6. La verdad

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Al ver que Donghae no daba señales de despertarse pero sí que respiraba, Eunhyuk se las apañó como pudo para poder atarlo con unas sábanas y un cinturón para que no se le tirase encima cuando se despertara, no quería morir ni tampoco matar a nadie. Cuando comprobó que estaba bien atado, vació el cargador de la pistola y se fue al baño a buscar algo parecido a un botiquín, pero como no encontró nada solo se llevó el papel higiénico y abrió una de las botellas de alcohol que iban a beberse.

Donghae abrió los ojos y notó que no podía moverse, aquella era una experiencia que nunca había vivido antes porque nadie conseguía atraparlo, pero estaba seguro de poder salir de allí con vida.

-Desátame —le ordenó al mayor, pero no parecía que solo por mandarle algo el otro le fuera a hacer caso.

-No —respondió Eunhyuk acercándose a él.

-¿Piensas matarme? —preguntó el menor cabreado.

-No, yo no soy como tú —respondió el otro.

-¿Y qué haces con la botella en la mano? —volvió a preguntar Donghae.

-Ahora yo hago preguntas y tú me respondes... ¿Quieres? —dijo Eunhyuk abriendo la botella.

Le puso un poco del líquido a un poco de papel y cuando estuvo húmedo se lo acercó al otro a la cabeza, pretendía limpiarle la herida porque sangraba bastante, pero Donghae se apartó como pudo moviendo la cabeza.

-¿Qué haces? —preguntó cada vez más enfadado.

-¡Te curo, imbécil! ¿Quieres estarte quieto y callarte de una vez? —preguntó Eunhyuk ahora enfadándose él.

-¿Curarme por qué? —preguntó desconfiado Donghae, si hacía un momento casi lo mataba.

Eunhyuk posó el húmedo papel sobre la cabeza del menor y empezó a dejar ligeros toques a lo largo de la herida. Aquello era algo que generalmente dolía, pero el menor no parecía quejarse, su orgullo no se lo permitía. Aunque le preguntó varias veces por qué quiso curarlo, el otro no respondía, así que desistió y dejó que hiciera lo que quisiera aunque le dolía bastante el efecto del alcohol. Al terminar de limpiar la sangre, comprobó que ya no sangraba demasiado y recogió las cosas, tirando el papel por el váter y dejando la botella abierta en una de las mesitas de noche, la más alejada de aquel psicópata que quería matarlo.

-¿Por qué me has curado? —preguntó Donghae, era un chico extraño aquel hombre, lo normal hubiera sido que lo matara.

-Porque no soy como tú... ¿Crees que quiero cargar con tu muerte? Ahora dime... ¿Por qué quieres matarme a mí? —preguntó Eunhyuk sentándose frente a él.

-Por estafador, estás metido en un buen lío —respondió Donghae muy seco.

-¿Yo estoy metido en un buen lío? Sabía que vendrías porque te contrató el casino... Malditos hijos de puta —se quejó Eunhyuk pero sin alterarse demasiado.

-No, no me contrató el casino... ¿Quién te crees que soy? —preguntó el menor bufando.

-¿Y si no te contrató el casino quien fue? —preguntó Eunhyuk alzando una ceja, eso no se lo creía.

-Soy un agente al servicio del gobierno sur-coreano, como no me sueltes estarás en un lío peor —respondió Donghae esperando que lo desatara enseguida.

-Si fueras un agente coreano vendrías a ayudarme y no a matarme, yo no hice nada malo —se defendió el mayor.

-El casino asegura que hiciste trampas —respondió el otro tratando de desatarse, pero no había manera.

First LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora