15. Lo más inesperado

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Donghae y Eunhyuk empezaron a mejorar mucho su relación, parecía que se iban haciendo amigos, se hablaban, sonreían, hacían bromas y el menor se dejaba llevar, confiaba en el rubio. Además de eso, Eunhyuk empezó a darse cuenta de que el otro en verdad no era mala persona, solamente era alguien con una coraza que fingía ser alguien más fuerte de lo que en realidad era, y al conocer a su verdadera persona, se dio cuenta de que estaba empezando a gustarle demasiado.

Pasaron algunos días y llegó el momento. Ellos no se dieron cuenta de que casi había pasado un mes desde que todo aquello empezó. No se esperaban aquella llamada tan pronto pero esa tarde de martes, el teléfono de Donghae empezó a sonar mientras ellos veían una película en el sofá, a pesar de que Eunhyuk se había quedado dormido con la cabeza sobre las piernas del menor para estar más cómodo, pero se despertó.

El moreno se levantó de allí y fue a hablar a otra habitación, por lo que el mayor pensó que sería algo de trabajo importante y lo dejó ir sin más.

Lo que serían muy buenas noticias, a ellos no les agradaría tanto.

Donghae volvió al salón y no sabía bien como tenía que reaccionar, por un lado estaba eufórico y por el otro estaba mal, sentía algo de vacío.

-Eunhyuk –dijo el menor sentándose a su lado.

-¿Qué pasa? ¿Algo malo? –preguntó el mayor. Nunca le decía nada del trabajo ni lo que hablaba por teléfono.

-Han resuelto el caso –respondió Donghae.

-¿El caso? ¿Mi caso? ¿Lo han cogido? –preguntó Eunhyuk sonriendo bastante ilusionado.

-Sí... En cuanto tuvieron las pruebas necesarias fueron a por él y desmantelaron toda su banda, no es necesario que se realice tu juicio ni nada... El Casino será parte del estado y... pagarán tu indemnización, todo lo que pedías... Felicidades –dijo el moreno con una triste sonrisa fingida.

-¡¡Genial!! Que se pudra ese maldito imbécil allí en la cárcel –dijo Eunhyuk bastante contento.

El rubio se levantó y se fue directamente a abrazar al otro, queriendo compartir su alegría ante la que para él, estaba siendo una muy buena noticia.

-Tu abogado se encargará de los trámites para que te ingresen el dinero y todo eso... Puedes volver a encender tu móvil –dijo Donghae correspondiendo al abrazo un poco desganado.

-¡Voy! –dijo Eunhyuk y se fue corriendo al cuarto con una sonrisa de oreja a oreja.

Estuvo respondiendo a mensajes que tenía allí desde hacía semanas, de su hermana y de su abogado, llamó a sus padres para decirles que los echaba mucho de menos y que los perdonase por haber pasado tanto tiempo sin hablar con ellos... Estuvo casi una hora hasta que terminó de arreglar las cosas del abogado y en ese lapso de tiempo, Donghae estuvo en el salón dejándole su espacio mientras él se aprovechaba del suyo para poder pensar en lo que estaba sintiendo. Estaba sentado en un taburete mirando por la ventana, recapacitando mientras veía a los coches pasar abajo del todo, como si fueran de juguete de lo pequeño que se veían.

Eunhyuk volvió al salón en silencio y lo rodeó con sus brazos por detrás, los dos sonreían al tener esa clase de cariño, se habían cogido verdaderamente mucho cariño.

-Donghae... muchas gracias por todo... Si no hubiera sido por ti seguramente él estaría en libertad y yo en la cárcel o muerto... Gracias –dijo el rubio sin separarse de allí.

-Ahora estarás feliz... ya puedes salir de esta cárcel –susurró Donghae, eso era lo que le apenaba.

-¿Puedo irme a mi casa? ¿Ya puedo salir de aquí y viajar? ¿Ir al gimnasio? ¿Al parque? ¿Puedo ir a ver a mis padres? –preguntó Eunhyuk separándose de él y mirándolo con una eufórica sonrisa.

First LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora