Septiembre 4, 1979.
KyungSoo apenas se estaba poniendo al corriente del sistema en la escuela. Aquí los profesores eran mucho más estrictos y se tomaban la libertad de corregir a los alumnos de forma física, como si fueran sus padres. Esto ya había cambiado en Estados Unidos, por lo que ver unas cuantas acciones disciplinarias mientras pasaba por los pasillos hacia el comedor, hizo que le entraran escalofríos.
Los coreanos eran demasiado cuadriculados; y para muestra tenía una bastante perfecta en su casa... Su abuelo.
Dejando eso de lado, parecía no haber mucha más diferencia; grupos por aquí y por allá, los mismos idiotas que encontraría siempre y casi las mismas materias a estudiar. Y aunque el idioma no lo tenía perfeccionado, en realidad no era un obstáculo tan grande; tan solo le bastaba repasarlo más en casa.
KyungSoo meditaba todo esto mientras buscaba un asiento en el gran comedor de la escuela. Estaba más que perdido porque aunque viera asientos vacíos por uno y otro lado, al parecer, todos estaban ocupados. Supo entonces que mejor debió haberse quedado en el salón.
—¡Hola!
KyungSoo saltó del susto al ser abordado por su compañera, que apareció de la nada frente a él.
—NaYeon...
—¿Puedo hacerte compañía?
—Claro, aunque... Parece que ya no hay asientos.
La muchacha rio bajito y él se preguntó qué cosa graciosa había dicho.
—Aquí por supuesto que no lo encontrarás —dijo ella como señalando algo obvio—. Nuestro sitio está allá arriba.
KyungSoo alzó la mirada hacia donde NaYeon señalaba, encontrando un mezanine.
—¿Ahí comen ustedes?
—Sip. Y tú también lo harás.
—Pero aún no he aceptado.
—Por hoy considéralo como un pase gratis —dijo ella y lo tomó de la mano para guiarlo—. Vamos, ven.
Los alumnos voltearon a verlos intrigados, pues una Ace estaba llevando a un extraño a la reserva dorada de estos. KyungSoo se sentía un intruso. No, era un intruso. Pero con lo poco que había aprendido de NaYeon era que por más que se le dijera algo, ella haría lo que ya se le había metido en la mente.
—¿Estará bien que suba aquí contigo? No quiero causar problemas.
—Tú no te preocupes. Somos amigos, ¿no?
KyungSoo asintió dudoso. Era cierto que ya la consideraba una amiga, pero no tan cercana. Sin embargo, lo dejaría estar. Comería lo más rápido posible y saldría de ahí.
—Además, no puedes negar que desde aquí se ve todo. Tenemos la mejor vista.
Le echó un vistazo hacia abajo, confirmando que, efectivamente, podían ver a todos y todo desde ahí. Era una especie de trono. ¿Así de bien los trataban?
—Debes estar teniendo varias preguntas sobre los grupos de la escuela. Hay de todos los colores.
KyungSoo se encogió de hombros y asintió. Casi rio por la pequeña broma sobre los colores, porque sí, por ahí habían unas muy pasteles, por otro lado unos muy oscuros y ellos eran tan grises.
—Ya conociste a las Lollipop. Son las que entraron ayer a nuestra clase para hablar sobre los eventos del semestre.
KyungSoo las recordó. No, de hecho, no podría olvidarlas. Ellas eran muy... pintorescas.
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Once upon a Summer [KaiSoo]
FanfictionEl verano de 1978, en un pequeño pueblo de Chicago, llegaba a su fin junto a la fascinante aventura de un amor pasajero entre dos soñadores. Los recuerdos serían inolvidables, pero tomar caminos separados era inevitable. En ese entonces, Do KyungSoo...