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❝Y aunque tú, te pudras, tu cara sigue siendo hermosa, solo el mausoleo se te compara❞.

Y entonces el hombre se enamoró.

Una semana desde la muerte de Naruto, Sasuke regresa a un lugar familiar. Se asienta en la casa abandonada, limpia el polvo hasta el mínimo hueco, lava cada rincón con esmero para su pequeña familia con una sonrisa.

Sasuke ha levantado una barrera para que nadie entre o sepa de su hogar.

Pasa al menos una semana así, entre trabajando y haciendo un pequeño picnic debajo de un árbol frondoso donde el sol no puede tocarlos del todo; la manta azul se compara al color del cielo, la comida está elaborada con esfuerzo, el viento es suave y Naruto está a su lado sentado con las piernas estiradas vestido con un lindo kimono naranja que encontró entre las gavetas de su madre.

Sasuke esta acostado en el regazo de su "novio", descansando plácidamente mientras huele el perfume de las flores y acaricia con su mano derecha el suave kimono naranja bajo su cabeza.

—No pude decírtelo... ya todo acabo, ¿no es así?

Sasuke abre los ojos y mira hacia arriba, Naruto tiene los ojos abiertos y su cara no tiene alguna expresión.

Quizás sea que esta alucinando o volviéndose loco, pero pareciera desde donde esta que Naruto está feliz, sonriéndole suavemente y con la mano falsa que le ha regalado le acaricia la cabeza suavemente.

Incluso si es una ilusión por un golpe de calor, Sasuke no puede evitar agradecer por ello y sonreír, Naruto lo ama tanto y él lo ama profundamente.

Sasuke alza la mano derecha y acaricia los pómulos regordetes, se siente lizo al tacto cuando la punta de sus dedos roza por la barbilla y luego la frente de Naruto.

Sasuke sabe que esto no está bien y que Naruto merece un lugar mejor en el que habitar.

—El amor mere únicamente cuando deja de crecer y alimentarse.

Y, por eso, se da la tarea de construir un grandioso mausoleo para él.

Excava, pica piedras, y en su cabeza esta un sombrero de rafia que lo protege del inclemente sol. Hay días en los que suda copiosamente y se obliga a lavarse en el pozo y traer a mano muchas toallas.

—Mira, este es tu nuevo hogar ¿Te gusta? —pregunta Sasuke modestamente con las mejillas ligeramente rojas.

No recibe respuesta y Sasuke no se molesta. Naruto es cordialmente callado la mayoría del tiempo.

—Puede que necesite color para que no te sientas apagado, así que yo me encargare de traer vida aquí —Sasuke habla solo, sin importarle si Naruto algún día responderá—. Este lugar será tan hermoso como tú mientras más tiempo le dedique.

Es insignificante, el mausoleo solo es una excusa para demostrar que lo ama.

—Y aunque tú te pudras, tu cara sigue siendo hermosa —dice Sasuke mientras se inclina para besar la mejilla fría—. Solo este mausoleo se le compara.

Sasuke se enamoró aún más cuando vio a Naruto asentir por culpa del viento que tiró su sombrero que lo protegía de los rayos del sol.

—Te amo, Naruto.

Una vez más proclama su amor al aire, el único sonido que lo acompaña es el de las ramas y hojas crujir cuando son sacudidas por el viento.

Sasuke recoge el sombrero que se ha caído y lo coloca de nuevo en la cabeza de mechones rubios.

Necro Sacrament [SasuNaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora