> Capítulo 22 <

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~ 00:00 a.m || Casino, Canadá. ~
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Shina iba persiguiendo a Nagato por todas partes detrás suyo, viendo cómo básicamente perdía su dinero en las ruletas y en las tragamonedas. Pero Pain no estaba solamente para perder el tiempo en jugar esa noche, había ido al casino porque después de probar su suerte, estaría intentando que paguen por Shina como acostumbraba hacer.

Aunque la única diferencia de esa noche es que Pain había decidido solamente llevar a Shina, dejando a todas las demás chicas en otro lugar. Aquello no lo llegaba a comprender el porqué la había llevado solamente a ella, pero preguntarle a Pain conseguiría una mala mirada de su parte o la insultaría. Pero desde que nagato se enteró de la existencia de Sakura, había estado muy al pendiente de Shina o la trataba mal pensando que escaparía en cualquier momento o que planeaba algo en su contra. Seguía pensando que no le encajaba en lo absoluto como supo en dónde se encontraba y quién la ayudaba detrás de todo esto. La información que tenía de Sakura era casi nula, pero lo suficiente como para saber quién era.

Todo esto era porque Pain tenía contactos.

Obviamente no se encontraban del todo solos, iban acompañados por tres guardias de Nagato únicamente para protegerlo a él con sus armas ocultas. Nagato nunca salía sin protección a ningún lado, era por precaución y por ser cauteloso, ahora más que nada después de que la hermana de Shina aparezca y lo haya metido en esa trampa que estaba lleno de policías Aunque desde un principio ya sabía que iba a pasar, aun así quería más seguridad para él.

- Ve a buscar algún hombre. - Pain ya se había cansado de jugar, así que le ordenó a Shina que haga su trabajo para después volverse a su escondite, pero al verla que no se movía, frunció su ceño. -  Ahora. -

- Ya voy. - Susurró con resentimiento y Shina miró a todos los hombres que se encontraban a su alrededor. -

Odiaba esos momentos cuando tenía que trabajar esas malditas noches, a veces podían tocarle buenos hombres que pagaban por su compañía y nada más, otros que pagaban por su servicio pero que la respetaban. Pero después podían tocarla unos hombres que se portaban como una basura con ella, pegándole, insultándola sin parar o hasta le hacían daño a la hora de tener sexo. Así que cuando llegaba el momento este simplemente deseaba que le toque un hombre que la respete o que simplemente le pague por su compañía como había pasado con ese lindo chico que conoció llamado Lee y hablaron toda la noche. 

- Hola preciosa. - Alguien ya se había acercado a ella para pagar por su servicio, mostrándose interesado. - ¿Todavía tienes un poco de tiempo?-

- Apenas y comienzo cariño. - Endulzó su voz como estaba acostumbrada hacer y se acercó a ese desconocido un poco más aunque le repugnaba pero tenía que fingir interés como siempre, aparte que estaba sintiendo la mirada de Nagato que la vigilaba en que haga bien su trabajo. -

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