El resto del jueves e inicios del viernes no se supo absolutamente nada de Claraluna.
Se pudieron ver por ahí en redes sociales algunas publicaciones sobre todo el caos que había generado el asesinato del hermano de Luna. Publicaciones que no duraron más de 10 minutos, ya que fueron borradas.
El día de la graduación de Alexander finalmente había llegado y por más que quería centrarse en ellos no podía. El jovencito se observaba con nerviosismo frente al espejo, busca algún desperfecto en su esmoquin negro o en sus zapatos recién lustrados , su madre a unos cuantos metros de él lo observa en silencio,pero con pleno orgullo. Una mano descansando en su pecho, sus ojos estando lagrimosos y una pequeña sonrisa adornado su rostro. Lo espera a que deje de observar por quinta vez su reflejo, desde que se cambió.
- ¿Te arreglas para alguien? - cuestiona curiosamente - es la quinta vez que te arreglas tu cabello.
Sus ojos se encuentran con los de su madre y sin pensarlo mucho, niega.
- Solo estoy nervioso - responde en cambio y suspira con fuerza - ¿Vamos?
- Vamos.
...
El auditorio no tarda en llenarse, el negro y el morado de las cortinas hacen contraste con los recién graduados que en fila y con sus rostros serios, desfilan rumbo a sus lugares.
La ceremonia da inicio y las luces del lugar bajan solo un poco, el director con su cabello canoso y su barriga guardada en un fino traje da a todos la bienvenida con una bonita sonrisa. Habla con tanto entusiasmo que a algunos sus palabras calan tanto que hacen que sus ojos se humedezcan de la alegría.
Lee y hacen todos y cada uno de los protocolos, Alexander desde su puesto contiene las insuperables ganas de darse vuelta y ver los ojos cafés de Luna, sonriendole con entusiasmo.
Alexander está conciente de que quizás por los acontecimientos de hace unos días, ella nisiquera haya podido salir de su cama, pero algo en él guarda la esperanza de que almenos pase para saludarle.
Bien dicen por ahí, que la esperanza es lo último que se pierde.
Uno a uno van llamando a los ingenieros y cuando finalmente el nombre de Alexander resuena por todo el auditorio su padre no puede evitar levantarse de su asiento y aplaudir aunque desde un principio se haya pedido que nada de aplausos hasta el final. Él, luciendo aún más nervioso, no sabe si por ser el centro de atención o por lo que su padre acaba de hacer, camina con confianza hacia el escenario con las manos a sus costados para recibir su cartón. Se toma la foto con sus docentes y mientras baja, busca entre el público con la esperanza de ver a Luna por ahí.
Pero no está.
Solo sus padres y su hermana, sonriendo en su dirección con demasiado orgullo.
Sintiéndose algo decepcionado, vuelve a tomar su lugar y espera con ansias que todo termine para poder descansar y despejar todas las dudas que inundan su cabeza de ideas.
Cuando la ceremonia finalmente culmina y cada quien se va para sus casas, le pide a sus padres que se adelanten porque necesita hacer algo, saca su teléfono y busca entre sus contactos el de ella. Luego de pensarlo mucho, envía un mensaje un poco extenso. Su rostro se decae un poco al ver que no salía la doble palomita, por lo que, siendo algo intenso decide llamarla, pero ella tampoco contesta.
Algo asustado de que algo malo hubiera pasado, camina con apuro entre las transitadas noches de la ciudad, hasta la casa de Luna y da tres golpes suaves a la puerta. Espera con paciencia, hasta que esta se abre,y los afilados ojos de la mujer más vieja de la casa, le dan una fría bienvenida.
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Mentiroso.©
Romanzi rosa / ChickLit"En una ciudad donde nadie es lo que parece, Luna se encuentra atrapada en una red de engaños y deseos, y su sed de justicia puede convertirse en una lucha por sobrevivir en un mundo de mentiras, en donde cada persona en su mundo carga con su propia...