cera. Sus dedos pálidos bailan sobre los belfos suaves y pequeños.

Con esto, ya habría terminado la preparación del cuerpo al parecer, y comienza con el proceso de vaciado de fluidos.

—Lo siento, lo lamento. Perdóname.

Sasuke se disculpa con Naruto, esta profanando su cuerpo de manera asquerosa y sabe que puede ser castigado cuando se unan en un futuro. Pero por esta vez, pide tantas veces perdón cómo es posible al mismo tiempo que besa la frente de Naruto.

Con un gran suspiro realiza una pequeña incisión cercana al ombligo donde había estado el sello de Naruto, Sasuke comienza a preguntarse si esto puede provocar una molestia en el futuro o si simplemente es una marca, pero lo ignora y continua con lo que estaba haciendo.

Sasuke deja que todos los gases y fluidos de los órganos del abdomen y la zona pectoral salgan, no se inmuta o parece asqueado. Es tan paciente como lo amerita y después cierra la incisión.

Procede a vaciar cada gota de sangre, vísceras y órganos, injertar grandes cantidades de alcohol, glicerol y formalina.

Los guantes en sus manos están llenos de sangre oscura y la consistencia no es la más agradable, pero hay algo placentero en oler la sangre dulce y metálica de Naruto, una satisfacción un poco intoxicante que lo obliga a acercar la cara entre sus manos para aspirar la fragancia.

Su cabeza da vueltas, esta mareado, es extraño. La sangre de Naruto es de un bonito tono rojo brillante y tiene un olor dulce terroso y oxidado.

Cuando tiene suficiente y siente sus mejillas rojas por la vergüenza Sasuke es tímido y vuelve al trabajo.

Realiza una incisión en la arteria, extrae toda la sangre y la coloca en una pequeña tina. Utilizan antisépticos que inyecta por vía, en pequeños tubos plásticos, también en las masas musculares y en las cavidades naturales para limpiar a profundidad.

Sasuke se repite constantemente que, a diferencia de Orochimaru, no está tratando a un monstruo.

Una vez seguro de que ha hecho todo correctamente, introduce una solución de embalsamamiento; una mezcla de formol, agua, metanol y bálsamos que le gusta para el interior de Naruto.

Hay una mezcla de resina del bosque, compuestos aromáticos y, aun mas importante, colorantes similares al color de la sangre rojiza.

Sasuke no quiere que Naruto pierda el tono dorado de su hermosa piel, por eso se esfuerza en hallar la paleta correcta.

Sasuke sabe que el conjunto de sustancias conservantes evitara la descomposición de los tejidos y los germicidas permiten que no se generen hongos ni moho en el joven y dulce cuerpo de Naruto.

La parte difícil esta lista, ha sido un trabajo extenuante de 10 horas, pero Sasuke está orgulloso del resultado; Naruto se ve más vivo como nunca, tan arreglado y limpio como lo seria con un tratamiento en el mejor hospital.

Sasuke se sonroja; es ahora cuando presta verdadera atención y ve que Naruto está desnudo y su piel preciosa brilla bajo la luz blanca.

Sasuke jadea contra su mano como un animal y luego frota sus manos para calentarlas. Procede a masajear el cuerpo de Naruto con el fin de eliminar la rigidez y mejorar el aspecto de su piel; con cremas que suavizan la piel y aceites que le dan un olor agradable.

Antes de despedirse para siempre, Sasuke con la intención de que la cara de Naruto se vea con el color más vivo posible utiliza maquillaje y le arregla el cabello.

Las pequeñas heridas que Sasuke puede ver y que jamás sanaran las oculta con cera suave, una capa delgada como base.

Al final, Sasuke sumergió a Naruto en una bañera de cuerpo completo llena de parafina, dándole ese aspecto de muñeca de mirada onírica, ingenua y fantasiosa.

Una vez se ha embalsamado el cuerpo de Naruto, Sasuke lo coloca en la mesa y, como si fuera una obra de arte a la que le faltan piezas, el brazo que Naruto no tiene la reemplaza con un modelado articulado de porcelana.

Una cruel ironía. Deseando la eternidad.

—Ahora... Naruto, ¿Los sentimientos de aquel día menguarían?

Necro Sacrament [SasuNaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora